La analfabeta que era un genio de los números

La analfabeta que era un genio de los números de Jonas Jonasson, segundo libro de este autor sueco superventas. Como el primero no nos dejó mal sabor de boca y como el humor nórdico me va, como no caer también con el segundo.  Y siguiendo el estilo del primero, me ha gustado más, vuelve a jugar con el absurdo y con la plausibilidad de lo inverosímil, con unos personajes con los que es fácil empatizar, y con otros con los que es fácil reír. Y vuelve a poner a estos personajes estrambóticos a nivel de los dirigentes y políticos, de forma que no se les diferencie mucho. La historia gira entorno a las desventuras de una huérfana sobredorada de Soweto y ciertos conflictos nucleares internacionales, y de nuevo hace un recorrido histórico desde finales de los 60 hasta la actualidad. Yo le hecho en falta un poco más de mala leche, pero quizás funcione por ser tan blanco, y desde luego se deja leer fácil y rápido. Bien para entretenerse, aunque seguiremos con la búsqueda imposible de ese libro que nos haga soltar la carcajada, y no solo la sonrisa.  

Por cierto, la portada es feúcha y el título no sería el mejor. En cuanto al título, creo respeta el sueco, pero la portada... habría que hacerse mirar lo del diseño de portadas literarias en este país.

Cerveza y tebeos (98)

Arsène Schrauwen de Oliver Schrauwen es uno de esos tebeos que te dejan maravillado de lo que se puede hacer con los tebeos, y solo con los tebeos. Primer número en el que comienza la historia de su abuelo y su viaje a las colonias belgas. Y bajo un argumento aparentemente sencillo, miles de maravillas en el dibujo, en la narración, de nuevo Schrauwen jugando con todos los recursos del medio. Páginas que te dejan con la boca abierta. Y esas cervezas belgas hechas en las colonias, que desde luego debían ser como poco curiosas.

Oh panòptica ficció!

Hemos aprovechado el domingo primaveral que anunciaban como lluvioso para acercarnos al Santa Mònica a ver la expo de Max Oh panòptica ficció! Una retrospectiva que sigue toda su carrera, desde sus últimos trabajos como Paseo Astral o Vapor hasta los inicios en el Víbora, pasando por sus trabajos tanto en cómic como en ilustración. Bastante completa y se hace corta, y es que el trabajo de Max es más que amplio para llenar unas cuantas expos. Aunque quizás también haya demasiada reproducción e impresión digital, pero claro, es que el cómic no se ha pensado para colgarse en las paredes, siempre es difícil el compromiso. Eso sí, bien que se observa la evolución estilística de Max, y sorprende ver como la precisión y limpieza del trazo ha estado siempre ahí. 

Acompaña a la exposición de Max, Quadròptica, una muestra del trabajo de cuatro nuevos creadores seleccionados por el propio Max para mostrar las nuevas vías del cómic. Trabajos de Sandra Uve, Néstor F., Sergi Puyol y Gabriel Corbera. Y constatar que en Barcelona se pueden hacer expos colgando fotocopias... lo que decía del tebeo pensado para ser impreso y no colgado.

Y como ya estábamos por allí hemos ido a ver también la de Marcel·lí Antunez Roca, Sistematurgia, con dibujos, aparatos y montajes interactivos que usa en sus performances y acciones artísticas. Alguna ya había visto, sus dibujos más nuevos son más que curiosos, muy de ilustración, muy interesante.

Mr Penumbra's 24-Hour bookstore

Mr Penumbra's 24-Hour bookstore de Robin Sloan es una fábula geek soft, que see lee rápido, con interés y es puro entretenimiento de palomitas. Y no se puede pedir más. Una estructura clásica, que recuerda a las películas de aventuras y amistad de los 80, o las de las partidas de rol de toda la vida, a las que directamente el autor hace referencia, sirve para contar la aventura para resolver el enigma que oculta la librería del título. El protagonista es un diseñador web en paro en San Francisco que acaba trabajando en esa tienda y que tiene el grupo de amigos con los que cualquier geek soñaría, un amigo de toda la vía millonario por una empresa tecnológica, una noviera que trabaja en Google, un compañero de piso especialista en hacer maquetas para películas... Y con ellos se encarga de desentrañar un misterio contenido en libros antiguos, de toda la vida, una historia de amor y tecnología. En los 80 habría sido ciencia ficción, hoy en día la tecnología hace que vivamos en aquel futuro, algo cyberpunk, y decía lo de soft, por que el acercamiento a esa tecnología no es tan hard o duro como en los libros de Neal Stephenson o William Gibson, aquí es todo más de diseño, muy plausible, pero muy fantástico, todavía. En definitiva, una aventura muy entretenida para todos los públicos, un cuento con oda a los libros y a la amistad y la sensación que veremos película del libro, y será ideal para un sábado por la tarde.

Cerveza y tebeos (97)

En Consejo Real Josep Busquet y Roc Espinet hacen una divertida sátira de los intereses del gobierno. En un mundo medieval, donde el rey muere se queda al cargo un Consejo de mediocres, cuyos intereses serán lucrarse a costa del resto del reino. Y disfrutar de unas buenas cervezas, aunque sea de Trill?

L'any de la plaga

L'any de la plaga de Marc Pastor, como Bioko no nos dejó mal sabor de boca nos dejaron su anterior novela para leer. En este caso se trata de un claro homenaje a la invasión de los ultrapuertos de Jack Finney, pero ambientada en Barcelona, en la Barcelona de hoy. Y en eso se centra la gracia de la novela, en como sería un Apocalipsis aquí, un fin del mundo cercano, de vecinos, y no en una lejana ciudad de los USA. Con esa búsqueda común de Pastor de hacer que la literatura de género también sea posible en escenarios locales, y con referencias generacionales reconocibles. Si eres de Barcelona, y has nacido en los 70-80, es imposible que no te suene la ciudad que relata Pastor, con el riesgo que ello conlleva, ya que está hablando de algo que conoces de primera mano, y cualquier desliz va a ser inmediatamente detectado por el lector. Luego el argumento de la novela, o el hilo de los acontecimientos es más que entretenido, es un libro de acción y de puro entretenimiento, y se lee rápido y con interés, aunque se nota que es un escritor todavía puliendo el estilo, y la caracterización de los personajes, ya sea por que estamos más que acostumbrados a ello, me ha recordado a los de las series de TV3 más que a la gente de la calle, pero ya es eso. Extraño es que no haya ya adaptación al menos televisiva, o que no me haya enterado de ella.

Cerveza y tebeos (96)

Que en el manga hay de todo es un lema de sobra conocido. Que Jiro Taniguchi tiene una habilidad especial para hacerlo, es un hecho, y en El Sabueso se pone a adaptar una novela sobre un detective que se dedica exclusivamente a encontrar perros de caza. Y además tiene un perro al que le da cerveza. Y todo bien contadito y dibujado, entra y entretiene con la sensibilidad natural que siempre demuestra.

Mazinger Z

Casi ocho años después hemos vuelto a ese centro de peregrinaje en el que se ha convertido el Mazinger Z del Pla de Santa Maria en Tarragona. Y allí sigue, puños en alto, y con buen aspecto, algo más pintarrajeado en la base, culpa de haber salido del anonimato y haberse convertido en un buen destino de paso de rutas de moteros, de ciclistas,  de curiosos, y no solo de público otaku como se podía pensar. Con un atractivo de objeto curioso, semi escondido sigue siendo un algo único que más vale que cuiden.

Y como solo ver el Mazinger Z quizás es poco nos fuimos a pasear por Montblanc, ciudad medieval, y comernos unos caracoles. Y poca cosa más, tranquilidad y buenos alimentos y una pequeña excursión para aprovechar los días primaverales del fin del invierno.

Cerveza y tebeos (95)

Más ejemplos de lo que le gusta una buena cerveza fresca al llegar a casa al bueno de López, en este caso en El gran deshauciador, el álbum 65 de las aventuras de SuperLópez, que sigue bien fresco, y en este caso más crítico y divertido si cabe, grande Jan.