15 enero 2015
The peripheral
The Peripheral de William Gibson, su última novela de ciencia ficción, de aquella que no solo habla de futuros más o menos inciertos, si no que presenta claves del presente. Y lo hace entreteniendo, esta vez con viajes en el tiempo de por medio, o una especie de interacciones temporales, que sirven para hablar de las desigualdades económicas y sociales que son el signo de los tiempos. Llena de aciertos y de maravillas tecnológicas, y de conceptos que esperemos no lleguen a cumplirse como ese apocalipsis en slow motion capaz de acabar con el 80% de la población más pobre, mientras la élite se va aprovechando de los avances de la ciencia. Y todo con una trama llena de acción y entretenimiento. Se nota que Gibson ha disfrutado con un regreso a una ciencia ficción conceptualmente más clásica.
14 enero 2015
Tout est pardonné
Una semana ya desde la salvajada. Todo el mundo con sus opiniones. No hay dibujante o humorista gráfico que no se haya visto obligado a hacer una viñeta en torno al tema. Las respuestas propuestas por nuestros brillantes gobernantes occidentales vuelven a recordarnos lo necesario y fundamental de la sátira inteligente. Mil cosas.
Y esta portada. No voy a entrar en los récords del número, o lo que se mueve entorno, etc. Solo esta portada. Esta portada lo es todo. A los pies del señor Luz.
Todo funciona al milímetro en esta portada. Todo. Es una absoluta genialidad muy cabrona, es puro Charlie Hebdo, es no rendirse. Tiene tantas lecturas, dobles, triples. Una cosa que me vuelve loco es como un simple dibujo de un señor con barba y turbante es inmediatamente asumido como una caricatura del profeta, la pura imagen de la transgresión. Es un señor, qué es Mahoma? ceci n'est pas une pipe, sin referencias gráficas culturales, asumir a Mahoma esta en los ojos del lector? Cierto que viene de la portada que ya hizo el mismo Luz en el 2011 tras el atentado a la sede. Es autorreferencial, un guiño a los seguidores, una patada a los de siempre. Pero con un todo perdonado, que lo cambia todo, y que tiene también muchas interpretaciones, quién perdona a quién? Las víctimas a los ejecutores? eso si que es una patada a los terroristas de la venganza, pero también a la política occidental de las guerras preventivas, de los bombardeos de la justicia eterna, y esas cosas. Y el color, verde esperanza, verde del islam. Y el cártel Je suis Charlie, las redes dieron el mensaje, todos somos Charlie, hasta el profeta, o quizás indica que ese dibujo, ese chiste si que es el verdadero Charlie. Yo que sé, solo la portada ya da para varias tesis doctorales, por ver hay gente que hasta da interpretaciones fálicas (siempre hay gente de esa).
Impresionante la portada. A los pies del señor Luz y el resto de colaboradores del Charlie Hebdo, una lección muy gorda. Tras todo lo que ha pasado, tras tener que pasar por eso, encima que todos los humoristas del mundo hayan tenido que secar los chistes sobre el tema (ya no caben más dibujos de lápices), y la presión de tener que hacer una portada que significase tanto, una portada que seria historia inmediatamente, con una edición inmensa, bajo toda esa presión, son capaces de hacer esta obra de arte.
Esta portada ya es un icono. Es historia en mayúsculas.
12 enero 2015
Humor
Hace ya más de 14 años. Ya son unos cuantos. Poco después que tirarán de forma horrorosa dos torres en Nueva York, un atentado que ha cambiado el devenir de los tiempos, y que nos ha hecho perder muchas cosas que teníamos asumidas. Pocos días después de aquello la vida continuaba, un amigo invitó a todos sus colegas a celebrar su proyecto final de ingeniería. Había que cenar, emborracharse para celebrarlo. Lo normal, tan normal que como conversación de sobremesa el tema de las torres fuese la estrella. Como el tema era reciente, el discurso estaba lleno de pero perismos, el análisis desde el buenismo, desde el anticapitalismo, del bueno pero es que se lo han buscado, algunos más acertados que otros. Todos fastidiados.
Quieras que no, todos quedamos tocados por el tema. Pero als formas de afrontarlo son diferentes. Y cada uno tiene su sentido del humor. Que entre otras cosas es una herramienta de supervivencia. Así que mientras un extremo de la mesa se enzarzaba en profundos análisis sobre el atentado otros estamos al chiste, a la risa y al seguir viviendo por encima del terror. Mientras reíamos con nuestros chistes, viejos, groseros, como siempre se han hecho, cada vez nos llegaban más ecos de los pero perismos de la discusión. Cosa que me tocaba las narices, así que al final me metí en la conversación, claro que sí, si tenéis razón y pum, hice un chiste grueso, negro, de mal gusto, que hizo el silencio.
Cambiaron el tema, supongo siguieron con sus reflexiones internas, y mirando mal a aquellos locos de mal gusto que se reían de cosas serías. Nosotros seguimos riendo y emborrachándonos, y ya no recuerdo como acabó la noche...
Pero recuerdo la anécdota, y con otros amigos la recordamos de vez en cuando. Porque tengo ese tipo de humor, que bueno, puede rozar el cuñadismo en alguna ocasión, pero el que tiene sus propios limites. los que yo mismo me impongo de respeto, nunca me reiré de como vas vestido si no es que yo me visto igual, para entendernos.
Más de catorce años ya. Como pasa el tiempo. Y como van las cosas para que ahora hayan matado a unos humoristas en París. Por reírse cuando hay que hacerlo, para sobrevivir, para que lo que se ha tardado tanto en ganar no se pierda, humor por la supervivencia. La anécdota no es ni comparable a lo que hacían y espero sigan haciendo los autores de Charlie Hebdo. Porque está el pero perísmo, están los del buen pensar, los que aprovecharan todo para seguir ganando, solo pensando en sus interés, largando discursos de grandeza. Contra todos ellos es necesario gente como la de Charlie Hebdo. Es obvio. Es parte de la lucha de clases, del derecho de muchos o el de solo unos pocos. Aunque sea el derecho a reírse. Y no es una cosa baladí.
El humor es una arma de supervivencia. El derecho a reírse es el derecho de vivir. Por eso el humor se menosprecia, y por eso el humor es algo tan complicado.
Y sin embargo aquí seguimos. Que difícil todo. No les llego ni a la sombra. No soy gracioso. Pero no me quitarán el chiste de la boca.
Quieras que no, todos quedamos tocados por el tema. Pero als formas de afrontarlo son diferentes. Y cada uno tiene su sentido del humor. Que entre otras cosas es una herramienta de supervivencia. Así que mientras un extremo de la mesa se enzarzaba en profundos análisis sobre el atentado otros estamos al chiste, a la risa y al seguir viviendo por encima del terror. Mientras reíamos con nuestros chistes, viejos, groseros, como siempre se han hecho, cada vez nos llegaban más ecos de los pero perismos de la discusión. Cosa que me tocaba las narices, así que al final me metí en la conversación, claro que sí, si tenéis razón y pum, hice un chiste grueso, negro, de mal gusto, que hizo el silencio.
Cambiaron el tema, supongo siguieron con sus reflexiones internas, y mirando mal a aquellos locos de mal gusto que se reían de cosas serías. Nosotros seguimos riendo y emborrachándonos, y ya no recuerdo como acabó la noche...
Pero recuerdo la anécdota, y con otros amigos la recordamos de vez en cuando. Porque tengo ese tipo de humor, que bueno, puede rozar el cuñadismo en alguna ocasión, pero el que tiene sus propios limites. los que yo mismo me impongo de respeto, nunca me reiré de como vas vestido si no es que yo me visto igual, para entendernos.
Más de catorce años ya. Como pasa el tiempo. Y como van las cosas para que ahora hayan matado a unos humoristas en París. Por reírse cuando hay que hacerlo, para sobrevivir, para que lo que se ha tardado tanto en ganar no se pierda, humor por la supervivencia. La anécdota no es ni comparable a lo que hacían y espero sigan haciendo los autores de Charlie Hebdo. Porque está el pero perísmo, están los del buen pensar, los que aprovecharan todo para seguir ganando, solo pensando en sus interés, largando discursos de grandeza. Contra todos ellos es necesario gente como la de Charlie Hebdo. Es obvio. Es parte de la lucha de clases, del derecho de muchos o el de solo unos pocos. Aunque sea el derecho a reírse. Y no es una cosa baladí.
El humor es una arma de supervivencia. El derecho a reírse es el derecho de vivir. Por eso el humor se menosprecia, y por eso el humor es algo tan complicado.
Y sin embargo aquí seguimos. Que difícil todo. No les llego ni a la sombra. No soy gracioso. Pero no me quitarán el chiste de la boca.