El orden de las cosas

Una de las cosas a las que me he acostumbrado en estas tierras es a tomar té. Dos veces al día. Eso sí, solo en el trabajo, donde las horas del café-té son el momento de encuentro de la gente del departamento, así que en allá donde fueres...

Naturalmente, en casa sigo sin comulgar con estas costumbres, así que nada de infusiones ni café. Los que me conocen saben que nunca he sido de este tipo de bebidas. Por eso, tras meses de observación todavía no he llegado a una conclusión definitiva. Y la cuestión es: en que orden se han de introducir los distintos elementos en la taza para obtener un correcto té.

Es decir, tenemos básicamente tres elementos: el té en si mismo, o sea, agua caliente con un color entre rojizo y marrón dependiendo del tipo de hierbas con cierto componente estimulante que se hayan usado, el azúcar en terrones y la leche, bueno llámele leche llámele crema de leche o algo así que es lo que usan en estas tierras para el café y el té.

Bien, la observación dice que no hay un orden fijo, o muy determinado, no es como en las ensaladas donde el orden correcto es lógicamente sal, aceite y finalmente vinagre, aunque en estas tierras los condimentos de ensalada son otra historia... Parece que la cosa va más a gustos, pero seguro que en los entendidos en té y esas cosas saben el orden correcto. Por otro lado, aquí la mayoría de la gente pone la leche antes, luego el té y finalmente el azúcar.

Pero para mí ese orden no es el óptimo. El azúcar puede ser el último elemento, pero siendo terrones yo prefiero ponerlos primero, así cuando derramo el té encima de ellos consigo la disolución y mezcla del azúcar en un paso y sin necesidad de usar una cucharita a posteriori, lo que supone un ahorro de elementos en la preparación, y como las cucharitas nunca sobran, pues eso que ganamos. Pero el tema profundo es el de la leche, antes o después. Bien yo siguiendo los recuerdos de como llego el té a tierras británicas de manos de Axtérix y Obélix (fuente de información básica y fundamental) y como en las series inglesas siempre ponen el servicio de leche a parte, creo que la opción apropiada es poner la leche después. Además de esta forma cuando la crema se introduce en el té se producen curiosas y diversas formas por la difusión de la leche en el agua, lo que siempre es bonito de ver, y que recuerdan a una nube, y de ahí que en Astérix pidiesen el agua caliente con una nube de leche...

Pero el debate esta abierto: ¿leche antes o después del té?