Muir Woods

Y pasado el puente, tiras para el norte, y te metes por unas carreteras que recuerdan un poco a las costas del Garraf, pero en verde, y sin vallas laterales, y se acerca uno al parque nacional de Muir Woods, y vas por una carretera de curvitas, y llueve, y ves una señal de esas de animales que pueden cruzar la carretera, y tu piensas, sí claro, al lado de la ciudad, de esas como se ven por España, que durante kilómetros y kilómetros lo único son los animales de las propias señales. Pero aquí tiras dos curvas más y ale, te aparecen unos cervatillos siguiendo a su madre cruzando la carretera, impresionante...

Y luego llegamos al parque en si, donde hay un paseo diseñado para ver el bosque de Costal Redwoods, un tipo de sequoias, que pueden llegar a más de 100 m de altura y 2000 años de vida. Te cobran entrada, y ese día coincidía que estaban un montón de voluntarios en labores de limpieza. Vaya perro día escogieron, porque no paraba de llover y ventear, y aún ahí protegido en el bosque pues se podía medio pasear, y calarse, eso también... Ahora los árboles espectáculares y el parque bien cuidado, tamaño desmesurado, acorde al país...

Y por el bosque paseamos un rato, hasta que el tiempo empezó a empeorar del todo. Luego la intención era visitar más partes del parque. Y algo hicimos...

Nos acercamos a la playa de Muir, donde desembocan alguno de los arroyos del monte, y dando al Pacífico se ve la abrupta costa y tal. Pero el viento del mar hacia la costa, la lluvia, el fresco, la verdad que no había quién pasease por allí. Luego seguimos por las carretereas de curvas y una Panoramic Hgwy que hay, pero apareció la niebla, junto a las cortinas de lluvia y tal, y aunque bonito de ver, lo poco que se podía ver, dificil de visitar con paciencia... Las inclemencias meteorolócicas truncaron parte de la excursión, y en cuanto ya solo se veían diez metros de carretera en los morros marcó la hora de regreso... Pero vaya árboles...