20 junio 2010

Sónar 2010

Otro año, otro Sónar, y van ya... Aunque este año solo hemos ido el sábado de día, ay que nos hacemos viejos, y uno no esta para todo, ni puede... Y como se nota la crisis, una de las jornadas de Sónar más flojas que recuerdo, y es que se notaba hasta en el cártel, aunque lo llamaban el Sónar de las estrellas, pero yo solo veía dos o tres por al noche, y poca cosa durante el día. Y la otra es que uno ya se hace viejo, y se va notando, y se nota en los que van por allí, más de 10 años intentando ser los modernos acaba con cualquiera, vaya gente. También se nota la crisis en el público, que es mucho más local que otros años. En fin, que allí nos pusimos, bien prontito para al menos aprovechar el único día que teníamos, y vimos la exposición de los robotitos, que no estaba mal, pero más pequeña que otros años. También mucho más pequeña la feria tecnológica, que no discográfica, de discos ya no se ven, ahora maquinitas chulas, toqueteamos de nuevo un Reactable, y también un Tenori-on de Yamaha, que cosa más curiosa.

Pero a lo que íbamos, a escuchar música, los primeros Zigmat, un dúo de NY, con puertorriqueña y alemán, con un pop electrónico gritón, que no nos acabó de convencer y al cabo de unas 4 canciones fuimos a lo siguiente.

Los siguiente era Narwhal, que son de aquí, y hacen una electrónica de bajos contundentes, algo planeadora pero con ritmos pesados, estuvimos bien entretenidos, y además en el Macba a esas horas puedes seguir el concierto tranquilamente tumbadito.

Luego fuimos al SonarDome, a ver al rumano Minus, que con un laptop hacía esa electrónica, algo funk, bien, pero no destacable.

Justo después actuaba una de esas excentricidades del sonar, la australiana Sui Zhen, que con esas pintas y una guitarra se puso en plan cantautor, bueno tres canciones y a otra cosa.

Nos metimos en el auditorio del CCCB a ver la performance POWEr de Alexandre Burton & Julien Roy. Estos tipos cogen un arco de alto voltaje con una bobina de Tesla, y controlan los chispazos para samplearlos en vivo y crear sonidos a partir de ellos, además de capturar las imágenes de los arcos y hacer unas imágenes hipnóticas. Muy original y bonito, y extrañamente relajante, tan relajante que es difícil echarse una siestecilla...

Salimos relajados, para escuchar los últimos compases de la sesión del gallego David M, sesión de dance de ritmos gruesos.

Todo esperando la actuación de Jimi Tenor & Kabu Kabu, un finlandés y su banda interpretando afrobeat de una forma curiosa. No esta nada mal, aunque no sería el mejor afrobeat que he escuchado, siempre es un gusto escuchar este tipo de música en vivo. Pena que la lluvia deslució un poco el ambiente.

De neuvo al Hall a ver a los ingleses Post War Years, grupito hype al uso, con esa combinación de pop guitarrero y ruiditos electrónicos, no estaban mal del todo.

Luego en el Dome, el irlandés Space Dimension Controller, con su ordenador y haciendo electrónica bastante bailable, ahora de rapear como decía el programa del festival, nada de nada.

Justo después empezó la sesión del sueco Axel Boman, sesión canónica de electrónica de baile. Poco ratito nos quedamos.

Prometía más el directo de Bomba Estéreo, grupo de modernos colombianos con guitarreo potente y bastante electrónico, ritmos potentes, pero una cantante que medio rapeaba, con letras que recordaban demasiado a la salsa. Cargante, y sin voz para cantar.

Nos fuimos a ver la ida de bola de Necro Deathmort, que con este nombre ya se puede decir que muy centrados no están estos ingleses, rift de guitarras a lo doom metal distorsionadas y ritmos de breakbeat. Mucho ruido, y mucha oscuridad.

Un ratito de descanso para ver a lo único que salvo el festival este año, la brutal actuación de The Slew feat. Kid Koala. Simplemente genial, que buenos, un batería, un bajista con teclados, y dos dj's con tres platos cada uno, y si normalmente el Dj está ahí detrás haciendo ritmillos, aquí nada de eso, aquí son una banda de rock, y con sus platos se encargan de poner las guitarras, las voces, los scratchs y lo que haga falta, innovando y disfrutando como enanos mientras lo hacen, y haciendo disfrutar a los que están allí. Geniales, solo por verlos valió la pena ir al Sónar este año. Y ese que ya había escuchado el disco antes, que pusieron disponible para bajarlo en su web.

Ya quedaba poca cosa, nos acercamos a escuchar un poco la sesión del inglés Jackmaster, que cerraba las actuaciones del Dome, que ya estaba a petar con gente bailando, acabando o empezando la fiesta, nunca se sabe con el Sónar.

Por nuestro lado, con esto tuvimos suficiente este año, nos fuimos a cenar, y ya veremos otro año como evoluciona la escena, y los cuerpos.

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