23 diciembre 2010

Todo lo que se llevó el diablo

Todo lo que se llevó el diablo de Javier Pérez Andújar, segunda novela de este escritor catalán de padres andaluces, que no sería importante el dato, si no fuese porque eso influencia el libro, eso y toda la cultura, popular, de segunda y de primera y como se quiera llamar absorbida durante años, y que se cuela por todo el libro. Si el primero ya me gustó, este también me ha encantado. Esta vez va más atrás en el tiempo, y se centra en las Misiones Pedagógicas de la República en los años 30, en la que profesores voluntarios recorrían los pueblos de España llevando libros, y teatro, cine y optimismo. Y este se mezcla con los problemas que al poco explotarían en la dichosa guerra. Y en ese escenario se mezclan personajes en la ruta, y leyendas, y referencias de la cultura popular, y de la alta cultura, y se habla de tebeos, y del teatro de Carcía Lorca, y sale Azaña, y salen alcaldes rancios de puebluchos, y un lobero, y maestros voluntariosos, y pistoleros, y aparecidos, y burros muertos. Podría recordar a una road movie pero es más una novela de cruces de caminos, los caminos de los maestros con las gentes de los pueblos, del optimismo por el futuro, con la pobreza y la fatalidad del destino, pistoleros con artistas. Recuerda a Berlanga, recuerda al primer Cuerda, tiene humor y mucha reflexión, mirar al pasado como reflejo del presente, a veces y a veces no. En fin, me ha gustado mucho, y además es de las que recomendaría a cualquiera. Esta muy bien escrita, y muy bien pensada.

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