Cenizas

Cenizas es el nuevo tebeo de Álvaro Ortiz, uno de esos que tenía ganas que ya saliesen en esta temporada otoñal que promete varias sorpresas. Pero de esta tenía especiales ganas. Álvaro es uno de esos autores que primero te suenan, luego lles algo de él por la red, te empieza a interesar, descubres que tiene un bog, descubres que tiene twitter, luego saca un pequeño fanzine que es una maravilla, y que ya les comenté por aquí, y que encontre adrede en el salón del cómic del 2011. Así que le sigues activamente por las redes, y como es un tío cercano y simpático, casi parece que le conozcas de siempre, esas cosas que pasan con la virtualidad, gente que no conoces parece que sí, pero es que no... Luego ves que anda por Angouleme preparando un nuevo trabajo, y como también sigues a otro recomendable autor como Alfonso Zapico ves como se pican en divertidas historietas donde relatan sus experiencias francesas. Casualidad también que coincida que este año visitamos Angouleme, y Álvaro fuese el encargado del cartel de la exposición de la mansión de los autores, un bonito poster, que si no fuese por los equipajes de los aviones ahora quizás tendría por casa... En esa exposición ya pudimos ver algunas de las páginas de Cenizas. Así que ya vimos algo de lo que vendría, eso sí, siempre sin desvelar mucho, para mantener la sorpresa, para mantener el hype. Seguimos sus peripecias por la red, encontramos cervezas en sus tebeos, y nos prometío más... Y en el salón del cómic de este año otra de esas casualidades tuvimos la ocasión de conocerlo en persona y compartir unas palabras, ya les digo un tipo simpático. Así que ya ven, le tenía ganas yo a este tebeo.

Y no me ha defraudado, será porque muchos de los temas que trata o el tono con que lo hace son cercanos a los que me gustan. Cenizas es una historia de carretera, clásica en su planteamiento de aventuras en el viaje, tres amigos que hace tiempo que no se ven se reúnen de nuevo obligados por las circunstancias para llevar a cabo una misión, hace tiempo que no se ven y sus vidas han divergido, y luego hay las sorpresas de todo tipo que implica un viaje de estas características. Una historia que recuerda a muchas películas, y que esta bien hecha, pero la especial habilidad de Álvaro ha sido poner en esa historia todas las cosas que le gustan, y eso no es sencillo, para que todo cuadre sin chirriar, si en la historia salen fantasmas, piratas, marineros, banjos, barbudos, monos, rock and roll, homenajes a Paul Auster, historias de cremaciones. Y todo bien engrasado, bien hilvanado, con un tono alegre pero melancólico, como una peli de Wes Anderson, todo influye, todo suma. Un tebeo recomendable, el único que quizás sea el tamaño escogido para el tipo de viñeta y de narración que ha escogido, llena las páginas de viñetas, pero que yo recomiendo, y creo no equivocarme si digo que estará en la selección de las mejoras obras del año en el próximo salón del cómic. Y ciertamente, no me ha defraudado, hay mucha cerveza, no podía faltar. Así que volveremos a ver cosas de Cenizas por aquí.