El plan era escapar de la ciudad, de las verbenas y de los petardos la noche de Sant Joan, para no sobresaltar al bicho, y también para aprovechar el fin de semana alargado. Nos fuimos para pueblos de Girona a pasear y relajarnos un poco.
Torroella de Montgrí, donde casualmente se celebraba el 7e Festival del Cómic, pequeñas actividades, todo muy sencillo, muy de verano y de pueblecito.
Empúries, ruinas de griegos y romanos. Los primeros guiris por la zona y desde entonces non-stop.
Cervià de Ter. Bonita iglesia románica, pueblo tranquilo.
Banyoles. Paseo por la orilla del lago.
Tranquilidad, y ni un petardo. No está mal. Pero dos cosas, lástima de verano que no es, demasiado fresco para según que cosas, necesito un poco de calor de verdad. Y tres días solo sirven para constatar lo falto de vacaciones que ando ya...
Així m'agrada, turisme gironí :)
ResponderEliminarL'estany de Banyoles, de petita m'hi banyava un cop l'any si fa no fa
Aquí una que està EN-CAN-TA-DA amb aquest estiu....
ResponderEliminarPer mi podria fer aquest temps tot l'any... He dit.