Fin de otro año, fin de otra década (o casi), y otro resumen de lecturas del año, iniciamos así una segunda década de resúmenes anuales. Este año hemos leído un poco menos que otros años, por debajo de las 190 lecturas, consecuencia de los tiempos apresurados y el mercado sobresaturado. Así que como de costumbre esta lista resumen no es un reflejo de todo lo publicado, que cada vez es más inabarcable, y es más un reflejo de mis gustos lectores, así que un poco lo de costumbre, repetimos el aviso sobre lo que es esta lista.
Y nos hemos quedado con ganas de alguna que otra lectura. Se publica mucho, con tiradas muy pequeñas, los lectores somos pocos, y cada vez nos vemos obligados a seleccionar más, ya no por género o tipo, ahora incluso de los nichos de interés uno se ve limitado a escoger o sucumbir ante la avalancha de novedades. Esta lista de fin de año va con con una pila de tebeos todavía por ser leídos, y que ya serán lecturas del año que viene.
Variedad en el mercado, que se ve reflejada en las listas, pero en las que seguro se repiten los pesos pesados que han sacado títulos este año. Pues nada, sin repetir más apreciaciones, aquí los tebeos que más me han llamado la atención este año.
Como cada año, lista numerada pero sin clasificación. 10 títulos nacionales, tal como entiendo yo que sea un título nacional (y en eso soy poco ortodoxo y me hago pocos problemas). Otros 10 de procedencia europea, 5 para los que vienen de los Estados Unidos o del resto del mundo, a excepción del manga, que tiene sus otros 5 seleccionados. El formato que he convertido ya en tradición en este blog.
# Nacional
Empezamos con los tebeos de aquí. Y entiendo aquí de forma muy amplia, de aquí si la primera edición la hace una editorial nacional, si vives en estas tierras, o si vives por aquí pero te da por publicar para otros mercados más beneficiosos. Mucha producción, autores más que comunes y otros que debutan. Se hacen muy buenas cosas por aquí, solo hace falta internacionalizarlas más. Hay gotas y esperanzas cada año, poco a poco se crece y más obras se traducen a otros idiomas, pero hace falta la explosión de verdad, algo que le daría algo de salud a la no industria nacional. Pero vamos a nuestras lecturas:
- Carne de cañón de Aroha Travé. El underground con sabor clásico ha regresado de la mano de esta joven autora, para hacer un humor ácido, crudo y reivindicar a la clase obrera de los extrarradios. Indispensable del año.
- La sangre extraña de Sergi Puyol. Puro amor al medio, ganas de contar cosas y hacerlo con ese estilo sencillo lleno de influencias. Y donde el guión pesa lo suyo. Un lujo los tebeos de Puyol.
- El buscón en las Indias de Alain Ayroles y Juanjo Guarnido. Guarnido es un autor de éxito paneuropeo, y esta continuación del Buscón Pablos de Quevedo en tono de película de gran golpe es puro espectáculo en cinemascope. Una gozada visual.
- The eyes de Javi de Castro. Suerte tenemos de que de Castro sienta la necesidad de experimentar con el medio, y hacer unos webcómic con historias de misterio en torno a la visión llenas de efectos sólo posibles en digital. Y encima lo pueden leer por la voluntad.
- En otro lugar, un poco más tarde de David Sánchez. Un clásico de mis listas, nuevo trabajo de Sánchez para disfrutar de su minimalismo de línea fina y precisión quirúrgica con una historia de naturalismo místico que supera cualquier primitivismo cósmico. Sensacional.
- Mies de Agustín Ferrer Casas. Ambicioso tebeo para explicar la vida de Mies van der Rohe en el centenario de su nacimiento. Y se salda con un éxito absoluto, el dibujo de Ferrer Casas es precioso y la documentación precisa.
- Momento móvil de Marlene Krause. Humor triste, reivindicación de las clases humildes, y de problemas sociales en torno a las tecnologías del siglo. 9 historias breves que son una delicia por esta alemana ya barcelonesa.
- Inframundo de Pep Brocal. El dibujo de Brocal desatado, con todo tipo de recursos para una historia de descenso a los infiernos en montaña rusa, con reflexiones psicológicas y católicas.
- La balada del norte, Tomo 3, de Alfonso Zapico. Sigue la obra más ambiciosa de Zapico, autor más que consolidado, que nos tiene atrapados por este relato en el que rememora la fallida revolución en las cuencas mineras asturianas de 1934.
- Dos monedas, de Núria Tamarit. Obra premiada, para relatarnos la realidad de los pequeños pueblos africanos que reciben las visitas y ayudas occidentales, una realidad que muchas veces es menos dramática de cómo nos la pintan, y es que la vida al fin y al cabo está llena de colores, como en tebeo de Tamarit.
Y otros muchos más que podrían estar en esta lista. El homenaje al género negro de La noche polar del nunca lineal Marcos Prior. Ese pequeña joya de ciencia ficción y trazo noventero que es La muerte Rosa de Jaume Pallardó. El buen hacer de Oriol Malet en Mandela y el general para adaptar una historia de John Carlin centrándose en un pequeño detalle de la historia Sudafricana que explica mucho más. La recopilación en Necesitas ayuda de la primera parte de las viñetas que diariamente realizó Joaquín Guirao en las redes, humor muy loco. Las drogas, en Fariña, y el Rock’n’Roll, en Pop, ¡no me quito esa canción de la cabeza!, del siempre versátil Luis Bustos. Otros opios del pueblo, como el fútbol, repasando la historia nacional en 50 historias del fútbol español de Pablo Ríos. Pero para vicios personales la cerveza, así que también indispensables la recopilación de las tiras de Cervezas de Mauro Entrialgo. Ese elige tu propia aventura para explorar el género del terror que es la Maldita Casa encantada de Artur Laperla… Y así podríamos estar horas. Los buenos tebeos hechos aquí no te los acabas.
# Europeo
- Vidas paralelas de Olivier Schrauwen/ Guy, retrato de un bebedor de Schrauwen, Ruppert & Mulot. Dos obras de esa bestia del tebeo que es Schrauwen, una colaborando con otros monstruos de la vanguardia de la BD como Ruppert y Mulot. Historias de ciencia ficción, con el particular humor del belga el primero. Y el otro una historia de un ser despreciable. Ambas joyas.
- Irmina de Barbara Yelin, los nietos están recuperando la memoria histórica y planteándose como sus abuelos cayeron en las redes del fascismo y el nazismo, en este caso explorando la vida de su abuela, de tener novio caribeño en Oxford a casarse con un nazi más.
- En órbita con Thomas Pesquet de Marione Montaigne. El duro camino de un astronauta europeo en su misión a la ISS, mucha divulgación con todo el rigor pero también mucho humor, aprender con carcajadas.
- Imbatible 1. Justicia y verduras frescas de Pascal Jousselin. Que maravilla metalingüistica, un superhéroe capaz de jugar con el tiempo y el espacio, pero de las viñetas del cómic. Divertido juego formal, que hace reflexionar sobre el lenguaje del cómic y sus características.
- ¡Vivan las vacas! de David Prudhomme y Pascal Rabaté. Un paseo por una playa en pleno pico vacacional da para un relato social con mucho humor.
- La saga di Grimr de Jérémie Moreau. Premiado en Angoulême, y todavía inédito en castellano, la vida de un perdedor en la dura Islandia del siglo XIX, llena de poesía.
- Spirou. La esperanza pese a todo de Émile Bravo. Un Spirou clásico como en su icono, pero más realista, tanto que Bravo le hace un guiño a su rival de siempre. Todo contando la invasión nazi de Bélgica y la reacción civil.
- Hilda and the Mountain King de Luke Pearson. La última aventura de la nueva heroína del cómic, aventuras fantásticas con trolls, y otros monstruos maravillosos. Muy fan del universo de Pearson, y no creo tarde en salir en castellano.
- Diario de Italia de David B. Una especie de diarios de sus viajes, pero que se alejan de lo común, para caer en sus filias habituales, rincones oscuros, sectas peligrosas, viajes oníricos. Una fuerza de la naturaleza de contar historias, siempre un valor seguro David B.
- El taller de bicicletas (O el secreto inconfesable de Raoul Taburin) de Jean-Jacques Sempé, un clásico tan delicado en su trazo como en sus historias, con ese humor fino, delicado, afilado, siempre delicioso. Un clásico.
Pero hay mucha más cosas europeas, como el Bastardo de Max de Radigués, linea clara minimalista para un thriller que atrapa a cada página. El cuento de hadas feminista y surrealista del Cantar de Aglaé de Anne Simon. La divulgación científica de El Universo de Hubert Reeves y Daniel Casanave, este último repite con Benoist Simmat en la increible historia del vino. Y los grandes nombres de la BD, con Yo, René Tardi, prisionero de guerra en Stalag IIIB. 3 Después de la guerra de Tardi, el séptimo álbum del Gato del Rabino, La torre de Bab-El-Oued de Joann Sfar o el cuarto tomo del Árabe del futuro de Riad Sattouf. Les Herbes Folles el segundo tomo del regreso de las aventuras de Lapinot de Lewis Trondheim, todos autores ya clásicos. Otros autores más nuevos como Jon McNaught, digno heredero de Ware, con su Kingdom, unas vacaciones fuera de temporada llena de sensaciones. O la delicadeza vitalista de Papaya Salad de Elisa Macellari. O el Pomo! recopilado de Victor Malagrino y Ed. Muchos tebeos ricos procedentes del viejo continente.
# América (y resto del mundo)
- ¿Es así cómo me ves? de Jaime Hernandez. Regreso a Huertas de nuestras queridas punkis, las locas de siempre. Años narrando sus aventuras, Jaime es indiscutiblemente un titán de los tebeos.
- Ventiladores Clyde de Seth. 20 años trabajando en esta obra magna, llena de cosas, detalles, y mucha melancolía y nostalgia. No te la acabas.
- Angola Janga y Fugim de Marcelo D’Salete. Muy premiada, estos cómics brasileños que nos cuentan la historia de los esclavos africanos que se rebelaron en el Brasil del siglo XVII.
- Bahía Acuicornio de Katie O’Neill. Todo el cuquismo del mundo en este tebeo que reivindica la conservación ecológica de los mares, aventuras y animales fantásticos muy abrazables de esta autora infantil neozelandesa,
- El mal camino de Simon Hanselmann. Siguen las aventuras de la pareja de bruja y gato, cada vez con menos motivos para reír en una caída drogodependiente sin salida aparente.
Nos siguen faltando los superhéroes más mainstream, pero quién los echa en falta leyendo estas cosas o tebeos como el retrato de la generación vigilada de la Sabrina de Nick Drnaso, el niño prodigio de Michael Kupperman y su memorias como fenómeno televisivo precoz, o los retratos tristes de la vida que hace Chris Ware en Rusty Brown.
# Manga
- Mi vida en barco de Tadao Tsuge. El otro hermano Tsuge tampoco es nada manco, y hace una reflexión de madurez sobre la vida en torno a la pesca que es de quitarse el sombrero.
- Golden Kamuy de Satoru Noda. No baja de nivel y es un fijo en mis lecturas favoritas de manga, la locura de caza del tesoro, gastronomía extrema y antropología de los Ainus que es la obra de Noda.
- Atelier of Witch Hat de Kamome Shirahama. Otro de los fijos, todavía no son muchos tomos, peor las aventuras de las jóvenes magas nos tienen atrapados.
- La cantina de medianoche de Yaro Abe. Pequeñas historias de seres nocturnos y comida japonesa, no puede fallar.
- Mundo salvaje de Jiro Taniguchi. Nos dejó este genio del manga peor todavía hay obra para poder disfrutar de su trabajo, como este recopilatorio de obras cortas de inicio de su carrera, y ya estaban llenas de sus temas de siempre, como el naturalismo.
Poco manga nuevo más, a pesar de las centenas de novedades que caen cada año, es otro de esos campos que se han visto sacrificados por la saturación, cosa que habrá que solucionar el año que viene, a pesar de seguir por ejemplo con el One Punch-Man de One y Yusuke Murata y el resto de habituales.
Y así otro año de cientos de tebeos leídos queda resumido. Apenas una gota de la gota de todos los tebeos que salen cada año. El cómic sigue siendo un medio popular muy potente, resistente, aunque cabe ver hasta qué punto puede soportar el mercado tanta oferta. Por nuestra parte nada más que seguir leyendo tebeos de una nueva década.
No hay comentarios:
Publicar un comentario