Pues como ya ha quedado claro, este fin de semana fui de visita a Berlin, donde había sido amablemente invitado, tan amablemente que hasta me cedieron su cama. Así que allí nos plantamos, y decidimos dar una vuelta por la ciudad, más que como turista, que más o menos ya he visto los lugares típicos y tópicos, para pulsar un poco el ambiente de esta bullente ciudad...
Así que con los amables hospedantes el sábado por la mañana nos fuimos a dar un paseo, por el centro de la ciudad, parte del este.
Así que si estuvimos en Berlin. Documentado bajo la torre de comunicaciones de la Alexanderplatz.
Y delante del ayuntamiento con mi colega...Si creen que es fácil hacer posar a un apersona de dos años y medio...Pero bueno todo se le perdona, que luego me explico la historia del Rey León con todo lujo de detalles.
Ya saben de mi gusto por el arte y simbolismo de las épocas totalitarias, por su ambivalencia. Pues esta escultura delante del ayuntamiento es una muestra.
Y cerca del ayuntamiento, hay un barrio turístico donde queda alguna casa baja, y tiendas de recuerdos típicos. Y el oso es el símbolo de Berlin, así que como buen turista, hay que posar junto a estos osos de peluche gigantes.
Aunque su parecido con el oso oficial sea más bien lejano. Por cierto como símbolo de Berlin tienen un oso con los dos brazos alzados, símbolo que se puede ver en la Berliner pilsner, llevando una bandeja de cervezas, y en multitud de tiendas, oficinas oficiales o embajadas, donde tienen unas esculturas de este oso pintados con los colores del lugar en el que están colocados.
Y en Berlin también quedan algunas reminiscencias de las fuentes de agua públicas.
Y esculturas de Marx y Engels (creo, corregido, que creía mal). Al fondo las obras de desmantelamiento del antiguo parlamento de la Alemania del este.
Después me fui a dar una vuelta por la zona del oeste, para ver un poco las reminiscencias del capitalismo de los 70, que se confrontaba directamente con el comunismo, muro por medio, claro. Y en esa zona lo más turístico es la Marienkirche, que quedo semidestruida en la segunda guerra mundial, y la mantuvieron medio así como recuerdo, construyendo un memorial alrededor, como una iglesia más fashion.
Y este es el interior de la moderna iglesia.
Aunque en el interior de los restos todavía han recuperado algún mosaico de la vieja iglesia.
Cerca de la iglesia se encuentra el barrio del oeste con los centros comerciales, las tiendas pijas y los hoteles de alto copete...
Y se ve algún edificio de arquitectura moderna, con estructuras en forma de vela...
Se nota que estas en la zona del oeste, la zona pobre, porque de vez en cuando puedes ver algún utilitario como el de la foto...gente trabajadora la que se alojan en los hoteles de la zona, sin duda...
Aunque lo curioso es ver la diferencia de la arquitectura de la parte del oeste en los 70, con ese estilo vanguardista, y compararlo con la arquitectura de los barrios de moda, construidos para las clases pudientes del este.
Y para muestra un botón. Y es que por la tarde toco dar un paseo por esos barrios chulos de la parte del este que ahora están tan de moda. Y para ello contamos con la guía de Carlos, otro colega que ahora habita en la capital alemana.
Aquí un deposito de agua en uno de estos barrios no lejos de la Alexanderplatz. Esta zona esta alrededor de Prenzlauer Allee y Mitte. De hecho pasamos por una de las calles por las que pasaba el muro. Esta calle ahora es excepcionalmente ancha, como directa consecuencia de la desaparición del muro.
Y despues de meternos entre pecho y espalda una merecida merienda a base de sushi en un pequeño restaurante japonés. Nos acercamos a la zona del Mitte, donde si entras en algún callejón encuentras esculturas, galerías de arte, y tiendas mega fashion con libros de ilustración, y como no tebeos...y la tentación es grande, y aún sin entender el idioma, esos dibujillos tan atractivos...pues nada, dos para la saca...que hi farem...
Y luego a cenar con los anfitriones, y luego como ya he contado, a ver el partido, a un bar muy preparado para ello, pantalla gigante, ambientazo...
Pero es que ambiente a Berlin no le falta. Después del partido fuimos a tomar algo a otro local, por la calle no haces más que encontrar, bares en cualquier esquina, locales curiosos, edificios iluminados de formas artísticas. Todo muy a la última. Por ejemplo, el local al que fuimos se encontraba en un piso, al que tenías que subir por unas escaleras, una habitación era como la pista de baile con el DJ poniendo música, en la otra habitación había unas mesas, porque por la tarde también es restaurante, y la otra es el bar, donde las cervezas las sacan de una nevera como las de casa, y si llegas tarde y no tienes suerte puede que la cerveza que quieres se haya acabado...Y como el local es fashion, y tiene la vida limitada, por que claro los vecinos y tal...pues hay que pagar entrada. Bueno la pagas si tienes mala suerte y encuentras a la de la taquilla, si esta se ha ido al lavabo o esta entretenida hablando con una amiga entonces te la ahorras...Curioso esto del regateo de las entradas en los locales...
Y bueno, el domingo más tranquilo por la mañana fuimos a pasear a un parque, donde, como no, encontramos nuevos restos del pasado comunista. En este caso un monumento dedicado a los soldados polacos que lucharon contra el fascismo.
Donde todavía se ven los símbolos del pasado. Y poco más hicimos de visita, que el domingo ya había que regresar al zulo, así que por la tarde nueva sesión de rey león, tranquilidad, calma, tertulia, cartas, y descanso merecido...Aunque ciertamente he de reconocer que no hubo tortilla al final, y era motivo del viaje, pero aunque hayan leído los comentarios del anfitrión, no crean ni una palabra, que cuando dije de hacer la tortilla la respuesta fue no tenemos huevos, ni champiñones...aunque sí que tenían, seguro...pero claro así tenemos una buena excusa para volver, y eso es bueno cuando te tratan tan bien :-)
Las impresiones de la ciudad mañana...