30 diciembre 2024

Reseñas en las naves (14)

A modo de recopilatorio, que ya hacía tiempo de la última, las reseñas en 13 millones de naves durante el segundo semestre de 2023 y todo el 2024:

Y de nuevo colaboración en la Jot Down Cómics, en esta ocasión con tres reseñas en el número 8 con los mejores tebeos de 2023. Por mi parte reseñas de:

27 diciembre 2024

Algunos tebeos del '24

Un año más que se acaba, y un año más que vamos con el resumen de tebeos leídos, una selección de lo que personalmente me ha llamado la atención. Este año han sido unos 172 tebeos, de nuevo con gran peso para el manga, la selección con criterios personales y variopintos, y ante un mercado en el que la oferta es inabarcable, las lecturas caen dependiendo de las circunstancias y el momento. Cada vez más consciente que no es que tebeos interesantes se queden en la librería, si no que buenos tebeos se quedan ahí, incluso sabiéndolo. Pero los precios que aumentan, la oferta desmesurada, y el espacio reducido, como los sueldos, y que uno lleva mucho tiempo leyendo y con vicios más que adquiridos. Pues como siempre, que leo lo que leo, y cada vez intento caer menos en el hype, el fomo, etc. Aunque es difícil. Esos formatos lujosos inmanejables y come-espacio de 50 euros ayudan a resistirse, y dejar esos mamotretos en las librerías, y sin embargo el mercado… 

Así que como siempre, lista numerada pero sin clasificación. 10 títulos nacionales, tal como entiendo yo que sea un título nacional (y en eso soy poco ortodoxo y me hago pocos problemas). Otros 10 de procedencia europea, 5 para los que vienen de los Estados Unidos o del resto del mundo (o no, ya veremos), a excepción del manga, que tiene sus otros 5 seleccionados. El formato que he convertido ya en tradición en este blog. Vamos con la lista. 

# Nacional 

  1.  Imbécil de Camille Vannier. Sin vergüenza alguna, con ese lápiz lleno de colores y tan libre de perspectivas o encorsetamientos, igual que sus anécdotas con las que leer sus tebeos es equivalente a carcajada. Y si un tebeo me hace reír, me tiene ganado. 
  2. La pequeña Genia y el monstruo del valle de Álvaro Ortiz. Que si Ortiz saca tebeo siempre está aquí, porque la Genia es un personaje que debe quedarse, sus aventuras japonesas otra delicia, con influencias como Mizuki, Toriyama no iba a ser de otra forma. Y si no fuese así, tampoco importaba, porque Ortiz es más majo que las pesetas y se vino al cole a presentar su tebeo a los peques. Somos gustosamente imparciales con los tebeos de Álvaro. 
  3. Un día en Beti Berdin Taberna de Asier Iturralde (Gastón). Ya habíamos catado sus fanzines de la taberna, y en este libro largo en el que relata un día cualquiera de una de esas tabernas de ciudad, con sus idiosincrasia, su tipología de clientes por franja horaria, sus habituales, pues una delicia de tebeo vasco.
  4. ¡Universo! 2 de Albert Monteys. Otro fijo en la lista. Nuevas historias de su Universo, ingeniosas, sorprendentes, con un humor de lo sútil a los descarado, con una crítica fina y llenas de guiños y homenajes. Pero también con un virtuosismo gráfico brutal, que no deja de maravillar con nuevas cosas a cada trabajo 
  5. Aiguagim de Marina Sáez. Prácticamente un trabajo de investigación antropológica, lleno de humor, mucho cariño y colores a tutiplén para dar voz a un segmento de población muchas veces olvidado, señoras mayores que acuden al gimnasio y en el que establecen una red social solidaria. 
  6. Coll. Trayectoria de un historietista insólito de Josep Coll / Luis Garbayo Erviti. Hace 100 años que nació un genio de la historieta como Coll, un maestro del gag con poco, de una línea clara con la que mostraba un dinamismo envidiable. En otros lares sería una estrella del medio, aquí al menos tenemos esta antología para ver su lápiz y disfrutar de su humor. Patrimonio. 
  7. Cosmo en el espacio de Javi de Castro. Un derroche de ingenio, de darle vueltas a una cosa para que todo funcione. Un tebeo que se lee de adelante atrás y de atrás adelante girándolo. Una golosina para los peques, pero que a poco que te gusten los tebeos te quedas enganchado con la boca abierta ante tal filigrana. 
  8. Un oscuro manto de Jaime Martín. Menudo artesano de contar historias es Martín, de nuevo con esa línea suya tan precisa, nos cuenta una historia llena de suspense, con algún toque sobrenatural, tan universal y a la vez nos revela la historia de unas mujeres perseguidas y menospreciadas que vendían remedios en los Pirineos más recónditos e inaccesibles por la civilización, una historia muy local enmarcada en la represión franquista. 
  9. Shum de Jaume Capdevila/Kap. Mostrando su bicefalia Kap pone sus lápices al servicio de sus conocimientos sobre la historia del humorismo gráfico y los historietistas de otra época para que en su segunda novela gráfica nos presente la vida del dibujante anarquista Shum, caso muy sonado en su época, víctima de la represión y hoy poco recordado. Memoria histórica. 
  10. Los pájaros que al surcar el alba de Luis Durán. Regreso de este orfebre de los tebeos, con su personal dibujo de trazos, con una historia de personajes normales de otra época, que con su día a día y sus conversaciones tejen dos historias que al final entrelazan, y con las que explora el tiempo en muchos de sus aspectos experimentando con él en uno de los medios que más dependen de él. 

Pero siempre hay más tebeos hechos desde aquí. El regreso a los tebeos de Clara Soriano con Malababa y las bayas azules, una pequeña delicia gamberra para peques. La continuación de las aventuras americanas de ¡García! 5 de Santiago García y Luis Bustos. El humor sobre pijos del Jueves recopilado de Niña Pija de Guille. Más humor y crítica social el de Hecha a si misma de Alicia Martín Santos. O como escribir de música sin usar palabras en el homenaje a Talking Heads de Si bailáis entendereis mejor las letras de Lorenzo Montatore. Ese thriller lleno de giros y sorpresas entre el presente de trepas y el pasado de la Guerra Civil donde idealistas salvaron obras de la humanidad en Plan de huida de Agustín Ferrer Casas. O más clásicos como el gusto por dibujar que muestra Daniel Torres con su Roco Vargas en Memorias de un futuro que no fue, o la nueva aventura de Corto Maltés en la La línea de la vida de Juan Díaz Canales y Rubén Pellejero, esta vez llevándolo a México. 

# Europeo 

  1. La esperanza pese a todo. Tercera y Cuarta parte de Èmile Bravo. Suerte que ha llegado la conclusión de esta historia de Spirou que intenta reflejar como habría sido su existencia en la retaguardia de la Segunda Guerra Mundial, mucho humanismo y mucha línea clara de la que nos gusta. 
  2. Domingo flamenco de Olivier Schrauwen. Un domingo aburrido de un treinteañero, pero Schrauwen le da vueltas, crea algo, que te atrapa, aunque sepas que es solo un domingo aburrido. Crea nuevas formas de contar cosas con los tebeos. 
  3. Sibylla de Max Baitinger. La biografía de una poeta del barroco alemán no es una cosa que a priori llame la atención, pero Baitinger evoluciona su línea minimalista y hace una aproximación a su figura que te deja absorto. 
  4. Revolución II. Igualdad - Libro primero de Grouazel y Locard. La continuación de este retrato coral sobre la revolución francesa, han pasado unos meses y la cosa ha evolucionado. Atrapa en su nivel de detalle, en seguir la vida de gente corriente y en ese dibujo detallista. Tomando notas.
  5. Lucky Luke Los indomables de Blutch. Otra revisitación de los clásicos de la BD por el virtuoso Blutch, que dibuja como quiere, y que hace una historia de Lucky Luke de aires clásicos en la que no deja media página sin gag. 
  6. ¿Quién es ese pitufo? de Tebo. Otra revisitación de clásicos de la BD, esta de mano de Tebo, con un dibujo más simpático y gamberro, le da un giro de humor que actualiza a los pequeños azules. 
  7. Frontier de Guillaume Singelin. Con un dibujo algo chibi, con muchos detalles tecnológicos y un color de tonos pasteles evocadores construye una historia de CF de aires clásicos que funciona como un reloj. 
  8. Loops de Luca Pozzi y Elisa Macellari. No hay muchos tebeos que se atrevan a divulgar sobre física teórica de última generación, este lo hace basándose en las conversaciones con Carlo Rovelli y consiguen explicar la gravitación de bucles con unas metáfora visuales conseguidas. 
  9. Una fracción de segundo de Guy Delisle. El regreso de Delisle con un nuevo toque a su dibujo para explicarnos la historia de Eadweard Muybridge, y de paso la de la fotografía, de la captura del movimiento y la de los Stanford. Como maneja todo Delisle para dejarte atrapado. 
  10. Quando Muori resta a me de Zerocalcare. Hubo un nuevo libro en Italia de Zerocalcare, en esta ocasión centrado en la relación con su padre y de nuevo tocó la fibra. Añadan el Questa notte non sara' breve, que recopila en un tebeo sus historietas sobre Ilaria Salis y la persecución antifascista en Hungría aparecidas en el Internazionale para recoger dinero para la defensa de los antifascistas. Zerocalcare comprometido como siempre y mostrando el lado correcto y que no hay equidistancia posible.

Y de Europa siguen llegando muchas cosas que son más que interesantes, como El color de las cosas de Martin Panchaud, una aventura a lo Guy Richie contada de forma abstracta y con vista cenital, como mexicanos vistos desde arriba. ¡Salvemos el bosque! de Nora Dasnes, un manual de desobediencia civil para jóvenes. Loira de Étienne Davodeau, la importancia del paisaje, del entorno para la vida de las personas en una bella historia de acuarelas. Vértigo en Groenlandia de Tanquerelle, línea clara clásica, homenaje a Hergé, y artistas en el ártico. Como siempre podrían estar entre los diez, Amanecer roto de Jason, en su minimalismo seco y el Kafka al completo de Mahler, otro minimalista ilustrando la vida del escritor checo con mucho humor. Furiosa de Geofrey Monde y Mathieu Burniat le dan un giro femenista al mito artúrico. La vida secreta dels abres de Peter Wohlleben de Fred Bernard y Benjamin Flao, divulgan sobre los nuevos conocimientos que hay sobre los árboles y los bosques, que nos hacen repensar nuestra relación con ellos. Gruñón de Josephine Mark, Annette Pehnt, Jutta Bauer, que bonita la adaptación a cómic de esta historia para peques, unas acuarelas que dan vida a la luz de los escenarios. ¡Jopé! Te juro por Arturo que así fue de Anke Kuhl, más cómic infantil alemán de calidad, este presentando memorias de infancia de la autora. La lata de guisantes de Gried Ré y Holly R., más memorias de infancia, estás de la Lituania soviética con otro dibujo encantador. Y acabamos con dos clásicos La Mazmorra Integral 6 de Trondheim, Sfar y Larcenet, que cierra la recopilación del primer ciclo de la saga, y ahora queremos ya la edición de la segunda etapa, de la que ya hay álbumes de sobra acumulados. Y para acabar la ingente Obra Hermética de Moebius, recopilación de sus cómics más libres, una muestra de como crear algo que se convierte en un hito e influencia básica para entender los tebeos desde su aparición. 

# Americano 

  1.  Laberintos 3 de Charles Burns. Que bien dibuja siempre Charles Burns, que con el tercer volumen de Laberintos parece que cierra un ciclo. Adolescentes descubriendo que la vida no es la peli que se montan en su cabeza. 
  2. Anzu y el reino de la oscuridad de Mai K. Nguyen. Aventura para peques, una niña recorre el mundo de los Kamis y los Yokais en busca de su lugar en el mundo, que a veces se encuentra en las raíces. 

Y no llegamos a 5, alguno más he leído de América, pero no me han llegado a destacar. No eres tú, soy yo, que cada vez me llama menos. Quizás podríamos rescatar el Problemas Gatunos 2 ¡Perdidos! de Mason Dickerson, y algún otro cómic infantil que tienen presencia importante. Pero desde luego hace mucho tiempo que los superhéroes me abandonaron, o yo a ellos. Y cada vez más siento una mayor divergencia cultural entre lo que cuentan y lo que nos preocupa aquí. Pero cosas mías. 

# Manga 

  1. Tokio día a día de Taiyo Matsumoto. Lo destacaba el año pasado y ya está entre los escogidos, y esperemos que no tarde en llegar el tercer tomo. Está historia de amor por el manga, industria cultural y lo que vende y no vende. 
  2. Hirayasumi de Keigo Shinzo. Sin duda mi manga favorito del momento, y el de muchos más, uno de esos mangas zen, que cuenta el día a día de gente corriente, de las pequeñas cosas que construyen la felicidad y que nos dan paz. Queremos más. 
  3. Ao Ashi de Yûgo Kobayashi. Y este me tiene totalmente enganchado, la historia de desarrollo de Ashito y las lecciones de táctica del fútbol moderno de Kobayashi son estupendas. Y que tensión en los partidos. 
  4. Buscadores de cadáveres de Housui Yamazaki. En 4 tomos nos dan un thriller que recuerda a las aventuras de adolescentes con aire de Stephen King y unos crímenes de fondo más que terribles y mal rolleros, una combinación y una duración comedida hacen destacar a este manga. 
  5. Asadora de Naoki Urasawa & Co. Siguen las aventuras de esta joven japonesa, y con ellas la evolución del país, cultura pop y monstruos misteriosos. Urasawa, al que hemos visto cantar en Barcelona este año, nos sigue atrapando con sus historias. 

Y mangas hay muchos más, del Japón viene tanto y tan diverso que es difícil no encontrar algo que te interes. 72 tomos leídos de unas 34 series o tomos únicos, hacen que se conviertan en el 42% de mis lecturas tebeiles. Así que podríamos destacar más cosas, como los manga de Yaro Abe, nuevo tomo de la La cantina de medianoche y sus recuerdos e historia de su padre en Torpe de nacimiento. Más manga clásico como el final de la serie de Kitaro de Shigeru Mizuki, los relatos de Melodía sentimental de Tadao Tsuge, o el experimental y melancólico Flight recopilatorio de Kuniko Tsurita. Y el drama y las hostias como panes en un icónico tomo de Joe del mañana de Asao Takamori y Tetsuya Chiba. Las series que siguen sumando tomos interesantes como el Under Ninja de Kengo Hanazawa, Atelier of Witch Hat de Kamome Shirahama, El incidente Darwin de Shun Umezawa o el Heavenly Delusion de Masakazu Ishiguro. Hemos seguido también aprendiendo reglas de juegos modernos con After School Dice Club de Hiro Nakamichi. Y hemos descubierto el amor por el jazz de Blue Giant de Shinichi Isizuka, como se puede hacer una comedia romántica con tan poco como Fumando juntos detrás del super de Jinushi, y otro de esos mangas que dan hambre, Makanai, la cocinera de las maiko de Aiko Koyama

Hasta aquí la tradicional lista, una selección que vamos haciendo desde 2009. Con esto ya saben de pie cojeo. Hay tebeos de todos los tipos, aquí están los que están como de costumbre. Ante la avalancha de oferta, intentaremos seguir navegando y leyendo lo que podamos.

23 diciembre 2024

Año de rima, y un cuarto

Otro año que llega a su fin, y vamos para año con rima y para cuarto de siglo a toda velocidad de libro cyberpunk. Las redes hace tiempo que dejaron de ser lo que pudieron haber sido, pero el capitalismo no quiso. Y ahora mantener un blog ya vintage toma nuevos sentidos...

Así que desde aquí seguimos en una humilde esquina hiperespacial deseandoles a todos (o casi todos) lo mejor del nuevo año, en buena compañía y con mucha salud.

FELICES FIESTAS Y MEJOR 2025

 


21 diciembre 2024

Polostan

Polostan de Neal Stephenson, primer libro del ciclo Bomb light. Hemos vuelto a caer, por la curiosidad de una reseña de Cory Doctorow, que hablaba que a pesar de ser una novela histórica de espías era también claramente una de CF. Pues será en todo lo largo que sea la trilogía o en los mil libros que tenga pensados, porque este primero... La historia de una muchacha nacida en el midwest americano, luego llevada a la Rusia recién Soviética, vuelta a los USA a tener una azarosa vida como hija de una cowboy y un comunista. Vivir los años 30 de los USA, volver a Rusia y ser captada como agente de lo que sería el KGB. Pero claro, te lo cuenta Stephenson, y entonces, es largo, pesado, te explica cosas que bueno, aumentan o serán o no para la trama, y tienes la sensación de leer un libro que ha sido troceado, porque quien aguanta los rollos de mil páginas del señor. Sigue siendo curioso, pero de nuevo esa sensación que Stephenson ha perdido el mojo. Como a muchos el siglo XXI le ha pasado por encima. Si Doctorow ve el presente con una clarividencia activista única, que luego sabe transformar en tramas más o menos interesantes, o si William Gibson mantiene esa percepción del zeitgeist de los tiempos de forma reflexiva y pausada, Stephenson se ha quedado atascado, y curiosamente eso también es signo de los tiempos, de esta época tan reaccionaria. Así uno no sabe que vende, en ese no mojarse tan suyo; comunistas malos o buenos? los nazis que salen de fondo como quedan? Pero es que se dedica a marear la perdiz y presentar a la protagonista usando 300 págs. Puf.