31 agosto 2009

Hammer and Tickle

Hammer and Tickle, de Ben Lewis, ha sido la lectura entre viajes. Me llamó la atención en Londres este libro que analiza la influencia de los chistes de comunistas en la caída del comunismo. El escritor basa su libro en el documental que el mismo dirigió sobre el tema. Tema curioso este de los chistes comunistas en los países del bloque comunista europeo. El tema del humor siempre acaba llamando mi atención, y los chistes de comunistas me recordaron a uno que leí de pequeño en algún Reader's Digest o similar, sobre una cola de polacos por conseguir patatas... Levantan cierto interés por que los chistes funcionan bastante bien, de una forma extraña, porque de pequeño yo no tenía ni idea de política y aún así, supongo por que las situaciones reales de los regimenes totalitarios son bastante absurdas como para ser utilizadas como chiste. Y que mejor resistencia que el humor, Orwell dije 'Every joke is a tiny revolution'. Y así parece que fue en el bloque comunista, desde el inicio. Desde la revolución rusa hasta la caída del muro. Ahora parecen desaparecidos. El libro presenta algunos chistes, pero como parte de la investigación del autor por saber como influyeron en la caída. Al final no se llega a una conclusión clara, como de costumbre depende de muchas cosas. Incluso el bloque occidental capitalista los uso a su favor. Pero sorprende la cantidad de gente que Stalin encarceló solo por contar chistes, entre otras curiosidades... El libro menciona entrevistas a entendidos, la busqueda y el análisis, y también como esa obsesión por el chiste comunista influye en la vida privada del autor. Interesante y entretenida de leer, habrá que ver ahora el documental algún día.

30 agosto 2009

Festes de Gràcia

Si a mediados de agosto te toca estar por Barcelona, seguro que algún día acabas por las calles de Gràcia, época en la que celebran una de las fiestas mayores más populares de la ciudad. Y para allí fuimos el viernes 21, última noche ya de fiesta, a pasear y ver las calles adornadas. Como la ganadora, la calle Verdi, con esta decoración medieval.

En la calle Topazi, un homenaje a Gato Pérez, gran rumbero, adoptado por el barrio.

Decoración de viñas, como no, en la calle Vinyes.

Otro de esos ejemplos que recuerdan lo que es Gràcia. Aquí nació el Pescadilla, creador de la rumba catalana. Que no es poco.

Unas originales lámparas en otra de las calles decoradas.

Y para acabar la noche, y como no podía ser de otra forma, porque si no se han dado cuenta estabamos en Gràcia, y Gràcia es rumba, conciertito rumbero de los AiAiAi, rumba, con bases ritmicas potentes, letras mestizas, y mucha marcha, marcha. Y además se acompañaron de los Papawa, (joder, joder, joder) de los bailes de la tía Pepi (en los albores de la rumba estuvo con el tío Paló y luego con Peret), y los Gertrudis. Y es que los rumberos, cuando hay fiesta, allá que se van. Y en cuanto suena la rumba, por muy cansado de viernes que estés por la semana de trabajo, se te van las palmas solas. Mucho ritmo, mucha marcha, y esas letras tan sociales, tan de la calle. Y encima parece que la rumba se pone de moda de nuevo. Bien por los rumberos!

PD. Si no es a mediados si no a finales, la alternativa son las de Sants, que también decoran calles y tienes sus cosillas. Aunque cuando hemos ido a pasear por ellas no llevaba cámara. Y tampoco hemos rumbeado.

29 agosto 2009

Zarzuela

Los pocos días que nos quedarón de vacaciones que nos quedaban al regreso de los viajes, los dedicamos a la mala vida: playa, piscina, siestas, y comidas como esta zarzuela que estaba de muerte. Como nos cuidan.

Y que lejos parece quedar ya todo.

28 agosto 2009

Hidrantes, dosis 55

Inevitable. Cuando uno empieza algo... Aquí están los hidrantes capturados este verano, no cuesta mucho verlos, cuando ya se esta hecho a ello.

Los hidrantes en frente de la Gare du Midi en Bruselas. Solo llegar ya te los encuentras.

Otra vista de los hidrantes de la Gare du Midi.

Un hidrante de suelo de Bruselas, indicado con el poste con la H, más habitual en eta ciudad.

Otro hidrante de suelo de Bruselas.

Hidrante delante del mural de Chaland.

Un hidrante de suelo y de superficie. Dos en uno en Bruselas, cerca de la Bolsa
.
Otro hidrante cerca del hotel Metropol.

Un hidrante más de suelo indicado en la pared, cerca de la plaza des Martyrs.

Hidrante de suelo tipo en Flandes, este de Amberes.

Otro hidrante rojo de Amberes.

Parecido por un barrio cercano.

Más modelos de Amberes.

El hidrante de suelo flamenco en Brujas.

Otro hidrante de suelo en Brujas.

Hidrante indicado en la pared en Brujas.

Otro hidrante en las calles de Brujas.

Hidrante en la plaza mayor de Brujas.

Otro hidrante indicado en las calles de Brujas.

Uno frente al parlamento europeo.

Otro pequeñito cerca del parlamento.

Otro de suelo en Bruselas bien indicado. Cerca de los museos.

El cazador de hidrantes en acción.

El hidrante de suelo flamenco en Gante.

En este caso con la indicación local.

Otro con un gofre en la pared.

Un hidrante amarillo de Gante.

Y uno rojo.

Y en Italia también. Un hidrante en Campobasso.

Hidrante en Matera.

Hidrante en los cines en Benevento.

Hidrante en Termoli

Hidrante en Capri

Hidrante en Roma

Otro romano, en la plaza Venezia.

Vamos, unos cuantos de los que hemos visto.

27 agosto 2009

Paseando por Italia

Después de Bélgica, estuvimos unos días en Italia, en plan más tranquilo. Excursiones, descanso, visitas, playita, cine, manjares. Lo que se dice la dolce vita... Vamos a probar el resumen de forma más sintética.

Las ruinas romanas de Altilia, antigua Saepinum.

Campobasso, capital de la región de Molise.

Matera, patrimonio de la Unesco, una ciudad llena de casas escavadas en la piedra. Curiosa historia y muy pintoresca.

El arco trajano de Benevento. Y buenas pizzas.

Morcone, y los bonitos pueblos en los montes de la Campania.

Termoli, en la costa adriática, calorcito y un buen baño. Lástima de viento, que lo hizo menos agradable y no nos dejó navegar hasta las islas.

Capri, Bonito paraje, en la que los ricos navegan y los pobres caminan. Algo cara, y mucho calor.

Stadio en directo, lecciones de pop italiano.

Y Roma, que siempre vale la pena, aunque sea solo para un paseo.

Así, resumiditos, unos días geniales por el sur de Italia, calorcito, buena comida y compañía. Nada más que pedir.