12 marzo 2019

La extraordinaria familia Telemacus

La extraordinaria familia Telemacus de Daryl Gregory. Una familia donde el padre es un fullero, un mago con habilidades manuales excepcionales dedicado a vivir del timo y del engaño, encuentra a una mujer con verdaderos poderes, y tienen tres hijos que tienen diferentes poderes. Parece que van a poder vivir de ello como familia espectáculo, pero la vida se tuerce y años después sus vidas son más corrientes de lo esperado, y sus nietos parecen adolescentes normales. Pero todo da un giro, porque nada es lo que parece, y vuelve a haber presencia de agentes del gobierno, líos con la mafia en temas del pasado que no se cerraron, y despertares poderosos en plena pubertad. Una comedia con elementos fantásticos, con un toque de familia estrafalaria que resulta en una lectura divertida y entretenida, que va cogiendo ritmo y tiene un final que deja atrapado al lector. candidata segura a tener algún tipo de adaptación a las pantallas.

11 marzo 2019

Graf Barcelona 2019

 La entrada al Graf

 Las paraditas del Graf

 La pizarra del Graf. Imágenes ya clásicas.

 Olivier Schrauwen y un editor feliz, por el ron o por la cola inmensa que tuvo continuamente.

 Anne Simon tampoco dejó de firmar todo el día.

El botín.

Un año más nueva edición del Graf en Barcelona, ya van siete, y está más que consolidado. Se ha convertido en un espacio catártico para el mundo de los tebeos. Programación siempre atractiva, amor al medio impreso, equilibrio entre la novedad y el patrimonio. Bueno lo de siempre, con pequeñas mejoras. Por ejemplo una ampliación del espacio infantil, con talleres, que fueron un éxito para los asistentes, los niños que por allí estuvieron sé de primera mano que se lo pasaron muy bien. De otras actividades no tengo más referencias, porque en el Graf se hace vida de pasillo, pasar por todas las paradas y acabar comprando las viñetas que más te han llamado después de la dura selección se hace difícil, no solo por lo limitado de los presupuestos, sino también porque durante ese paseo uno se va a parar incontables veces a charlar con colegas y conocidos, y más de una vez el paseo va a derivar a la cervecita en el bar. Así que necesitas toda la tarde para darte un voltio por el espacio. Pero pasa volando entre conversación y conversación, saludos y saludo. Y aún así la sensación que no has vistos a todo el mundo, ni has podido comentarlo todo. Así se disfruta el Graf, lleva años siendo así, y que continué muchos más. Parece que el Salón de Barcelona (ya no salón) ha tomado nota.