Es complicado lo del humor, no esta nada claro que es lo que puede hacer reír o no, hay cosas que pueden hacer reír a todo el mundo y cosas de las que uno mejor se tiene que reír el solo, otras mejor en grupo, porque luego si lo piensas... No hay una forma única, si no muchas, y es difícil de entender y más de dominar, por que cada cual desarrolla el suyo propio. Así que respeto a todos aquellos que lo prueban, y más si lo logran, ya que es mucho más difícil que crear una tragedia.
Porque digamos qué es lo que hace reír, qué es eso que hace que algo sea gracioso. Tomemos por ejemplo uno de los mejores chistes que se han creado: 'Va un caracol y derrapa'. Sencillo, concreto y absurdo, debe ser en este último punto la clave, una situación de cierto absurdo lo que crea el humor, al menos en ciertos casos, seguro una de las posibles causas. Pero cuán absurda es realmente la situación, primero hay que contar con que el oyente tiene conocimientos sobre biología y física, y no a un nivel básico precisamente, para poder captar los términos en los que se mueve el chiste y el caracol. Por que para alguien que no sepa que es un caracol, pues va a ser difícil imaginárselo sacando la lengua, y con los cuatro ojos desorbitados al tratar de trazar una trayectoria curva a una velocidad inapropiada. Incluso para gente que sabe lo que es un caracol se les hace difícil verlos como el suculento manjar que suponen, tanto a la llauna como con una rica salsa con chorizo picante.
Pero la idea de que son lentos si se tiene. Pero cuán lentos? un promedio alto de velocidad de un caracol de jardín está entorno a los 0.05 km/h (y no es un dato trivial de buscar), que no es muy rápido que digamos, si pensamos en términos antropocéntricos claro esta, posiblemente a escala de caracol sea una velocidad más que estresante, por mucha baba deslizante que seas capaz de ir segregando, y que luego a ver en que lechuga recuperas energías, vamos que sobre una tortuga seguro sacas la lengua por la sensación de velocidad. Pero si nos atenemos a los valores absolutos, sin hacer juicios de valor sobre los límites de velocidad no contaminantes entre gasterópodos, entramos en los términos físicos del chiste, el derrape en sí. En principio eso de derrapar es más una cosa asociada a automóviles, que al coger una curva a cierta velocidad, se pierde adherencia y se sufre un desplazamiento lateral, debido a las fuerzas centrípeta o centrifuga o alguna de esas, en las que no vamos a entrar, pues hay cierta polémica en los términos de lo que sucede en cuando uno se adentra en estos sinuosos vericuetos.
Así que si se entra con una velocidad excesiva en una curva se puede derrapar, igualmente que si se da un volantazo y se tira del freno de mano súbitamente, pero de nuevo la base de conocimientos naturales, que se adquieren de forma fundamental gracias a los documentales de la dos, nos hace deducir que no serian los frenos mecánicos uno de los elementos comunes en el diseño inteligente de estos babosos seres. Así pues se trata de derrapar por inercia, y no de deslizarse, o de resbalar, en los que acontecen otros fenómenos más relacionados con las fuerzas de fricción de las superficies sobre las que se produce el desplazamiento, y es que sobre una fina de capa de hielo y con la patada inicial, un caracol seguro bien rápido que se puede deslizar. Así el término de derrapar está asociado a ese desplazamiento lateral, que te saca fuera de la curva. Cabe ahora considerar las circunstancias culturales que hacen del derrape algo que asociado a un caracol provoca el absurdo, y es que el caracol por mucho que quiera no va a ser capaz de derrapar en una superficie que permita a ello, porque, al contrario que cualquier niño que en los 80 bien sabía que con el pie al suelo y el freno de atrás conseguía un bello derrape, con el que bajarse de la bici se convertía en todo un acto de clase y estilo, pero un caracol carece de dedos pulgares para realizar tales acciones, así que no es un ser a ser considerado apto para ello, lo que lo convierte en una imagen absurda, como la de un elefante cualquiera, incapaz también de ir en bicicleta, por no poder tocar el timbre por carecer de estas indispensables y hábiles extremidades. Así que el absurdo es que sea un caracol, y no una tortuga, que podría ser otro paradigma de baja velocidad, pero al tener dedos ya se la considera de otra manera, incluso capaz de ganar carreras a liebres, si es que ello fuese necesario. En cambio un caracol, con subir montañas, enseñar cuernos, y estropear lechugas tiene más que suficiente, y como mucho pueden encontrar un digno final en una tapa bien aliñada para acompañar una fría cerveza.
Concluimos pues que esto del humor no es baladí ni sencillo, aunque hay ciertas reglas universales que si hay que cumplir: Nunca hay que explicar la gracia de un chiste.
Porque digamos qué es lo que hace reír, qué es eso que hace que algo sea gracioso. Tomemos por ejemplo uno de los mejores chistes que se han creado: 'Va un caracol y derrapa'. Sencillo, concreto y absurdo, debe ser en este último punto la clave, una situación de cierto absurdo lo que crea el humor, al menos en ciertos casos, seguro una de las posibles causas. Pero cuán absurda es realmente la situación, primero hay que contar con que el oyente tiene conocimientos sobre biología y física, y no a un nivel básico precisamente, para poder captar los términos en los que se mueve el chiste y el caracol. Por que para alguien que no sepa que es un caracol, pues va a ser difícil imaginárselo sacando la lengua, y con los cuatro ojos desorbitados al tratar de trazar una trayectoria curva a una velocidad inapropiada. Incluso para gente que sabe lo que es un caracol se les hace difícil verlos como el suculento manjar que suponen, tanto a la llauna como con una rica salsa con chorizo picante.
Pero la idea de que son lentos si se tiene. Pero cuán lentos? un promedio alto de velocidad de un caracol de jardín está entorno a los 0.05 km/h (y no es un dato trivial de buscar), que no es muy rápido que digamos, si pensamos en términos antropocéntricos claro esta, posiblemente a escala de caracol sea una velocidad más que estresante, por mucha baba deslizante que seas capaz de ir segregando, y que luego a ver en que lechuga recuperas energías, vamos que sobre una tortuga seguro sacas la lengua por la sensación de velocidad. Pero si nos atenemos a los valores absolutos, sin hacer juicios de valor sobre los límites de velocidad no contaminantes entre gasterópodos, entramos en los términos físicos del chiste, el derrape en sí. En principio eso de derrapar es más una cosa asociada a automóviles, que al coger una curva a cierta velocidad, se pierde adherencia y se sufre un desplazamiento lateral, debido a las fuerzas centrípeta o centrifuga o alguna de esas, en las que no vamos a entrar, pues hay cierta polémica en los términos de lo que sucede en cuando uno se adentra en estos sinuosos vericuetos.
Así que si se entra con una velocidad excesiva en una curva se puede derrapar, igualmente que si se da un volantazo y se tira del freno de mano súbitamente, pero de nuevo la base de conocimientos naturales, que se adquieren de forma fundamental gracias a los documentales de la dos, nos hace deducir que no serian los frenos mecánicos uno de los elementos comunes en el diseño inteligente de estos babosos seres. Así pues se trata de derrapar por inercia, y no de deslizarse, o de resbalar, en los que acontecen otros fenómenos más relacionados con las fuerzas de fricción de las superficies sobre las que se produce el desplazamiento, y es que sobre una fina de capa de hielo y con la patada inicial, un caracol seguro bien rápido que se puede deslizar. Así el término de derrapar está asociado a ese desplazamiento lateral, que te saca fuera de la curva. Cabe ahora considerar las circunstancias culturales que hacen del derrape algo que asociado a un caracol provoca el absurdo, y es que el caracol por mucho que quiera no va a ser capaz de derrapar en una superficie que permita a ello, porque, al contrario que cualquier niño que en los 80 bien sabía que con el pie al suelo y el freno de atrás conseguía un bello derrape, con el que bajarse de la bici se convertía en todo un acto de clase y estilo, pero un caracol carece de dedos pulgares para realizar tales acciones, así que no es un ser a ser considerado apto para ello, lo que lo convierte en una imagen absurda, como la de un elefante cualquiera, incapaz también de ir en bicicleta, por no poder tocar el timbre por carecer de estas indispensables y hábiles extremidades. Así que el absurdo es que sea un caracol, y no una tortuga, que podría ser otro paradigma de baja velocidad, pero al tener dedos ya se la considera de otra manera, incluso capaz de ganar carreras a liebres, si es que ello fuese necesario. En cambio un caracol, con subir montañas, enseñar cuernos, y estropear lechugas tiene más que suficiente, y como mucho pueden encontrar un digno final en una tapa bien aliñada para acompañar una fría cerveza.
Concluimos pues que esto del humor no es baladí ni sencillo, aunque hay ciertas reglas universales que si hay que cumplir: Nunca hay que explicar la gracia de un chiste.
8 comentarios:
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(y no hase falta disir nada más, que deia aquell...)
Pero... no ha dicho cómo influye el diseño aerodinámico del cascarón en todo el proceso ni en la necesidad de que esté bien encerado. Y sí que tienen pulgar, lo que pasa es que se hacen la manicura coreana (eso de que en cada uña te pintan un oso panda encaramado a un cerezo en flor) y no pueden hacer uso de sus micropulgares para no hacer trizas tan bella estampa.
Lo que no sabía era lo de los elefantes y los timbres de las bicicletas... para que luego digan que la evolución es sabia...
Su sentido del humor juguetea peligrosamente con el lado absurdo de la vida, no lo pierda ;D
Estooooo...ya está todo dicho, ¿no?
Nunca hay que explicar un chisteRecuérdeme que nunca le pida que me cuente un chiste...
No es lo msimo contarlo y luego explicarlo. Los chistes no se explican se cuentan... (aunque lo de explicar puede resultar confuso...)
Em comença a preocupar els efectes que li provoquen les magdalenes el berenar... No hi posarà algun additiu?
Concluimos pues que esto del humor no es baladí ni sencilloCert... Muchachada Nui no fa gràcia, per exemple ... :-P
Nunca hay que explicar la gracia de un chiste.Segons quines persones, no cal no que expliquen acudits (jo mateixa, una d’elles. La meva memòria acuditistica és nul•la.
Però és pitjor que t'expliquin un acudit mentre l'estan dient... (que hi ha gent que ho fa...que si...)
I parlant de cargols...i d’additius...Bé, millor demà...Ja en parlarem demà...
Ostres…
Ja ho entenc….
Ara ho entenc….
Post patrocinat?
Depende. Nada es casual?
Nada es casual?Ai… és maco (i necessari) pensar que si… L’atzar… Però...
(..i li pregunta a una fan de les cartes astrals … )
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