Los Campesinos!

Se alinearon los astros y el martes por la noche pudimos ir a ver a Los Campesinos! en la inauguración del City Hall Barcelona como sala de conciertos, con aforo para unas 500 personas, parece un buen local para conciertos más íntimos, y cercanos, y la han montado bien, la calidad de sonido no está nada mal, y tienen la experiencia de funcionamiento como club.

Y los Campesinos bien, tocaron sus temas más conocidos y los del último álbum, aunque no se si alguna nueva del álbum que están grabando, creo que no, y sonaban bien, así que bien, aunque quizás algo tensos o dubitativos en el escenario, puede por la tensión de la grabación, puede por los cambios en la formación, o porque se pusieron demasiado a tono antes, pero sonaron bien, y estuvo bien.

Pero vamos por pasos, porque llegar a este concierto tiene su historia. Una historia de como funciona las redes sociales en esto del siglo XXI. Los Campesinos es un grupo formado en Cardiff, diríase galés pero parece ninguno de sus componentes es de por allí, así que digamos música británica. Yo los descubrí allá por el 2007 cuando andaba por Alemania, en unas de esas exploraciones de la red de las que la verdad ahora hecho en falta el tiempo o la inspiración para hacer, como cambian los hábitos en la red en poco tiempo... Pero no nos desviemos, estaba yo navegando por enlaces y encontré los videoclips de este grupo y me gustaron, de ahí al primer disco y a tenerlo como uno de los fijos en el reproductor, y como ahí se queda la música acumulada se acaba convirtiendo en banda sonora habitual, así que así conocemos a los Campesinos.

Y es como se convierte en un grupo que apetecía ver en directo, y va un colega y me dice que tiene entrada para un concierto de ellos en Barcelona, y yo le digo que cabrón que no avisa, y claro me avisa que es un concierto solo con invitación, que no hay venta de entradas, y vaya, que como yo no me enteró de nada, pues nada. Y es lo que tiene vivir en una gran ciudad, todo es a nivel de círculos o de lo que leas por internet, pero es imposible estar a todo. La cosa es que el colega le comenta a otro colega nuestro interés, y este colega da casualidad que se ha enterado que los Campesinos estarán por Barna porque vienen a grabar por aquí. Y les contacta por twitter y les da info para comer bien por la ciudad, y ellos le dicen que se lo recuerden cuando toquen, y además por otros medios este colega pilla entradas propias, así que llegado el día le recuerda su oferta pero dándole nuestros nombres. Así parece tenemos el acceso de forma inesperada vía la guestlist de los artistas. Guay.

Pero llega el momento de la entrada, y los artistas las redes, nunca se sabe, y oh sorpresa, no están los nombres en la lista. Ay, ay que no entramos. Afortunadamente los de la puerta son gente enrollada, y nos dicen que puede se hayan olvidado, que esperemos 10 minutos, si no hay mucha gente posiblemente podamos pasar. Y así es el colega les enseña el timelime del twitter y nos dejan pasar. Olé, olé, para dentro, sin estar oficialmente en las listas, esa sensación de en tu fiesta me colé.

Esperábamos un concierto normal, pero ah, esto era más, como inauguración del local, primero obsequio, luego photocall a la entrada. Pero lo mejor de lo mejor, cerveza gratis, con el patrocinio de Budweiser toda la cerveza de la noche por la cara. Concierto de los Campesinos gratis con cerveza gratis. El paraíso, irrepetible, mítico, los astros se alinearon para poder disfrutar de ese momento. Sí, era Budweiser, que no es la mejor cerveza del mundo, ni de lejos, pero toda cerveza gratis sabe mejor, mucho mejor, donde va a parar. Y fresquita entra bien.

Un martes por la noche que se convierte en un viernes noche, conciertillo, cerveza a go-go, buena compañía, luego salieron los DJ Lesbianos (componentes de Love of Lesbian) a hacer sesión popera electrónica, que con esa sensación de viernes bien, y como todo era pronto pues tan bien. Y mientrás Los Campesinos salén por ahí para charlar con gente, y aún van y se dejan hacer fotos con ellos, pues que más quieres. Lástima que no era viernes sino martes, y hay que coger el metro como Cenicienta, para madrugar el miércoles, y volver al mundo real.

Pero que nos quiten lo bailao. Que grande.