15 marzo 2020

Cata de cervezas comerciales


El tema cerveza artesana ha evolucionado mucho, y es un gustazo poder ir probando cervezas cada vez con más facilidad. Pero todavía tienen un gran handicup, su precio, habitualmente mucho más elevado que el de las cervezas comerciales, que por otro lado todavía siguen acaparando el 90% del mercado. Así que tener una alternativa comercial aceptable de fácil acceso y relativamente económica es un tema a tener en cuenta. Al fin y al cabo, si son tan vendidas alguna tendrá que haber que no sea tan mala. Además que copando el mercado como lo copan muchas veces no queda otra alternativa que escoger entre ellas. 

Así que cogimos 8 cervezas que son punta de lanza de las marcas comerciales en estos lares y que son fácilmente adquiribles en los supers que más frecuentamos. Todas cogidas en lata, y con un coste inferior al euro. Las ocho escogidas para iniciar esta busqueda son:

  • Estrella Damm. 5.4%. La lager comercial por definición en Cataunya. Más que conocida. Y orgullosa de su arroz mediterráneo.
  • Xibeca. 4.6%. La alternativa suave y popular de Damm, una cerveza que prácticamente renombró a la litrona en Barcelona.
  • Moritz Original. 5.4% La competencia local a Damm, una cerveza que venía a competir directamente con la Estrella. Y que no se si se sigue fabricando Ambar.
  • Moritz 7. 5.5% La novedad de Moritz, promocionada en los súpers, dicen 100% malta, la más alcohólica de las ocho.
  • San Miguel Especial. 5.4%. Originaria de Filipinas, se separaron y aquí fue una marca catalana nunca catalana, ahora con Mahou es la mayor cervecera estatal. Y sigue con su mala imagen. San Miguel en lata...
  • Mahou Clásica. 4.8%. Las Mahou eran cervezas del centro de la península, más difíciles de encontrar por la ciudad condal, pero todo cambia, y parece llegan más ahora. Tenían aquella puya con Damm con lo de Mahou, un sabor de cinco estrellas.
  • Estrella de Galicia.5.5%. En Galicia era la reina, el buque insignia de los hijos de Rivera. Damm la quiso comprar, se cabrearon y su introducción en Catalunya ha sido muy fuerte.
  • Cruzcampo Pilsen. 4.8%. Del sur la estrella es la Cruzcampo, y probablemente la cerveza con peor reputación del país. Pertenece a Heineken.
Hicimos la cata a ciegas. Se puso cada cerveza en un vaso previamente etiquetado sin que uno de los catadores supiese el orden, posteriormente este mezclo los vasos para que el otro catador tampoco supiese el orden. Se probaron consecutivamente anotando las sensaciones y puntuando una tabla de sabores. Toda presentan un color claro similar, solo dos parecen un poco más oscuras, Estrella de Galicia y Moritz, como de maltas ligeramente más tostadas, o menos contenido de arroz o maíz. Al poco de estar servidas es muy difícil apreciar cualquier aroma de ninguna de ellas. Y el sabor de todas ellas presenta pocas diferencias, en todas destaca lo neutro, lo dulzón, el poco cuerpo. Luego cada una tiende a más floral o más afrutada, siempre con mucha ligereza. Las sorpresas vinieron a la hora de la identificación y el orden de gusto. Las más usuales y conocidas fueron las que menos nos convencieron. Y por otro lado las que tenían peor fama no acabaron tan bajas como se esperaba, quizás porque su sabor era más desconocido, o el orden de cata. Por ejemplo, la Cruzcampo a priori no nos pareció tan mala, luego en la puntuación por sabores es la que más destaca en sabor afrutado, quizás eso es lo que la pone en peor que a otras. 

En puntuación por sabores estos son los resultados.

Catador r.

Catador v.

Promedio.

Pocas diferencias y solo una marco algo la diferencia. La nueva Moritz 7. Que puntúa además más alto en los sabores que se le suponen a una lager. No por casualidad es la única que no lleva ni maíz ni arroz para clarificarla ni endulzarla. Y es que por aquí somos muy de la reinheitsgebot, la ley de la pureza de la cerveza alemana, que limita que poner en la cerveza, y desde luego ni arroz ni maíz están entre los ingredientes. La única que salvamos pues la única 100% malta, y será la referencia para futuras comparaciones. El resto, el resto se hizo pesado en su dulzor y poca personalidad, y se quedaron sin acabar tras la cata.

09 marzo 2020

The ten-cent plague

The Ten-Cent Plague: The great comic-book Scare and how it changed America de David Hajdu un gran trabajo que investiga la historia de como la censura y el buen gusto destruyeron una industria y un arte como los cómics en los años 1950's en los Estados Unidos. Una locura que llevo a cientos de personas a quemar tebeos en hogueras por el simple hecho de que atentaban contra su buen gusto, con la excusa que alteraban las mentes de los niños y los convertían en delincuentes. Una locura que marco el devenir de todo un arte, siempre menospreciado, las viñetas y el contar historias con dibujos ha sido desde despreciado, infravalorado o perseguido como cuenta Hajdu. Y es que el que que desde siempre haya sido un arte muy relacionado con el proletariado y enfrontado a los poderes le ha pesado toda su historia. En fin, que conocíamos la historia del fin de los cómics de horror en los años 50, pero con este libro tenemos todos los detalles del asunto. Una horda que se extendió por todo el mundo y paralizó el desarrollo del medio en todas partes.

https://twitter.com/acolostico/status/1236920315969777665?s=20

17 febrero 2020

Semiosis

Semiosis de Sue Burke. Novela sobre la colonización de un planeta donde las plantas también son inteligentes y pueden llegar a comunicarse con los animales e incluso manipularlos, al ser fundamentales para su supervivencia. La novela se centra en como unos humanos se enfrontarán a ese nuevo mundo que quieren sea su hogar, en frente a otros seres inteligentes, tanto animales como plantas. Un poco de relato de frontera clásico, la percepción muy americana de temas como la comunidad o el socialismo y el bien común, tornado en mutualismo, no vaya a ser. Muchos detalles de química orgánica para darle un poco de toque hard. Colonos un poco hippies, y en fin, todo el tema de ver quién controla a quién humanos o plantas. Entretenido, pero no ha despertado ni pasión ni mucha sorpresa, quizás el tema plantas no sea uno de mis favoritos, quizás la ciencia ficción ya no es un género para mi. Pero la sensación de que estos temas ya los he leído pero ahora se hacen con una actualización a las nuevas realidades sociales que quizás sea tan necesaria pero que en realidad aporta poco de novedad al fondo del planteamiento fantástico o al sentido de la maravilla del género. Vamos que voy leyendo algunas de las cosas de CF más destacadas con premios y criticas de los últimos años y me están dejando bastante frío. Hay segunda parte, pues ya veremos si cae.

24 enero 2020

Vigilancia permanente

Vigilancia permanente de Edward Snowden. Son las memorias del propio Snowden, que años después de su filtración a los medios del nivel de espionaje al que sometía los USA a todo el mundo decide explicar en primera persona su experiencia y los motivos que lo llevaron a ello. Una historia de espionaje de el ciberpresente, que complementa los trabajos que ya hicieron los periodistas a los que filtro la noticia como el libro de Glenn Greenwald o la película documental de Laura Poitras (lo de Oliver Stone es otra cosa). Snowden es un tipo inteligente y sabe que aquello ya estaba contado, así que se centra en su vida y lo que no se sabía, y en su familia y las consecuencias de convertirse en un exiliado y una de las personas más perseguidas por el gobierno de los USA. Digno de admiración su decisión de revelar como nos pueden vigilar a todos y saberlo todo, los hábitos en la red han cambiado un poco gracias a él. Y más que deben cambiar, y exigirles más a nuestros gobernantes. Difícil está la cosa.

26 diciembre 2019

El enemigo conoce el sistema

El enemigo conoce el sistema de Marta Peirano. Un libro que repasa el estado de lo que a principios del siglo nos decían eran las nuevas tecnologías. Un buen repaso histórico sin miedo a tomar partido y quitar caretas. Hay muchas cosas que ya conocíamos, peor siempre esta bien verlas ordenadas, y aprender algunos detalles desconocidos. En resumen

1. No dejes que la máquina decida por ti. Aunque están diseñadas para que caigas en ello. Continuamente.
2. La nube no es etérea. Son muchas infraestructuras muy tochas controladas por grandes y oscuras corporaciones. Cuida tus datos y mira a quien los cedes.
3. Tus metadatos están más que vendidos. Y lo dicen todo de ti. Grandes empresas y gobiernos tienen la capacidad de analizar el conjunto y la unidad. Básicamente en esto estamos jodidos. Pero tampoco sería cosa el ponérselo tan fácil. Pero claro, punto 1.
4. Y además nos vigilan, a un nivel que es el sueño húmedo de cualquier empresa o gobierno.  Con un nivel de conocimiento de lo que hacemos a nivel grupal como individual.
5. Había una red bonita, con un software libre de licencias abiertas y colaborativas, de redes resistentes. Y hay un capitalismo neoliberal que ha sabido poner vallas al campo y sacar tajada de todo, y encima parecer genios y salvadores de la humanidad.
6. Unas redes que solo miran por el dinero, y no para que se usan, lo que ha permitido, provocado que ganen los males, que las usen sin ética ni pudor. Y que en general andemos todos más jodidos.

En fin, que esta bien saber a que nivel estamos vigilados, manipulados, controlados. Y que pocas alternativas tenemos. Aunque existen, y quizás haya que hacer el esfuerzo de usarlos. Aunque quizás también sea más útil pedir responsabilidades a nuestros representantes. Pero parece que tal como están las cosas, más vale que nos vayamos afeitando. Como poco estar un poco informados del percal.