Denominazione di origine inventata de Alberto Grandi. Con ánimo de polémica, Grandi que es historiador, viene a demostrar que muchas de las historias entorno a los alimentos con denominación de origen no son más que leyendas inventadas recientemente como herramienta de marketing sobre productos que son más recientes de lo que la gente se piensa y que optan con esa herramienta como proteccionismo en un mundo de capitalismo desbocado. Una protección de originalidad y regionalidad que solo tiene sentido en un entorno de capitalismo sin sentido, llegando a cosas tan absurdas cono productos protegidos con ese sello que solo se pueden vender en el sitio donde se producen. Una historia de comida típica italiana que viene de los años 70 y 80 del siglo pasado, con idas y vueltas en la inmigración italiana y que replantea mucho de esos productos tan típicos como el panetone, que de hecho surge como un postre industrial que solo con el tiempo se convierte en artesano. La primera parte del libro se basa en contar la historia de la comida italiana, y demostrat que la internacionalmente reconocida comida italiana es una invención tan cercana como mediados del siglo XX. La segunda parte del libro va presentando diversos ejemplos de productos con más leyenda que historia, y como la lógica de las denominaciones de origen y productos protegidos ha dado dos tirabuzones y medio en ciertos productos italianos. Pero es más una queja histórica y económica que un ataque a la italianidad, Grandi desde luego defiende la realidad, la identidad y la excepcionalidad de los productos italianos, en ese aspecto no deja de ser muy nacionalista, y defensor de unos productos locales. Así que la polémica es un poco así, seguramente más por el título que por haberse leído el libro. Pero muchas de las cosas que cuenta seguramente sean extrapolables a otros lares del Mediterráneo y de Europa. Otra forma de leer sobre historia y comida.
01 febrero 2025
20 enero 2025
Millennium angst
Hace nada de la salida de un nuevo disco de Bad Bunny y parece que será un éxito de público y de crítica, ya es comentado por gente que no escucha exclusivamente reggaeton, ni a Bad Bunny habitualmente. Es ya una figura pop de primer nivel y para estar al día hay que escucharlo, así que por esa curiosidad la hemos hecho. Y nos hemos encontrado con un regreso a las raíces, al reggaeton de temas ya más que clásicos del género, ese amor pocho, pero también algo de denuncia, y como no, regreso al pasado, a ritmos clásicos de la salsa, desprende nostalgia a muchos niveles. Mirada atrás que viene siendo algo más que habitual en muchos ámbitos de la cultura. Bad Bunny es una megaestrella no sólo porque haga música más o menos popular, también lo es porque como las grandes estrellas saben captar el signo de los tiempos y plasmarlo en su obra. Son cajas de resonancia del zeitgeist, lo captan y lo comunican creando y amplificando ese mismo zeitgeist en la sociedad.
No hace tampoco mucho que un video de una actuación de Ca7riel Y Paco Amoroso en los Tiny Desk de NPR se hizo viral. Los temas de trap del dúo lo petaron al dejar las bases electrónicas y ser interpretados por una excelente banda con mucho funk. Otra mirada del presente al pasado. Lo nuevo tiene que ser viejo al mismo tiempo, no podemos desanclarnos del pasado. Entre el reguetón de Bad Bunny y la gasolina de Daddy Yankie han pasado 20 años, el mismo tiempo que entre el Sugar Brown de los Rolling Stones y el Nevermind de Nirvana.
En el cine más mainstream no se dejan de producir sagas, preguntas o remakes. O esa sensación deja el cine en los últimos años, al menos en lo más comercial, en la sensación general. Y no quiere decir que en los márgenes de la creación no se esté avanzando, o creando cosas más o menos nuevas. Pero no llegan al gran público, que no está en esas resonancias. Estamos en un mainstream más de más de lo mismo. En un eterno bucle de nostalgia ochentera que ya es paródico.
Y es que tenemos miedo al futuro.
El tiempo pasa y ya estamos en un cuarto de siglo, que no es un siglo cualquiera. Es un nuevo milenio. Del que nos vendieron muchas expectativas, el siglo XXI era el futuro en mayúsculas. Pero nació pocho. Casi empieza con el miedo al bug del milenio, un aviso solventado con técnica y miles de informáticos picando código durante meses. Salvado el susto el siglo empezó de verdad con la caída de dos torres, el terrorismo nos hacia vulnerables, y la venganza dejó un mundo menos seguro. Ya ni recordamos lo complicado y burocrático que se ha vuelto subir a un avión, lo hemos normalizado, pero tantas capas de seguridad transmiten miedo. Y aún así hubo más atentados, y guerras.
Luego estalló una crisis económica, que dejó a muchos en la ruina, y aumentó la diferencia entre los que no pueden dejar de vivir con el miedo de no llegar a fin de mes y los que aprovecharon a acumular más de lo que podríamos soñar. Resultó que habíamos soñado por encima de nuestras posibilidades.
Y vino una pandemia y nos hizo a todos vulnerables, y nos encerramos en casa, con más incertidumbre y pavor ante virus invisibles.
Y una espada de damocles no ha dejado de pender sobre todos, grado a grado los veranos son más cálidos, las lluvias más torrenciales, las sequías más severas, los incendios más abrasadores. Un cambio climático del que somos causa y sufrimos sus efectos en una escala temporal incontrolable.
Desde luego no es el futuro soñado que nos prometieron para el siglo XXI. De hecho tampoco es que fuesen cosas que no hubiesen pasado antes, según como se mire es simplemente un poco la historia repitiéndose. Si no fuese porque el capitalismo se siente libre y canceroso. Todo sirve para alimentar la doctrina del shock. Para que el presente sea no el futuro soñado sino la distopía no tanto predicha como advertida en la CF de los 70 y 80. El presente es distópico y cyberpunk.
O la sensación que se ha creado al menos es esa. Porque el presente es el futuro del que teníamos miedo. Y si el presente es distópico el futuro… Así que el futuro da miedo, y ese futuro es el presente. El futuro de un nuevo milenio crea un angst global. Un millennium angst que nos afecta a diferentes niveles, más allá de un bug de ordenadores, se ha convertido en un bug en nuestra sociedad occidental. Y para otros un programa a usar, porque ese miedo al futuro lo han convertido en un exploit, y como estamos en un nuevo milenio y el presente es el futuro, es un exploit que retroalimenta ese angst para favorecer los intereses de unos pocos. Intereses motivados por el miedo, miedo a unos cambios que parecen necesarios pero que una élite apalancada no quiere ni puede permitir.
Y antes de que empezará el milenio Yoda ya nos avisó:
«El miedo es el camino hacia el lado oscuro, el miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento, el sufrimiento al lado oscuro.»
Como si estuviese dictando el camino de nuestro milenio. No es de extrañar que las fuerzas reaccionarias hagan uso del miedo para sus fines, y de crearlo y fomentarlo. Y si el futuro da miedo que mejor que volver al pasado. A la nostalgia. Y negar el futuro, que es nuestro presente, negar el cambio climático, negar las vacunas, negar la ciencia que avanza, negar que el capitalismo tiene alternativas factibles y viables. Y si el presente no es el prometido, alguien tendrá la culpa. Y tras el abuso de la responsabilidad personal para evitar la responsabilidad corporativa; la culpa del cambio climático la tienes tú por no tirar el papel al contenedor azul, no las cuatro compañías que producen el 90% de las emisiones… Aquí que buscar nuevos culpables, empecemos por los políticos de siempre, que no han sido capaces de crear el futuro prometido. Y que no tienen el valor de tomar las decisiones que eviten la distopía. Y luego los otros, los de fuera, que vienen a quitarnos nuestro futuro prometido. O los modernos que son egoístas en su necesidad de generar una identidad que les permita sobrevivir al angst del milenio. Es fácil crear un discurso, y crear la propaganda que se basa en el miedo y lo retroalimente. Más si además cuentan con todas las puertas del campo, el control de toda la propaganda. Han conseguido guiar ese miedo a sus intereses económicos, a ese capitalismo acumulador que hace la transición del consumista al usuario como producto, las personas son los nuevos bienes intercambiables en manos de una oligarquía tecnológica feudal.
Así estamos en que tenemos más miedo al futuro, que a los nazis.
Tenemos una ansiedad acumulada tan grande, que ya no podemos reaccionar sin miedo a las posibles consecuencias. Podemos ver un holocausto en directo y quedarnos sin respuesta, sin reaccionar. Y nos venden que hay que ser equidistantes, y asentimos, y que la culpa es nuestra, que nos polarizamos. Y sin embargo no existe polarización posible entre los derechos humanos y un holocausto. Es imposible. Y ahí está ese razonamiento presente en nuestras vidas, tranquilamente. Noqueados, mirando las luces de un coche en la carretera aproximándose a toda velocidad pero inmóviles como liebres, pensando que sería peor saltar hacia un oscuro bosque.
Paradójico es también que los que financian ese neoliberalismo de extrema derecha tan desquiciado lo hagan también por sus miedos. Ricos que temen el futuro y se construyen refugios en lugares remotos como Nueva Zelanda, que acumulan dinero y poder por lo que pueda venir. Y que sueñan con colonizar Marte, porque es el futuro prometido del que pueden ser mesías, en lugar de enfrentarse a los problemas reales. Todo es negocio.
Pero en la caja de Pandora siempre queda algo al fondo. Hay corrientes que han visto ese miedo real, y sobre todo ese miedo artificial creado por los malos y crean alternativas y respuestas positivas. No es casualidad que una de las corrientes de ciencia ficción más en boga sea el hopepunk, en un género, que generalmente no intenta prever el futuro sino que avisa del presente, aparece una corriente dentro de él en el que los personajes en lugar de dejarse arrastrar por el escenario antiutópico eligen hacer lo correcto. El hopepunk propone la esperanza como motor narrativo. Una muestra de respuesta positiva a ese angst del milenio. Hay que leer a gente como Cory Doctorow, preclaro en su análisis del presente para quitarse el miedo de encima y ver las soluciones.
Quizás esto solo sea un overthinking, pero quizás sea el momento de Stop worrying and love the bomb. Y FCK NZS.
30 diciembre 2024
Reseñas en las naves (14)
A modo de recopilatorio, que ya hacía tiempo de la última, las reseñas en 13 millones de naves durante el segundo semestre de 2023 y todo el 2024:
- Roaming. Mariko Tamaki y Jillian Tamaki. La Cúpula 2023.
- Oli y el misterio de la nueva / Boris, Babette y los terroríficos esqueletos. Tanja Esch. Liana Editorial 2023.
- Problemas Gatunos 2 ¡Perdidos!. Mason Dickerson. Brúfalo/La Cúpula 2024.
- Gertrude Stein y la generación perdida. Eva Rossetti y Valentina Grande. Liana editorial 2024.
- Imbécil. Camille Vannier. ¡Caramba! (Astiberri) 2024.
- Amanecer roto. Jason. Astiberri 2024.
- Planeta Pu 1. Cambio de planes. Cecilia Moreno y Miguel Can. Liana editorial 2024.
- La pequeña genia y el monstruo del valle. Álvaro Ortiz. Astiberri 2024.
- Crónica del 42º Cómic Barcelona 2024.
- Tiko y Mika, el niño aliñado. Raquel Bonita. Liana editorial 2024.
- El anillo de la serpiente. Anna-Lina Mattar. Garbuix Books 2024.
- ¡Salvemos el bosque! Nora Dåsnes. Liana editorial 2024.
- Mundo Subatómico. Fermín Solís. Salamandra Graphic 2024.
- Pyrrhus. Las futrísticas aventuras de Rich Tex Format. Jan. Amaníaco 2024.
- Gruñón. Josephine Mark, Annette Pehnt, Jutta Bauer. Astiberri 2024.
- El rey de los caracoles. David Pamies y David Sánchez. Dolmen 2024.
- Loops: El universo y sus teorías: una conversación con Carlo Rovelli. Elisa Macellari, Luca Pozzi. Salamandra Graphic 2024.
- ¡Universo! 2. Albert Monteys. Astiberri 2024.
- Los pájaros que al surcar el alba. Luis Durán. Dolmen 2024.
- Lost Lad London 1. Shima Sinya. Distrito Manga 2024.
Y de nuevo colaboración en la Jot Down Cómics, en esta ocasión con tres reseñas en el número 8 con los mejores tebeos de 2023. Por mi parte reseñas de:
- El gran libro de Cuttlas. Calpurnio. Reservoir Books 2023.
- Ruido. Antonio Hitos. Astiberri 2023.
- Tiburón Blanco. Genie Espinosa. Sapristi 2023.
27 diciembre 2024
Algunos tebeos del '24
Un año más que se acaba, y un año más que vamos con el resumen de tebeos leídos, una selección de lo que personalmente me ha llamado la atención. Este año han sido unos 172 tebeos, de nuevo con gran peso para el manga, la selección con criterios personales y variopintos, y ante un mercado en el que la oferta es inabarcable, las lecturas caen dependiendo de las circunstancias y el momento. Cada vez más consciente que no es que tebeos interesantes se queden en la librería, si no que buenos tebeos se quedan ahí, incluso sabiéndolo. Pero los precios que aumentan, la oferta desmesurada, y el espacio reducido, como los sueldos, y que uno lleva mucho tiempo leyendo y con vicios más que adquiridos. Pues como siempre, que leo lo que leo, y cada vez intento caer menos en el hype, el fomo, etc. Aunque es difícil. Esos formatos lujosos inmanejables y come-espacio de 50 euros ayudan a resistirse, y dejar esos mamotretos en las librerías, y sin embargo el mercado…
Así que como siempre, lista numerada pero sin clasificación. 10 títulos nacionales, tal como entiendo yo que sea un título nacional (y en eso soy poco ortodoxo y me hago pocos problemas). Otros 10 de procedencia europea, 5 para los que vienen de los Estados Unidos o del resto del mundo (o no, ya veremos), a excepción del manga, que tiene sus otros 5 seleccionados. El formato que he convertido ya en tradición en este blog. Vamos con la lista.
# Nacional
- Imbécil de Camille Vannier. Sin vergüenza alguna, con ese lápiz lleno de colores y tan libre de perspectivas o encorsetamientos, igual que sus anécdotas con las que leer sus tebeos es equivalente a carcajada. Y si un tebeo me hace reír, me tiene ganado.
- La pequeña Genia y el monstruo del valle de Álvaro Ortiz. Que si Ortiz saca tebeo siempre está aquí, porque la Genia es un personaje que debe quedarse, sus aventuras japonesas otra delicia, con influencias como Mizuki, Toriyama no iba a ser de otra forma. Y si no fuese así, tampoco importaba, porque Ortiz es más majo que las pesetas y se vino al cole a presentar su tebeo a los peques. Somos gustosamente imparciales con los tebeos de Álvaro.
- Un día en Beti Berdin Taberna de Asier Iturralde (Gastón). Ya habíamos catado sus fanzines de la taberna, y en este libro largo en el que relata un día cualquiera de una de esas tabernas de ciudad, con sus idiosincrasia, su tipología de clientes por franja horaria, sus habituales, pues una delicia de tebeo vasco.
- ¡Universo! 2 de Albert Monteys. Otro fijo en la lista. Nuevas historias de su Universo, ingeniosas, sorprendentes, con un humor de lo sútil a los descarado, con una crítica fina y llenas de guiños y homenajes. Pero también con un virtuosismo gráfico brutal, que no deja de maravillar con nuevas cosas a cada trabajo
- Aiguagim de Marina Sáez. Prácticamente un trabajo de investigación antropológica, lleno de humor, mucho cariño y colores a tutiplén para dar voz a un segmento de población muchas veces olvidado, señoras mayores que acuden al gimnasio y en el que establecen una red social solidaria.
- Coll. Trayectoria de un historietista insólito de Josep Coll / Luis Garbayo Erviti. Hace 100 años que nació un genio de la historieta como Coll, un maestro del gag con poco, de una línea clara con la que mostraba un dinamismo envidiable. En otros lares sería una estrella del medio, aquí al menos tenemos esta antología para ver su lápiz y disfrutar de su humor. Patrimonio.
- Cosmo en el espacio de Javi de Castro. Un derroche de ingenio, de darle vueltas a una cosa para que todo funcione. Un tebeo que se lee de adelante atrás y de atrás adelante girándolo. Una golosina para los peques, pero que a poco que te gusten los tebeos te quedas enganchado con la boca abierta ante tal filigrana.
- Un oscuro manto de Jaime Martín. Menudo artesano de contar historias es Martín, de nuevo con esa línea suya tan precisa, nos cuenta una historia llena de suspense, con algún toque sobrenatural, tan universal y a la vez nos revela la historia de unas mujeres perseguidas y menospreciadas que vendían remedios en los Pirineos más recónditos e inaccesibles por la civilización, una historia muy local enmarcada en la represión franquista.
- Shum de Jaume Capdevila/Kap. Mostrando su bicefalia Kap pone sus lápices al servicio de sus conocimientos sobre la historia del humorismo gráfico y los historietistas de otra época para que en su segunda novela gráfica nos presente la vida del dibujante anarquista Shum, caso muy sonado en su época, víctima de la represión y hoy poco recordado. Memoria histórica.
- Los pájaros que al surcar el alba de Luis Durán. Regreso de este orfebre de los tebeos, con su personal dibujo de trazos, con una historia de personajes normales de otra época, que con su día a día y sus conversaciones tejen dos historias que al final entrelazan, y con las que explora el tiempo en muchos de sus aspectos experimentando con él en uno de los medios que más dependen de él.
Pero siempre hay más tebeos hechos desde aquí. El regreso a los tebeos de Clara Soriano con Malababa y las bayas azules, una pequeña delicia gamberra para peques. La continuación de las aventuras americanas de ¡García! 5 de Santiago García y Luis Bustos. El humor sobre pijos del Jueves recopilado de Niña Pija de Guille. Más humor y crítica social el de Hecha a si misma de Alicia Martín Santos. O como escribir de música sin usar palabras en el homenaje a Talking Heads de Si bailáis entendereis mejor las letras de Lorenzo Montatore. Ese thriller lleno de giros y sorpresas entre el presente de trepas y el pasado de la Guerra Civil donde idealistas salvaron obras de la humanidad en Plan de huida de Agustín Ferrer Casas. O más clásicos como el gusto por dibujar que muestra Daniel Torres con su Roco Vargas en Memorias de un futuro que no fue, o la nueva aventura de Corto Maltés en la La línea de la vida de Juan Díaz Canales y Rubén Pellejero, esta vez llevándolo a México.
# Europeo
- La esperanza pese a todo. Tercera y Cuarta parte de Èmile Bravo. Suerte que ha llegado la conclusión de esta historia de Spirou que intenta reflejar como habría sido su existencia en la retaguardia de la Segunda Guerra Mundial, mucho humanismo y mucha línea clara de la que nos gusta.
- Domingo flamenco de Olivier Schrauwen. Un domingo aburrido de un treinteañero, pero Schrauwen le da vueltas, crea algo, que te atrapa, aunque sepas que es solo un domingo aburrido. Crea nuevas formas de contar cosas con los tebeos.
- Sibylla de Max Baitinger. La biografía de una poeta del barroco alemán no es una cosa que a priori llame la atención, pero Baitinger evoluciona su línea minimalista y hace una aproximación a su figura que te deja absorto.
- Revolución II. Igualdad - Libro primero de Grouazel y Locard. La continuación de este retrato coral sobre la revolución francesa, han pasado unos meses y la cosa ha evolucionado. Atrapa en su nivel de detalle, en seguir la vida de gente corriente y en ese dibujo detallista. Tomando notas.
- Lucky Luke Los indomables de Blutch. Otra revisitación de los clásicos de la BD por el virtuoso Blutch, que dibuja como quiere, y que hace una historia de Lucky Luke de aires clásicos en la que no deja media página sin gag.
- ¿Quién es ese pitufo? de Tebo. Otra revisitación de clásicos de la BD, esta de mano de Tebo, con un dibujo más simpático y gamberro, le da un giro de humor que actualiza a los pequeños azules.
- Frontier de Guillaume Singelin. Con un dibujo algo chibi, con muchos detalles tecnológicos y un color de tonos pasteles evocadores construye una historia de CF de aires clásicos que funciona como un reloj.
- Loops de Luca Pozzi y Elisa Macellari. No hay muchos tebeos que se atrevan a divulgar sobre física teórica de última generación, este lo hace basándose en las conversaciones con Carlo Rovelli y consiguen explicar la gravitación de bucles con unas metáfora visuales conseguidas.
- Una fracción de segundo de Guy Delisle. El regreso de Delisle con un nuevo toque a su dibujo para explicarnos la historia de Eadweard Muybridge, y de paso la de la fotografía, de la captura del movimiento y la de los Stanford. Como maneja todo Delisle para dejarte atrapado.
- Quando Muori resta a me de Zerocalcare. Hubo un nuevo libro en Italia de Zerocalcare, en esta ocasión centrado en la relación con su padre y de nuevo tocó la fibra. Añadan el Questa notte non sara' breve, que recopila en un tebeo sus historietas sobre Ilaria Salis y la persecución antifascista en Hungría aparecidas en el Internazionale para recoger dinero para la defensa de los antifascistas. Zerocalcare comprometido como siempre y mostrando el lado correcto y que no hay equidistancia posible.
Y de Europa siguen llegando muchas cosas que son más que interesantes, como El color de las cosas de Martin Panchaud, una aventura a lo Guy Richie contada de forma abstracta y con vista cenital, como mexicanos vistos desde arriba. ¡Salvemos el bosque! de Nora Dasnes, un manual de desobediencia civil para jóvenes. Loira de Étienne Davodeau, la importancia del paisaje, del entorno para la vida de las personas en una bella historia de acuarelas. Vértigo en Groenlandia de Tanquerelle, línea clara clásica, homenaje a Hergé, y artistas en el ártico. Como siempre podrían estar entre los diez, Amanecer roto de Jason, en su minimalismo seco y el Kafka al completo de Mahler, otro minimalista ilustrando la vida del escritor checo con mucho humor. Furiosa de Geofrey Monde y Mathieu Burniat le dan un giro femenista al mito artúrico. La vida secreta dels abres de Peter Wohlleben de Fred Bernard y Benjamin Flao, divulgan sobre los nuevos conocimientos que hay sobre los árboles y los bosques, que nos hacen repensar nuestra relación con ellos. Gruñón de Josephine Mark, Annette Pehnt, Jutta Bauer, que bonita la adaptación a cómic de esta historia para peques, unas acuarelas que dan vida a la luz de los escenarios. ¡Jopé! Te juro por Arturo que así fue de Anke Kuhl, más cómic infantil alemán de calidad, este presentando memorias de infancia de la autora. La lata de guisantes de Gried Ré y Holly R., más memorias de infancia, estás de la Lituania soviética con otro dibujo encantador. Y acabamos con dos clásicos La Mazmorra Integral 6 de Trondheim, Sfar y Larcenet, que cierra la recopilación del primer ciclo de la saga, y ahora queremos ya la edición de la segunda etapa, de la que ya hay álbumes de sobra acumulados. Y para acabar la ingente Obra Hermética de Moebius, recopilación de sus cómics más libres, una muestra de como crear algo que se convierte en un hito e influencia básica para entender los tebeos desde su aparición.
# Americano
- Laberintos 3 de Charles Burns. Que bien dibuja siempre Charles Burns, que con el tercer volumen de Laberintos parece que cierra un ciclo. Adolescentes descubriendo que la vida no es la peli que se montan en su cabeza.
- Anzu y el reino de la oscuridad de Mai K. Nguyen. Aventura para peques, una niña recorre el mundo de los Kamis y los Yokais en busca de su lugar en el mundo, que a veces se encuentra en las raíces.
Y no llegamos a 5, alguno más he leído de América, pero no me han llegado a destacar. No eres tú, soy yo, que cada vez me llama menos. Quizás podríamos rescatar el Problemas Gatunos 2 ¡Perdidos! de Mason Dickerson, y algún otro cómic infantil que tienen presencia importante. Pero desde luego hace mucho tiempo que los superhéroes me abandonaron, o yo a ellos. Y cada vez más siento una mayor divergencia cultural entre lo que cuentan y lo que nos preocupa aquí. Pero cosas mías.
# Manga
- Tokio día a día de Taiyo Matsumoto. Lo destacaba el año pasado y ya está entre los escogidos, y esperemos que no tarde en llegar el tercer tomo. Está historia de amor por el manga, industria cultural y lo que vende y no vende.
- Hirayasumi de Keigo Shinzo. Sin duda mi manga favorito del momento, y el de muchos más, uno de esos mangas zen, que cuenta el día a día de gente corriente, de las pequeñas cosas que construyen la felicidad y que nos dan paz. Queremos más.
- Ao Ashi de Yûgo Kobayashi. Y este me tiene totalmente enganchado, la historia de desarrollo de Ashito y las lecciones de táctica del fútbol moderno de Kobayashi son estupendas. Y que tensión en los partidos.
- Buscadores de cadáveres de Housui Yamazaki. En 4 tomos nos dan un thriller que recuerda a las aventuras de adolescentes con aire de Stephen King y unos crímenes de fondo más que terribles y mal rolleros, una combinación y una duración comedida hacen destacar a este manga.
- Asadora de Naoki Urasawa & Co. Siguen las aventuras de esta joven japonesa, y con ellas la evolución del país, cultura pop y monstruos misteriosos. Urasawa, al que hemos visto cantar en Barcelona este año, nos sigue atrapando con sus historias.
Y mangas hay muchos más, del Japón viene tanto y tan diverso que es difícil no encontrar algo que te interes. 72 tomos leídos de unas 34 series o tomos únicos, hacen que se conviertan en el 42% de mis lecturas tebeiles. Así que podríamos destacar más cosas, como los manga de Yaro Abe, nuevo tomo de la La cantina de medianoche y sus recuerdos e historia de su padre en Torpe de nacimiento. Más manga clásico como el final de la serie de Kitaro de Shigeru Mizuki, los relatos de Melodía sentimental de Tadao Tsuge, o el experimental y melancólico Flight recopilatorio de Kuniko Tsurita. Y el drama y las hostias como panes en un icónico tomo de Joe del mañana de Asao Takamori y Tetsuya Chiba. Las series que siguen sumando tomos interesantes como el Under Ninja de Kengo Hanazawa, Atelier of Witch Hat de Kamome Shirahama, El incidente Darwin de Shun Umezawa o el Heavenly Delusion de Masakazu Ishiguro. Hemos seguido también aprendiendo reglas de juegos modernos con After School Dice Club de Hiro Nakamichi. Y hemos descubierto el amor por el jazz de Blue Giant de Shinichi Isizuka, como se puede hacer una comedia romántica con tan poco como Fumando juntos detrás del super de Jinushi, y otro de esos mangas que dan hambre, Makanai, la cocinera de las maiko de Aiko Koyama.
Hasta aquí la tradicional lista, una selección que vamos haciendo desde 2009. Con esto ya saben de pie cojeo. Hay tebeos de todos los tipos, aquí están los que están como de costumbre. Ante la avalancha de oferta, intentaremos seguir navegando y leyendo lo que podamos.
23 diciembre 2024
Año de rima, y un cuarto
Otro año que llega a su fin, y vamos para año con rima y para cuarto de siglo a toda velocidad de libro cyberpunk. Las redes hace tiempo que dejaron de ser lo que pudieron haber sido, pero el capitalismo no quiso. Y ahora mantener un blog ya vintage toma nuevos sentidos...
Así que desde aquí seguimos en una humilde esquina hiperespacial deseandoles a todos (o casi todos) lo mejor del nuevo año, en buena compañía y con mucha salud.
FELICES FIESTAS Y MEJOR 2025
21 diciembre 2024
Polostan
30 noviembre 2024
Malismo
27 noviembre 2024
El orden del día
26 noviembre 2024
La pitonisa y el idiota
La pitonisa y el idiota de Jonas Jonasson. Un personaje algo simple pero que sabe cocinar se encuentra con una profesora de física deprimida tras calcular el fin del mundo en unos días, se hacen amigos se juntan con una anciana de pelo morado, van a Roma, a una isla paraíso fiscal, se codean con los dirigentes del mundo, se hacen ricos con un plan de estafa por internet, y acaban fabricando quesos. O algo así, Jonasson vuelve a escribir la misma novela de siempre, con personajes estrafalarios pero buenos, que rozando el larguero siempre del principio de verosimilitud hace que de casualidad acaben codeándose con los grandes dirigentes que los hacen parecer menos idiotas de lo que son. Siempre simpático y amable de leer, es de esas lecturas relajadas, simpáticas de las que esbozan sonrisa, muy lejos, a años luz de Tom Sharpe, pero tampoco creo que sea su intención, pero tiene un algo que la hace contracultural y necesaria en estos tiempos, en las novelas de Jonasson las buenas personas vencen.
04 noviembre 2024
The ultimate hitchhiker's guide to the galaxy
27 septiembre 2024
Mathematics of Tabletop Games
Mathematics of Tabletop Games de Aaron Montgomery. Un libro de matemáticas aplicadas, para un nivel asequible, que va tocando los diferentes temas que son más directamente aplicables al mundo de los juegos de mesas. Los temas los deja a nivel introductorio, y son muy accesibles, es un buen repaso de términos básicos, muchas veces de matemática discreta, para acabar con conceptos más complicados como la teoría de juegos o la matemática modular. La parte de aplicación práctica al mundo de los juegos lo hace más entretenido y aplicable, y los ejemplos usados son juegos recientes y reconocidos. Muy interesante, tanto como de nicho.
25 julio 2024
Cómo dibujar un cocodrilo
Cómo dibujar un Cocodrilo de Puño. Un manual para dibujar, no para aprender, que también, pero sobre todo para retomar le gusto del dibujo, sin complicarse mucho en los prejuicios de lo que es dibujar bien o no. Muy en la filosofía de Puño, un libro lleno de ejercicios y que insinúa más que explica, hay mucho conocimiento y teoría por debajo, pero no es el caso exponerlas directamente, cuando el objetivo es otro, y parece un libro entretenido para hacer aunque de momento hemos querido leer todo el planteamiento. Pendiente está seguir todos los consejos, aunque lo de ir usando el libro como libreta nos parece poco viable, será muy punk, pero al final es más barato comprarse una libreta y trasladar el tema que ir comprando un libro para cada usuario Veremos si lo utilizamos en familia, que puede ser entretenido.
24 junio 2024
A short history of drunkenness
23 junio 2024
La sabidruría de las multitudes
22 junio 2024
El problema de la paz
06 mayo 2024
Un poco de odio
25 marzo 2024
Maniac
14 febrero 2024
Un verdor terrible
06 febrero 2024
Subcampeón
05 febrero 2024
Pirenaica
Pirenaica. Catorce crónicas de la cordillera de Ander Izagirre. Catorce días en bicicleta para ir del Cantábrico al Mediterráneo, recorriendo los Pirineos, con sus historias, anécdotas y mucho pico de esos que suenan al Tour, pasando por unos cuantos países que comparten esas montañas. No es el primer libro que leemos de este ciclista, periodista y escritor vasco, que tiene habilidad con las palabras para ser divertido en lo que explica, y que siempre presenta buenas historias de los paisajes que visita, así que tras leerle atravesar Italia y dar la vuelta al País Vasco teníamos pendiente esta travesía de las montañas más cercanas. Siempre interesante estos libros de viaje.