08 julio 2009

London up & down

El segundo día nos dedicamos a pasear por la city, y quien dice pasear dice patear todo el día y atravesarla de arriba a bajo. EMpezamos por la Argyle street, cerca de King Cross.

Camino Candem, nos cruzamos con un coche inglés aparacado bajo una virgen, supongo protectora, y me recordo una imagen muy similar que ya puse de Nápoles.

La calle principal de Camden, con esas tiendas coloreadas y adornadas, la calle llena y tenderetes por todos los lados...

Una tienda de bambas.

Otra zona del mercado, que había muchas, con una maniqui leona.

Mira que hay tiendas super fashion, y paraditas con cosas cool, y super moderno y tal, aunque se nota que menos discos que antes. Pero para tienda molona se lleva esta la palma, Cyberdog, que vendía como ropa fosforecente o algo así, a la entrada te avisan que hay luces estroboscopicas o asi, y solo entrar tienen una gogo bailando con música trance a todo trapo, y no son ni las 10 de la mañana... Y bajas a bajo y es todo ropa de plástico fosforecente, con unos empleados con crestas amarillas jugando con bolas de malabares, una iluminación rara estilo discoteca pastillera y una música que tela. Impresionante. Que moderno esto de Camden, esto no es Inglaterra, esto es el mundo... Sobretodo por la cantidad de guiris de todos lados, catalanes en particular también, que andaban pululando por el mercado. Y tanto fashion, tanta paradita, uno acaba saturado y al final, como de costumbre cuando hay mucho, pero parecido en todas las paradas, te vuelves a casa sin comprar nada...

El siguiente paso fue llegar al Regency Park, donde tienen como un jardín de la reina o de algún familiar donde se dedican a plantar variedades de rosas, y hay de muchos tipos. Fuera del jardín el típico parque grande de cesped de Londres, donde la gente se reune a corretear o tumbarse en los días soleados, y que la verdad dan un poco de envidia quepor aquí no tengamos esos parques de cesped tan grandes.

Saliendo del parque nos fuimos a pasear por otro de los tópicos londinenes, bajamos por Baker Street, la calle de Sherlock Holmes, personaje que no existio de verdad, pero que parece tiene casa y museo. Y nos metimos en Oxford Street, que viene a ser la calle de los grandes almacenes, y como era sábado o vaya a saber, estaba cerrada al tráfico, todo peatonal, y abarrotada de gente acarreando bolsas, de compras, y no todos guiris, los autóctonos también disfrutan del capitalismo como cualquiera.

Siguiendo por esas calle del centro pasas por la inevitable Picadilly Circus y su eros, que de día tienen otro aspecto, aunque siguen abarrotadas de gente. Luego tiramos hacía el sur para irnos al Southbank del Thames. Pasando por más calles conocidas, como Carnaby St., y ya eran demasiadas horas de resistencia capitalista, así que al final sucumbimos, y alguna compra cayó. Siempre queda bien decir eso de si bueno el fin de semana pasado estuve de rebajas en Londres y tal... :D

Llegamos al río, y atravesamos Hungerford bridge, ninguno de los más conocidos, pero tiene unas buenas vistas del London eye, y del Big ben.

Paseando por la ribera sur del Támesis, unas vistas del río con la catedral de St. Paul al fondo.

Y nos llegamos a la Tate Modern. Que siempre merece una visita, interesante, siempre hay alguna sala que ha cambiado. Y alguna exposición interesante, aunque cuando las cobran las cobran. Esta vez visitamos una retrospectiva del Futurismo, que estaba chula, y paseamos por la colección, que siempre apetece pasarse un ratillo por allí.

Continuamos el paseo al lado del río, una vista del puente del milenio.

Y más puertas de colores.

Y londres al anochecer.

Ya de noche pasamos por el ayuntamiento, que es ese edificio medio aboyado de cristal.

Y para acabar una vista nocturna del London bridge. Otra de los iconos londinenses.

Y hasta aquí el paseillo, en el que hubo sus momentos de descanso, con ale, que dicen va bien para recuperarse del ejercicio, y poco más daba ya de sí el fin de semana.

07 julio 2009

London & Greenwich

Pues como las vacaciones parecen tardar más de lo que parece nos hemos tomado un fin de semana para ir de paseo a Londres, una ciudad que tiene miles de cosas para ir viendo, muchas pendientes de la última visita, y muchas que se han quedado para la siguiente. Para ver más chimeneas inglesas.

Empezamos la visita el primer día por Greenwich, primero por el Old Royal Naval College.

Donde esta el salon pintado de la Universidad de Greenwich. Y al otro lado la capilla. Un poquillo sosas, pero curiosas.

Pero a lo que se va a Greenwich es a ver el observatorio y el meridiano, claro que lo del meridiano es una cosa más bien abstracta. Desde el observatorio se ven el museo maritimo, que tiene una curiosa exposición sobre la exploración del mar, celebrando mucho las expediciones inglesas del siglo XIX, y al otro lado the Queen's house.

Y este es el observatorio real, donde estan los restos de Halley, que estuvo trabajando aquí, junto a otros cuantos.

Y por lo absurdo del tema no pude evitar de hacer lo típico, estar entre el oeste y el este, aunque claro si lo piensas, que significa esta línea arbitraria, que además ya he atravesado muchas veces por tierras aragonesas...

Pero hicimos la cola para hacer la fotico al chisme que indica por donde pasa el meridiano en ese trocito de planeta. Donde dijeron, va tira desde aquí y tira... Curioso el problema de medirlos, cuanto avance produjo por necesidades marítimas. Y por Greenwich poca cosa más, el museo del observatorio esta bien, con las cosas de los relojes y las medidas del tiempo, la casa como era en la época de apogeo del tema, cuando Londres estaba lejos y no alrededor. Y luego el parque, lleno de ardillas. EL mercado del pueblo, con cosillas y poca cosa más.

Al lado también esta el Peter Harrison Planetarium. El harrison este se llevo una pasta por idear el cronómetro marítimo, y bien merecido que lo tuvo.

Por la tarde nos fuimos al museo de la ciencia. No esta mal, aunque me parecio más pequeño que el de Munich. Por gustos, la sección espacial siempre llama mi atención, como este poster checo de Valentina Tereshkova.

O una de las capsulas del programa Apollo. EL museo pues amplio, con secciones más curiosas que otras. Remarcar las reconstrucciones de las máquinas de Babagge, construidas en los 90 para demostrar si eraposible haber construido con tecnología del siglo XIX máquinas de computación, Y aunque complicado se demostro que si eran capaces de hacerlas funcionar. Aunque complicado, es una buena base para muchas de las historias steampunk.

Camino Hyde Park, las callecitas de Ennismore Gardens.

Casi parecen meditérraneas...

Pero no dejan de ser inglesas, con esas puertas coloreadas.

En Hyde park había una gran valla, cercando un concierto en el que estaban tocando los Blur. Aunque mucha gente seguía disfrutando del parque de gratis, con la música de fondo.

Y poco más ese día, alguna ale en el pub de turno y way out para el día siguiente.

26 junio 2009

La reina en el palacio de las corrientes de aire

Pues pim pam, ya nos hemos leído el 'Millennium 3: La reina en el palacio de las corrientes de aire' de Stieg Larsson. Ha sido un visto y no visto, y es que como era de esperar la tercera y última parte de la trilogía Millennium engancha tanto o más que las dos anteriores, y además es una continuación más que directa de la segunda. Los personajes principales de las anteriores, esos arquetipos con aristas que tan bien funcionan y que consiguen que empatices con ellos enseguida, para saber que les pasa, y más polis buenos y polis malos, y malos muy malos, y muchas subtramas, y acción sin parar y dialogos interesantes. Una mezcla de novela río siguiendo varios personajes, pero con los toques de novela negra, y novela de espias. Vamos, al Larsson a veces se le ven los andamios, se le va la pinza más de una vez, y más vale no profundizar mucho. Pero es igual, se le perdona todo, es puro entretenimiento y funciona al 120%, uno disfruta leyendo las distintas aventuras. Y no es algo nada fácil de conseguir, cosas como esta pasan poco, así que muchos lamentaremos la imposibilidad de leer más obras de Larsson. Pero como engancha.

25 junio 2009

Vista

Macba. 18.06.2009. Mirando hacía arriba por alguna esquina.

24 junio 2009

Hidrantes, dosis 53

Más hidrantes acumulados. Más muestras del arte objeto.




Marta, siempre insaciable, envia estos cuatro de los alrededores de Augusta Raurica (CH). Algunos curiosamente decorados, otro camuflado en un prado...



Otros tres más, estos de Hergiswil.

Y este último de Luzern. Veremos ahora por tierras menos proclives al hidrante terrestre como evoluciona su enfermedad...

Ade estuvo este invierno de excursión por los Pinrineos, y capturó este en Sort.

Este otro en Spot.

En una bonita casa de Ginestarre.


Y los dos últimos en Andorra.

Anna también hace excursiones para relajarse, y que más relajante que encontrar algún que otro buen ejemplo de hidrantes. Este de Moia.

Y este otro de Tona.

En la estación de Sants, ya abía salido alguno, otro más.

Y se quedo cerca, pero no llegó al de Cogulló de Can Torra.

Y hasta aquí otra dosis de hidrantes. Hasta que se vuelvan a acumular unos cuantos.