Bien, tras los tres posts anteriores, que espero hayan leído empezando por el principio, o sea desde abajo del todo y poquito a poco hasta llegar a este último sobre el tema...y si no al menos quedense con este.
Cada año es más la sensación, sobretodo el jueves día, que ir al Sónar, es como coger el metro e irse al extranjero...Los datos oficiosos dicen que un 40-50% de los asistentes son extranjeros, pero les aseguro que el jueves son seguro el 80% mínimo, de todas partes de Europa, pero sobretodo ingleses. Y se te queda un poca la cara de tonto, cuando una artista grita que alce la mano la gente de Barcelona, y no sean ni uncuarto de los que levantan la mano cuando preguntan por los ingleses...Y uno se pregunta, porque teniendo un evento tan cojonudo en su ciudad la peña pasa de él, es sólo la cuestión del precio de las entradas? o hay un componente cultural más importante? Porque la entrada barata no es, pero tampoco cara, vamos esta a precio de concierto, lo que te encuentras por ahí, y si el bono parece caro por ser todo de golpe, las entradas de día o de noche tienen precios más asequibles, y totalmente comparables con otros eventos, y los extranjeros están dispuestos a pagarlos junto al viaje, que cada vez es más barato, y el hotel...y aún así...parece claro que somos lo que somos, y que ir a un festival en que no hay grandes estrellas en el cártel sino que se trata de descubrir nuevas propuestas no atrae al público local como debería, en cambio Can Zam se llena cada año con los de siempre...bueno, así nos va...
A qué se va al Sónar, pues en mi caso a disfrutar de la música electrónica que no puedo deisfrutar en los medios usuales, aunque eso internet lo ha solucionado en parte, pero disfrutar de la música es siempre grande...si te dejan. Otros van a otras cosas, se toman el Sónar como una gran discoteca fashion y a ponerse desde buena hora de la mañana, en fin gente para todo...
Y la gente...bueno pues con los años la cosa ha ido cambiando, antes ir al Sónar era ver las últimas tendencias en todo, no solo en la música, pero allí descubrias como iba a ser al moda en los siguientes años, la gente iba a la última, pero en las últimas ediciones eso se ha perdido, la moda que acompaña a esta música parece haberse estabilizado, ya no ves la última tendencia, posiblemente porque la música electrónica ya ha alcanzado un status de normalidad en los engranajes culturales, ya no es lo último sino que un estilo más, le creación de tendencias ha sido desplazada de nuevo a las olas más underground del genero, y el Sónar en sí se llena ya de un público más homogeneo, en lo que ha vestir se refiere. Como decía ya no vienen solo los enterados, sino que se llena de jovenes ingleses que ven en el sónar solo una fiesta de verano en Barcelona. Lo de los ingleses no se entiende muy bien, siempre buscan la última moda, o tendencia, creaban géneros músicales y modas, pero desde hace tiempo diría que internet y la globalización ha cambiado eso, a parte de que luego ves a los ingleses más normalitos que llegan al sónar, y es el público de lo más vulgar, ruidosos, sin respeto por nada, a emborracharse, dorgas y sol...cutres que son, incluido los corresponsales como del Financial Times, que por allí estaba siguiendo los conciertos, emborrchandose y drogandose con sus cutre amigos, fiate luego de las informaciones periodísticas, nada comparable a Italianos, que este año se veían menos, supongo por que las diferencias económicas entre los paises se recortan y ya no sale tan a cuenta ir a España de fiesta. También se notaba la presencia alemana, como de costumbre, la verdad menos notable que la inglesa o nórdicos finlandeses, suecos o holandesesque rondaban por allí disfrutando de la ciudad y del evento...La imagen de Barcelona en el extranjero es fantástica, y es gracias a cosas así, que además traen una de ingresos a la ciudad que hace que los organizadores puedan confiar en poder seguir contando con el apoyo del ayuntamiento, porque aunque haya protestas de los vecinos (extranjeros que vinieron a la ciudad buscando eso), que le pregunten a los tenderos del raval y alrededores si no les beneficia la presencia del Sónar en el centro de la ciudad.
Pero hablaba de las tendencias que marcan los asistentes, y este año he notado mayor rpesencia japonesa, supongo debido en parte a la presencia especial de artistas de ese país y la promoción que se ha hecho del Sónar allí este año, con eventos sónar particulares, y es que Sónar es una marca que se ha ganado el respeto como festival electrónico en todo el mundo. Y en los japoneses si que se puede ver como perdura todavía esa frescura en marcar tendencias, y en crear lo último todavía, una extraña simbiosis entre oriente y occidente, un curioso feedback, ellos captan lo nuevo que surge en occidente, lo adaptan, lo copian, lo modifican, lo amplifican y lo devuelven d enuevo a occidente donde se capta como algo nuevo que sirve d enuevo para crear otra cosa que de nuevo será absorbida por los nipones. Y es que cada vez más los japoneses se están comiendo parte de la imposición cultural que hacían los Estados Unidos, algo que hay que reconocerles, y no solo hay que pensar en el manga y le anime, observen como las camisetas con signos japoneses están cada vez más de moda.
Bueno, y entre todo este frikerio, pues por allí andaba yo, como cada verano desde hace tiempo, notando como los años no pasan en balde, pero el gusto por la música no ha decaido, y el descubrir nuevas cosas y nuevos sonidos es un placer que no he perdido y que compensa el resto de cosillas...
Y así pasamos los tres días del Sónar, el domingo descansamos hasta tarde, nos levantamos nos duchamos relajadamente, y fuimos a votar, un referendum del que gracias al mundial y al Sónar, no he tenido que sufrir la campaña de los patéticos políticos de nuestro país, la verdad es que no ver las noticias de la tele ni seguir la prensa tiene sus ventajas. Y tras dejar ya los tres días de música, volver a la vida normal, votando, nos fuimos a ver el fútbol, el Brasil-Australia y la primera parte del Francia-Corea, tomando unas frescas sidras en un pub irlandes con grata compañía aunque demasiado esporádica...pero eso ya son otros temas...
Volveremos a nuestro ritmo habitual y nuestras cositas en el blog, porque creo son más apetecibles posts con una foto y dos líneas que estos tochos de texto, y sino ya dirán, que para eso tienen los comments...
Cada año es más la sensación, sobretodo el jueves día, que ir al Sónar, es como coger el metro e irse al extranjero...Los datos oficiosos dicen que un 40-50% de los asistentes son extranjeros, pero les aseguro que el jueves son seguro el 80% mínimo, de todas partes de Europa, pero sobretodo ingleses. Y se te queda un poca la cara de tonto, cuando una artista grita que alce la mano la gente de Barcelona, y no sean ni uncuarto de los que levantan la mano cuando preguntan por los ingleses...Y uno se pregunta, porque teniendo un evento tan cojonudo en su ciudad la peña pasa de él, es sólo la cuestión del precio de las entradas? o hay un componente cultural más importante? Porque la entrada barata no es, pero tampoco cara, vamos esta a precio de concierto, lo que te encuentras por ahí, y si el bono parece caro por ser todo de golpe, las entradas de día o de noche tienen precios más asequibles, y totalmente comparables con otros eventos, y los extranjeros están dispuestos a pagarlos junto al viaje, que cada vez es más barato, y el hotel...y aún así...parece claro que somos lo que somos, y que ir a un festival en que no hay grandes estrellas en el cártel sino que se trata de descubrir nuevas propuestas no atrae al público local como debería, en cambio Can Zam se llena cada año con los de siempre...bueno, así nos va...
A qué se va al Sónar, pues en mi caso a disfrutar de la música electrónica que no puedo deisfrutar en los medios usuales, aunque eso internet lo ha solucionado en parte, pero disfrutar de la música es siempre grande...si te dejan. Otros van a otras cosas, se toman el Sónar como una gran discoteca fashion y a ponerse desde buena hora de la mañana, en fin gente para todo...
Y la gente...bueno pues con los años la cosa ha ido cambiando, antes ir al Sónar era ver las últimas tendencias en todo, no solo en la música, pero allí descubrias como iba a ser al moda en los siguientes años, la gente iba a la última, pero en las últimas ediciones eso se ha perdido, la moda que acompaña a esta música parece haberse estabilizado, ya no ves la última tendencia, posiblemente porque la música electrónica ya ha alcanzado un status de normalidad en los engranajes culturales, ya no es lo último sino que un estilo más, le creación de tendencias ha sido desplazada de nuevo a las olas más underground del genero, y el Sónar en sí se llena ya de un público más homogeneo, en lo que ha vestir se refiere. Como decía ya no vienen solo los enterados, sino que se llena de jovenes ingleses que ven en el sónar solo una fiesta de verano en Barcelona. Lo de los ingleses no se entiende muy bien, siempre buscan la última moda, o tendencia, creaban géneros músicales y modas, pero desde hace tiempo diría que internet y la globalización ha cambiado eso, a parte de que luego ves a los ingleses más normalitos que llegan al sónar, y es el público de lo más vulgar, ruidosos, sin respeto por nada, a emborracharse, dorgas y sol...cutres que son, incluido los corresponsales como del Financial Times, que por allí estaba siguiendo los conciertos, emborrchandose y drogandose con sus cutre amigos, fiate luego de las informaciones periodísticas, nada comparable a Italianos, que este año se veían menos, supongo por que las diferencias económicas entre los paises se recortan y ya no sale tan a cuenta ir a España de fiesta. También se notaba la presencia alemana, como de costumbre, la verdad menos notable que la inglesa o nórdicos finlandeses, suecos o holandesesque rondaban por allí disfrutando de la ciudad y del evento...La imagen de Barcelona en el extranjero es fantástica, y es gracias a cosas así, que además traen una de ingresos a la ciudad que hace que los organizadores puedan confiar en poder seguir contando con el apoyo del ayuntamiento, porque aunque haya protestas de los vecinos (extranjeros que vinieron a la ciudad buscando eso), que le pregunten a los tenderos del raval y alrededores si no les beneficia la presencia del Sónar en el centro de la ciudad.
Pero hablaba de las tendencias que marcan los asistentes, y este año he notado mayor rpesencia japonesa, supongo debido en parte a la presencia especial de artistas de ese país y la promoción que se ha hecho del Sónar allí este año, con eventos sónar particulares, y es que Sónar es una marca que se ha ganado el respeto como festival electrónico en todo el mundo. Y en los japoneses si que se puede ver como perdura todavía esa frescura en marcar tendencias, y en crear lo último todavía, una extraña simbiosis entre oriente y occidente, un curioso feedback, ellos captan lo nuevo que surge en occidente, lo adaptan, lo copian, lo modifican, lo amplifican y lo devuelven d enuevo a occidente donde se capta como algo nuevo que sirve d enuevo para crear otra cosa que de nuevo será absorbida por los nipones. Y es que cada vez más los japoneses se están comiendo parte de la imposición cultural que hacían los Estados Unidos, algo que hay que reconocerles, y no solo hay que pensar en el manga y le anime, observen como las camisetas con signos japoneses están cada vez más de moda.
Bueno, y entre todo este frikerio, pues por allí andaba yo, como cada verano desde hace tiempo, notando como los años no pasan en balde, pero el gusto por la música no ha decaido, y el descubrir nuevas cosas y nuevos sonidos es un placer que no he perdido y que compensa el resto de cosillas...
Y así pasamos los tres días del Sónar, el domingo descansamos hasta tarde, nos levantamos nos duchamos relajadamente, y fuimos a votar, un referendum del que gracias al mundial y al Sónar, no he tenido que sufrir la campaña de los patéticos políticos de nuestro país, la verdad es que no ver las noticias de la tele ni seguir la prensa tiene sus ventajas. Y tras dejar ya los tres días de música, volver a la vida normal, votando, nos fuimos a ver el fútbol, el Brasil-Australia y la primera parte del Francia-Corea, tomando unas frescas sidras en un pub irlandes con grata compañía aunque demasiado esporádica...pero eso ya son otros temas...
Volveremos a nuestro ritmo habitual y nuestras cositas en el blog, porque creo son más apetecibles posts con una foto y dos líneas que estos tochos de texto, y sino ya dirán, que para eso tienen los comments...
3 comentarios:
hay premio por haberselo leido entero???
yo.. ahora no me lo leo.. al igual lo meto en lejia.. no se
y del summercase que¿¿¿???
fdo. el poli-colega
Vah, yo me lo he leido y no hay para tanto, claro que también me leí entero el Estatut, más que nada para poder ir a votar en conciencia...
Publicar un comentario