07 junio 2009

Ponyo en el acantilado

Ponyo en el acantilado vuelve a demostrar que Hayao Miyazaki es un puto genio. Y después de ver que esta era de las buenas, y teniendo ganas de verla, no es difícil que me convencieran para ir al cine. Y dsifrutar de otro de los cuentos de Miyazaki, como de costumbre llenos de luz, vida y cierto optimismo. Y un virtuosismo increible en la animación, en este caso toda hecha a mano, y se ve tan vital, llena de detalles, de movimientos, impresionante. Y la historia es una delicia, sencilla en sus pretensiones, increiblemente profunda en los detalles. El mensaje ecologista se ve presente, pero no se usa o abusa del mensaje directo. La historia es una historia de amor, y de respecto intergeneracional, llena de personajes vitales y optimistas. Y ni siquiera el malo es malo, es solo un padre preocupado. Algo que ha llegado a occidente de la mano de los japoneses, superar la tendencia Disney (derivada del cuento tradicional europeo de raices cristianas moralistas), donde los malos son muy malos y los buenos muy buenos, y siempre tiene que pasar algo malo deprimente, para contrapesar dramáticamente la parte del final feliz. Aquí no hace falta, no tiene por que existir esa causa super dramática para crear lo positivo. Ni el antagonista tiene que ser negativo, tiene unos motivos y el conflicto se soluciona solventando el conflicto, y entendiendo las diferentes motivaciones, parece que no es necesaria la lucha final a muerte y matar al malo para acabar con el problema. Y me recuerda como en Bola de Drac nos sorprendía que tras la batalla con el enemigo de turno, siempre acaban como amigos, o colaborando. Con el tiempo esta visión del conflicto se ha hecho menos extraña. De todo hay que aprender. Como cierta causa de que esto sea así este basado en el síntoismo japonés, que en esta película tiene varias muestras que seguro se ven diferente en Japón que en el resto de países. De todas formas un delicioso cuento, bien contado, para los que disfrutamos de los cuentos, y del vitalismo.

5 comentarios:

Anna dijo...

Un geni... És un geni...

Y ni siquiera el malo es malo, es solo un padre preocupado

Cosa que acostuma a passar en les pel·lícules d'aquet bon home. Els dolents no són dolents del tot.

No em digui que l'escena del sopar, on es prepara un plat de fideus, no és una delícia.... I que es prengui el temps necessari per ensenyar aquesta imatge...


no es difícil que me convencieran para ir al cine.

Doncs té mèrit...la veritat... déu ser fàcil per segons qui .. :-P

acolostico dijo...

La historia es el detalle, puto genio...

Que no que convencerme es fácil... Solo buscar le momento es menos, me falta la sueca de hackers... Y el sábado por la noche, hay una buena...

Pepi Toria dijo...

En días como estos, sólo el encanto de una niña-pez puede borrar momentáneamente de tu mente las sandeces de una niña-pe-tarda:
http://www.youtube.com/watch?v=L6MPfRyrKq8

Marta dijo...

Pendent encara... aquí no ha arribat. A veure si aguanta prou allà!

manu dijo...

Creo que se la dejaré ver a los pequeninjas.