26 diciembre 2016

Algunos tebeos del '16

Aquí estamos de nuevo, la lista de fin de año con algunas de las lecturas destacadas entre la pila de tebeos que hemos leído en 2016. Este año habrán sido cerca de 250 tebeos los que hemos leído, desde fanzines más o menos grapados, hasta tomacos integrales. Poco más o menos lo que ha entrado en la pila, y eso que cada vez es más difícil porque la oferta es más amplia, los nichos más definidos, las editoriales no especializadas que se ponen con los tebeos aumentan, y las tiradas son cortas. En fin, lo de cada año, teniendo la sensación que para los que leemos mucho cada vez es más difícil el seleccionar, y más fácil el quedarse con ganas de más, y la dureza de aceptar que con todo no se puede. De hecho en la selección van a faltar cosas que son del 2016 pero que no han tenido tiempo de entrar, la política de aprovechar la campaña navideña para sacar novedades va en contra de nuestra tradicional lista. 

En general este ha sido un año muy tebeero, empezamos paseando por Angoulême, y luego por las habituales actividades de Barcelona; Graf, Gutterfest y Salón del cómic, y acabamos dando incluso una charla sobre ciencia ficción y novela gráfica en una biblioteca. Y a todo ello le han acompañado muchas lecturas. La sensación general es que se hacen muchos tebeos, y de una calidad destacable, hay muchos tebeos muy buenos, y es que si no lo son poca esperanza de supervivencia tienen en un mercado tan competitivo que anda rozando la saturación continuamente. Por otro lado no ha habido ese tebeo que destaque sobre todo lo demás de forma contundente, en la era en que todo es hype y obra maestra al menos durante dos tuits, es más difícil trobar la sobre excelencia, para la que además es necesario tiempo y sosiego para juzgarla.


Y el resto como cada año, lista numerada pero sin clasificación, 10 títulos de autores nacionales, ya sea para una producción interna o para importarla más tarde. Otros 10 títulos de procedencia europea, y dejamos 5 para los americanos (o cercanos) y 5 para los mangas. Como siempre la lista es totalmente subjetiva (obvio), se basa en mis lecturas, y se ha leído lo que se ha podido. Naturalmente en función de mis gustos y filias.

# Nacional

Empezamos por los destacados de autores nacionales. Buena producción, demostrando un nivel alto en la calidad de los que se publica, pero viene siendo así ya desde hace unos años, y lo de la novela gráfica ya está más que asumido. De hecho ya hay una nueva generación que tienen como base de partida directamente las novelas gráficas. Y hay una serie de autores que ya son fijos.


  1. Lamia de Rayco Pulido. Uno de los mejores del año, una historia muy negra situada en una Barcelona de postguerra muy negra. Un serie de misteriosos crímenes, y una sociedad acostumbrada a ocultar muchas cosas. Un trabajo excelente de Rayco, donde todo está medido y cuidado, con un dibujo tan negro como la historia. 
  2. El ala rota de Antonio Altarriba y Kim. Kim vuelve de nuevo a dibujar la historia familiar de Altarriba, esta vez centrándose en la vida de su madre, un relato de la vida de muchas mujeres durante el franquismo, la vida de nuestras abuelas. Una época que no deberíamos olvidar no solo para no repetir los mismos errores sino para entender cuántas cosas quedan todavía por reparar. 
  3. Materia de Antonio Hitos. Su siguiente trabajo largo tras el premio FNAC/Salamandra, y sigue sus pasos. La alineación de una sociedad que ha dejado en la estacada a toda una generación. Con su línea clara casi geométrica consigue un tebeo que tiene muchas lecturas a parte de las anodinas vidas de los reptiles protagonistas. 
  4. ¡Universo! de Albert Monteys. En digital es como se puede disfrutar esta excelente serie de ciencia ficción, llena de nuevos giros en entornos clásicos, con un humor, unos diseños de personajes y un planteamiento de página que nos devuelven el sentido de la maravilla. 
  5. El tríptico de los encantados (una pantomima bosquiana) de Max. Un encargo del Museo del Prado para celebrar el V centenario del Bosco. Y lo lleva a su campo, y vuelve a rizar el rizo, ya no es línea clara, es el minimalismo en el que todo está medido, a nivel milimétrico, como extraer la sustancia del Bosco y destilarla hasta su esencia para convertirla en una historia del Max más personal llena de detalles. 
  6. VIP de Felipe Almendros. Un viaje al arte, a los tebos y a la vida de barrio, y lo que significa el éxito, una novela gráfica con formato de magazine de modernos, con un estilo pictórico y naïf, y con un cd de banda sonora. Una obra llena de romanticismo y humor. 
  7. Orlando y el juego de Luis Durán. Con los Heraldos de la Lluvia concluye esta trilogía, uno de los trabajos más ambiciosos de Durán, llena de escenarios, de ideas, de universos paralelos y viajes en el tiempo, y de muchas de las obsesiones del autor que hace siempre un trabajo cuidado y elaborado con su estilo personal que nunca ha dejado de evolucionar. 
  8. Mundo Plasma de Calpurnio. Menos minimal que Cuttlas, en Mundo Plasma Calpurnio consigue componer un rompecabezas con los encuentros de unos personajes llenos de surrealismo, humor absurdo, ciencia ficción y mucha cultura pop. No hace falta buscar lejos para encontrar cosas tan divertidas como las de Mahler o Gauld. 
  9. Voltio de varios autores coordinada por Ana Oncina y Alex Giménez. Un año en el que se han recuperado las revistas, o las publicaciones periódicas de relatos cortos, la que coordinan Oncina y Giménez presenta la obra de los jóvenes que forman parte de esta segunda generación de la novela gráfica, trabajos cortos llenos de color, más fantasía y menos costumbrismo y un humor negro muy acorde a los tiempos. 
  10. Makinavaja el último chorizo de Ivà. Y una de las mejores recuperaciones del año, la publicación cronológica de unas de las obras cumbres del cómic patrio, Makinavaja es uno de los personajes más populares del cómic español de los 80-90. En esta obra Ivà consiguió destilar con su personal humor corrosivo lo más profundo de la sociedad española, de forma que sus historias no solo son un reflejo de la época sino que mantienen una rabiosa actualidad que debería asustarnos sino fuese por las carcajadas que nos proporciona. 
De lo que más se alegra uno es que hacer la lista de los tebeos nacionales cada año es más complicado, no por falta de ellos, sino porque la variedad y calidad de los mismos va manteniendo una buena salud. He puesto estos pero también podrían estar otros. Por ejemplo siendo fan del trabajo de Álvaro Ortiz, hemos disfrutado de su Viaje de dos Holandeses a Nápoles en torno a las pinturas de Caravaggio y de sus Viajes personales anotados. Y de Manel Fontdevila una doble ración de Emilia y Mauricio, donde nos hace reir de nuestro propio reflejo. También para reflexionar la contundencia de Hotel Abismo de Marcos Prior y David Rubín. Y para no olvidar ahí están la didáctica adaptación gráfica de la Guerra Civil Española de Paul Preston que ha hecho José Pablo García, un éxito de ventas, el Jamás tendré 20 años con la historia de supervivencia en esa España negra de Jaime Martín. Pero hay historias de todos los colores, y hemos podido ver la continuación de las aventuras prehistóricas de Ötzi en el bueno, el feo y el tuerto de Mikel Begoña e Iñaket; La vida, relato de amistad entre Casagemas y Picasso con unas preciosas acuarelas de Tyto Alba, o el regreso de Jali a los tebeos con Malicia, una vieja historia de fantasía negra finalmente conclusa. También hemos disfrutado de la ciencia ficción hard con mucha reflexión social de I.D. de Emma Ríos. Y de las obras de otros jóvenes de presente, el Mame Shiba muy rapero y de barrio de Cristian Robles, y las tortas escatológicas del primitivismo cósmico de Enter the Kann de Victor Puchalski. Y más cosas, y seguro que otras listas coinciden poco, gracias a la variedad que hay. Eso y que Jan siga dándonos nuevos SuperLópez muchos años más.

# Europeo

  1. Philémon de Fred. Por fin han publicado los integrales de esta obra maestra del cómic, donde la imaginación desbocada de Fred es contagiosa. Fred juega con todo, desde las páginas, los personajes, el tiempo, el espacio, y lo hace mostrando reflejos de su tiempo. Pura maravilla. 
  2. Mooncop de Tom Gauld. Ese trazo mínimo lleno de rayitas para una nueva historia larga de este escocés con un fino humor y unos diseños elegantes, para contar una historia de la colonización de la luna y la soledad, uno de sus temas fetiches que no debería tardar en salir traducida al castellano. Y además nos hicimos con su Endless Journey, una ilustración filigrana dedicada. 
  3. L’uomo senza qualità de Mahler; y Bagatelles; y Pornografie und Selbstmod. Muy fan del minimalismo gráfico y el humor germano de Nicolás Mahler, así que en cualquier paseo que he hecho y me he tropezado con uno de sus tebeos no he podido dejar de pillarlos. L’uomo senza qualità es la edición italiana de su adaptación de la obra de Robert Musil, clásico austríaco de la literatura que Mahler sabe destilar con su humor. Bagatelles es una recopilación canadiense de sus páginas mudas y Pornografie und Selbstmod una edición alemana de sus historietas autobiográficas de humor para Titanic. Cuán faltos estamos de más traducciones al castellano de Mahler. 
  4. La Favorita de Mathias Lehmann. Nos sorprendió muy gratamente esta historia negra de Lehmann, con varios giros argumentales poco esperados y su punto de vista narrativo muy acertado. Uno de esos tebeos que es mejor leer sin saber mucho de lo que te vas a encontrar. 
  5. El árabe del futuro 2 de Riad Sattouf. Segunda parte de las memorias de infancia de Sattouf, en la Siria de los años 80, donde intenta reflejar con la visión de un niño las realidades de aquella zona y aquella época. Y un niño ha de ser poco políticamente correcto. 
  6. Quaderni Giapponesi de Igort. También editados en castellano, estos cuadernos japoneses de Igort relatan no solo la experiencia del autor en aquel país sino como una cae enamorado de toda una cultura. Una preciosidad. 
  7. Kobane Calling de Zerocalcare. Más cómic italiano, ahora que ya ha llegado traducido el primer trabajo de este éxito de ventas Italiano, leímos su experiencia en la frontera entre Turquía y Siria y su experiencia con las milicias kurdas. Interesante aproximación de reportaje en cómic tras los pasos de Sacco. 
  8. Hilda and the Stone Forest de Luke Pearson. Nueva entrega de las aventuras de este encanto de niña de pelo azul y su mundo fantástico, siempre una delicia que el año que viene tendrá su versión animada en Netflix. 
  9. Las amapolas de Irak de Brigitte Findakly y Lewis Trondheim. Las memorias y anécdotas personales de Findakly en el Irak de los 70 nos cuentan más del trasfondo de los conflictos de la zona que muchos análisis periodísticos. Y Trondheim lo ilustra con personajes no antropomórficos, para sorpresa de muchos. 
  10. Si dios existe de Joann Sfar. Y el Pequeño Vampir; y Klezmer 5. Sfar siempre, su producción siempre es interesante, y no es pequeña. Si dios existe es su vuelta a los cuadernos donde hace las reflexiones más personales, y regresa a ellos tras los atentados de Charlie Hebdo y circunstancias personales complicadas que le hacen reflexionar sobre muchas cosas, y por fin se traducen al castellano. Pero además el integral con la maravilla para público infantil que es el pequeño Vampir, lleno de ideas locas. O el final de Klezmer, más oscuro que los anteriores como no podía ser de otra forma en este relato de judíos del este. 
Pero como siempre había más, mucho más. Como el relato de un rehén en Chechenia en Escapar de Guy Delisle, que cambia de tono para contar esta historia en que domina el ritmo magistralmente. La terra de figli de Gipi, su último trabajo donde relata una historia de supervivientes postapocalípticos con su trazo libre. La comedia literaria de Catherine Meurisse, un excelente repaso a la literatura del país galo. La ternura de las piedras de Marion Fayolle, un poético relato gráfico lleno de sensibilidad sobre los últimos días de su padre. Y los tebeos del siempre disfrutable Blutch, con ese trazo envidiable en La luna al revés y Per farla finita con il cinema, reflexiones y sátira sobre el mundo de la producción cultural y del cine respectivamente. y El hombre que mató a Lucky Luke, el homenaje de Mathieu Bonhomme a este clásico de la BD, con un western canónico bien elaborado pensado para adultos. Mucho y bueno, cada vez más por segmentos y con más editoriales en juego. Disfrutemos del momento, aunque no demos abasto con tanto integral y sus precios prohibitivos.

# Americano

  1. Paciencia de Daniel Clowes. Una historia de amor pocha de un perdedor de la clase obrera americana de protagonista y viajes en el tiempo, historia de género en el territorio habitual de Clowes 
  2. Leñadoras de Noelle Stevenson, Grace Ellis, Brooke Allen y Shannon Watters. Aventuras tan clásicas como frescas pensadas para entretener a todas las edades y con protagonistas femeninas sin complejos. 
  3. Basura de Derf Backderf. Ameno relato de la vida de un recogedor de basura en una ciudad americana, para tratar uno de esos problemas que a menudo parecen invisibles y al que todos contribuimos. 
  4. El día de Julio de Beto Hernandez. Los hermanos Hernandez suelen ser siempre un valor seguro, en esta ocasión el trabajo de Beto que en el día de Julio da un retrato al siglo XX siguiendo la vida de Julio, en un trabajo donde controla el tiempo de manera magistral. Una buena entrada para luego seguir con su Palomar. 
  5. Descender de Jeff Lemire y Dustin Nguyen. Una space opera con un protagonista robótico infantil que recuerda al I.A. de Spielberg, en un universo que a pesar de lo clásico del planteamiento te atrapa enseguida en la trama. Y el dibujo de Nguyen ayuda mucho a ello. 
Y poca cosa más que añadir de cómic americano, quizás el que más de lado quede en mis lecturas a causa de la obligada elección que hay que hacer en las librerías y que la mayoría de lo que llega de los USA sea mainstream más o menos superheroico de series en las que son difíciles entrar, en fin.

# Japonés

  1. Chiisakobe de Minetarô Mochizuki. Excelente adaptación de esta novela que hace Mochizuki, con un estilo más minimal y limpio donde los encuadres y los silencios sirven para explicar más cosas que los diálogos. 
  2. La chica de los cigarrillos de Masahiko Matsumoto. Como refleja la sociedad tokiota de los años 70 Matsumoto a través de pequeñas historias costumbristas y personajes que representación la alienación social. Gekiga clásica que sorprende por su frescura. 
  3. One Punch-man de One y Yusuke Murata. La demostración que se puede hacer un manga entretenido con un solo chiste. El espectacular dibujo de Murata ayuda a esta vuelta de tuerca al concepto de los superhéroes. 
  4. Ping Pong de Taiyo Matsumoto. Ha salido Sunny en castellano, pero ya les hable de ella en edición inglesa, así que toca otro tebeo jugoso de Matsumoto, en este caso más antigua este Ping Pong, donde pone su arte al servicio de un manga deportivo con su toque particular y unas escenas dinámicas imposibles. Justo para apreciar su evolución gráfica. 
  5. ¿Quién es el 11º pasajero? de Moto Hagio. Otro clásico del manga, en este caso de una de las pioneras del manga dirigido a un público femenino, o no. Una historia de ciencia ficción clásica muy de los 70, con aires de Jack Vance y Ursula K. Le Guin que es otra nueva lección de lo amplio que es es el manga y la cantidad de tesoros que todavía esconde. 
Y al contrario que con el cómic americano, de manga sí que hay muchas más cosas interesantes, parece que se ha vuelto a animar el mercado, y es difícil tener que escoger y dejar cosas más que interesantes en las estanterías. Las que no hemos dejado por ejemplo son el Tokyo Zombie de Yusaku Hanakuma, puro underground de los 80, sorpresa que lleguen este tipo de cómics, con un dibujo tan alternativo y una historia de zombies entre lo canónico y la parodia con mala leche. Y más clásicos como los Relatos de Sabu e Ichi y las lecciones de narrativa de Shotaro Ishinomori o el siempre delicioso Kitaro de Shigeru Mizuki, no todo es Tezuka. Y se ha acabado el Buenas noches Pun Pun de Inio Asano pero aún nos queda su Dead Dead Demons Dededede Destruction, que a ver cómo lo lleva. Y más dosis de los sospechosos habituales como Las crónicas de la era glacial de Jiro Taniguchi o el Billy Bat de Naoki Urasawa
 Hemos podido ver una versión de Barcelona zombie en el I am hero de Kengo Hanazawa, y la nueva locura de acción non-stop de Hiroya Oku, Last hero Inuyashaki. Cantidad de manga interesante que se está publicando. 

Y hasta aquí la lista resumen de tebeos del 2016, que sirve de muestra de las lecturas que hacemos, y que lo de escribir de ello no es lo nuestro. El año seguiremos leyendo tebeos y ya veremos cuántos, y qué hacemos de ello. Toca reflexionar sobre el asunto en si.

1 comentario:

Anna dijo...

Llegits només 6 + 1 que encara està a la pila....

M'n vaig a un racó a plorar.