Siete casas en Francia

Siete casas en Francia de Bernardo Atxaga fue al final lo que pillé en Sant Jordi, una novedad que, a falta de otra cosa, cayó más pensando en la posibilidad de regalo que en otra cosa, aunque al final fue para mi. El libro cuenta el encuentro de unos oficiales de la Force Publique en el Congo Belga, los abusos que eran comunes, la normalidad de lo que hoy se ve como aberrante. Pero con un tono ligero, de aventura, como el de esas películas clásicas de John Ford que se veían el sábado por la tarde, y esa sensación me ha quedado, como la del 'Hombre que pudo reinar', o la 'reina de Africa'. La historia fluye bien, aunque es una pequeña anécdota, con personajes tocats del bolet. Entretenido, ahora, como no soy muy dado a los autores peninsulares, creo que debe ser uno de los primeros libros que leo originalmente escrito en vasco, y ya era hora.