09 julio 2011

Copenhague: día 4

El cuarto y último día en Copenhague era para tomárselo con más calma, levantarse, vsitar museos, y poca cosa más. Así que domingo por la mañana a pasear por las calles con casas de colores a buscar donde tomar una pasta y un café, Tarea que no iba a ser fácil, no son de madrugar en domingo, y cuando empiezan a abrir los locales son para servir el típico brunch noreuropeo, que dicen empieza a llegar a Barcelona. Pero si no quieres un desayuno fuerte y estarse horas sentado, o un buffet gigante, solo un café, la cosa ya no es trivial de encontrar.

Al final solucionamos lo del café y la pasta. Y fuimos a acabar de ver el Nationalmuseet, que todavía quedaban muchas cosas por ver, como las muestras de arte románico, todo lo medieval, y todo lo que viene después, hasta una expo que recorre los cambios en Dinamarca desde el siglo XVIII al XXI, el plástico, los cambios en los obreros, un buen montaje.

Y luego están las salas con etnografía variada, de todos los continentes, con mucha cosa de los esquimales y las gentes de Groenlandia, como no podía ser de otra forma, como las botas de la foto. Pero también cosas japonesas y chinas, muestras de arte africano. Y luego incluso tienen unas salas abiertas donde se muestra la acumulación de cosas, a lo bestia. Pero muy interesante el museo en general.

Luego a la Ny Carlsberg Glypteteket, que el domingo por la mañana la entrada es gratis y hay que aprovechar. Este museo es otra de las contribuciones de los Jacobsen a la ciudad, de hecho el hijo lo construyó y lo rellenó de sobretodo escultura, a la que Carl era muy aficionado.

Y Glyptoteket es básicamente una colección de esculturas, que era lo que le molaba al señor Carls, y así se hizo una colección privada. Mucha escultura, contemporánea Danesa y Francesa o Clásica, Etrusca, Romana, toda la que quieras.

Y de neuvo la esvástica de Ny Carlsberg presente en un museo no deja de chocar. Mira que han cambiado y renovado cosas, pero ahí el símbolo del fundador y que puso la pasta y la colección.

Una escultura de época romana clásica, me hizo gracia por la proporción de la cabeza, grande granda, parerece uno de esos muñequitos japoneses.

Otra cosa curiosa que tenían era las replicas de esculturas pero pintadas con lo que se supone eran los colores originales, porque muchas veces pensamos en una antigüedad de piedra y mármol, y muchas veces las cosas eran de colores, decorados cromáticos espectaculares, como las iglesias románicas.

En general el museo bien, sobretodo si te gusta la escultura, por ejemplo tienen una sección de Rodin bastante amplia, con obras únicas que Carls directamente comisionó al artista del que era amigo y mecenas. Pero si no eres mucho de esculturas como yo se hace pesado. Entonces más vale ir a la sección de pintura impresionista francesa, donde hay algún Monet, Gauguin o Van Gogh incluso que valen mucho la pena.

Luego pasamos al Dansk Design Center, ya que el diseño nórdico y el danes tienen fama a nivel internacional y para ver algo moderno no era mala opción. Pero la muestra no cuesta la entrada. Hay dos muestras temporales de esas de diseño moderno una defendiendo el diseño para solucionar temas sociales, y la otra para plantearse el reciclaje y una nueva cultura de la basura, de la que hay que tener en cuenta los daneses son de los mayores productores por cápita.

En el sótano tienen una muestra de varios objetos de diseño danés, como piezas de lego, y bastantes sillas, con nombre y apellidos como la de la foto, de la que obviamente no me quede con el nombre. Pero al final la cosita se queda en poco. Y siendo el único museo de pago pues ya sabe mal que sea el más flojito. Una lástima.

Luego a pasear un poco por las calles de camino a la última visita de turista de libro. Hay bastantes paradas de estas, en las que venden almendras garrapiñadas, a un precio bastante alto, pero ya es el país lo que tiene, barato no es.Para nada. Lo gracioso del tema es que están anunciadas como garrapiñadas, así con la ñ y todo. Y en algunas paradas de helados también estaban anunciados los churros, como los de aquí, solo que allí parecían usarlos como topping de los helados. Un churro para untar helado, puf, hay que ser muy danés.

Otra de las imágenes de Copenhague son estos kioscos, algunos de los cuales todavía funcionan como bares.

Y el útlimo destino como turistas de libro era entrar en el Tivoli, el parque de atracciones es uno de los más antiguos de Europa, y esta justo en el centro, entre el ayuntamiento y la estación central, y por tanto uno de los más visitados, y parece que un destino turístico inevitable, como la sirenita y beberse una Carlsberg. Así que nos adentramos en el parque tras pagar una no barata entrada, sin derecho a atracciones, que sino era mucho más caro, y no teníamos el cuerpo para dar vuelta por los aires, nuestro destino era otro.
Así que paseamos por el parque, y en un escenario había una Dj pinchando música clásica, iba mezclando temas y tal enlazándolos como en una sesión dance, pero con temas clásicos, no lo había visto nunca, y la gente, pues tumbadita en unas hamacas que había allí e incluso tapaditas con las mantitas.

Y bueno tenían la montaña rusa de rigor, una cosa en forma de avión que daba demasiadas vueltas, los auto de choques, todo en un parque con tiendecitas y tal, me recordó al Tibidabo, para que se hagan una idea, o lo que podría ser el Tibidabo bien aprovechado si no estuviese allá arriba en una montaña donde llegar es la leche, y hay que ir adrede, sino que estuviese ahí entre el paseo de Gracia y plaza Catalunya por poner.

Y hasta aquí las vistas turísticas de la ciudad. El tiempo más o menos acompaño, era el inicio del verano y no nos quitamos la chaqueta al pasear, y a parte de las lluvias del primer día tuvimos suerte con el tiempo. Sobretodo si pensamos en la que ha caído el último fin de semana, que ha inundado toda la ciudad, parado trenes y cerrado museos, y ha causado varios daños. Suerte hemos tenido.

3 comentarios:

el bandero dijo...

"porque muchas veces pensamos en una antigüedad de piedra y mármol", es cierto nunca me había parado a pensar lo contrario!

Bororo dijo...

Si el tiempo acaompaña, agradece uno esos paseos matinales, sin nadie alrededor.

Tibidabo en el centro.. para pensarselo tambien.

Marta dijo...

Doncs si, l'escultura romana clàssica de marres sembla que sigui d'algú de Mataró com a poc...
(#chist dolent, vale...)