29 julio 2012

Madrid (I)

El fin de semana pasado nos fuimos a pasear por Madrid, en plan turista, que hacía mucho tiempo no pisábamos por la capital del reino, y siempre hay alguna cosa que ver, entre ellas algunos museos pendientes. Llegar a Madrid en AVE es muy cómodo, muy cómodo, tanto como caro, pero en esta ocasión era la mejor opción. Y al llegar la primera sensación en esta ocasión ha sido como llegar al extranjero, estar en oro país, en otra ciudad europea tan extraña como pude ser Amsterdam, o no sé. Una sensación extraña, cuanta divergencia ha habido entre el centro y la periferia estos años.


La primera parada era el museo Thyssen Bornemisza, que teníamos pendiente, y donde hay una exposición de Edward Hopper más que espectacular, impresionantes los paisajes americanos de Hopper, su dominio de la mancha de color y la luz. Muy buena exposición, llena de gente y a la que hay que ir con entrada previa. Y luego la colección permanente, es increíble la cantidad de cuadros que acumulan los Thyssen, pensar que son todos compra privada, madre mía, y menos mal que están expuestos para poder disfrutarlos, hay muchas joyas, aunque al final, tanto arte satura. Mejor descansar de museos un rato, que ya habían pasado unas cuantas horas.


Otra cosa que se percibe por la capital es el cabreo generalizado con la que nos están tirando encima. Ver el Congreso de los Diputados vallado, con controles policiales en las entradas de la calle impresiona. Y escuchar todas las conversaciones en los bares, entre los vigilantes de los museos, y el monotema sea la situación económica y el cabreo. Pinta mal la cosa, y más que pintará.



Uno de los epicentros del cabreo, se ha convertido en el símbolo del 15M, la plaza del Sol, con su oso y Madroño, y tal, su salida del metro que no pega, y vista de nuevo en directo parece más pequeña que cuando se ve en la tele (bueno, más bien en la red), llena de gente protestando, se hace difícil pensar que tanta gente acampase por ahí y montasen todo aquel poblado.


Estar en el centro de Madrid, en el centro de la España centralizada, en el km cero. Pero mira no es lo mismo que pisar el de Greenwich, pero parecido. Paseando por el centro y tomando algo para comer en el mismo centro la segunda sensación de la visita, en el centro de Madrid es posible tomarse medio litro de cerveza por un euro. Pruebe a hacer lo mismo en Barcelona. Aquí parece que seamos gilipollas y nos guste pagar extra por todo, pero por todo, ver muchas de las diferencias y ver que los caminos han sido muy diferentes y en muchos casos para nada mejor, cabrea y despiertan de nuevo las sensaciones de la necesidad del KLB, de recuperar la Barcelona para barceloneses pre olímpica, que parece que seamos tontos y llevamos viviendo de la nostalgia vas de 20 años pensando que somos muy modernos porque llenamos la ciudad de guiris.


En cambio en Madrid, las modas son diferentes, y el concepto perrofaluta es más literal que el que tenemos por aquí o eso parece. Los modernos de Madrid parecen diferentes que los de aquí, de nuevo sentir la diferencia de países.


La plaza Mayor, grande y soleada, el calor en Madrid es diferente, seco, mesetario, obliga a comprar agua continuamente, y se hace en las tiendas de los chinos, que serían la de los pakis de aquí. Y en una de ellas surrealista bronca entre una dependienta china y una cliente magrebí, por la vigilancia y el no uso de las camaras, las dos con un español limitado y tu allí en medio flipando del tema.


La catedral de la Almudena, que es más bien feucha, Madrid no tiene una arquitectura que me llame, supongo que si eres experto y conoces el tema lo aprecias más, pero así a priori el tema Madrid de los Austrias y posterior imperialismo nunca me ha pillado. Demasiado de Barcelona quizás.

El palacio Real, que gano, y que hay que pagar por ver, y digo yo si es de todos los españoles que ya pagamos impuestos, que menos que entrada gratuita para los de aquí. Pues no entramos, que total...

El Templo de Debod, enía curiosidad por verlo en vivo por los dibujos que hace Juan Berrio, muchos de ellos situados en los alrededores.


Las torres de la plaza España, curioso lo de pasear por Madrid, es como pasear por un Telediario.


Y en la Gran Vía el edificio de Telefónica, donde esta la fundación y hay exposiciones, y para dentro que nos metimos, a ver a expo de cubistas de su colección, cantidad de cuadros de Juan Gris, impresionante. Y luego la expo de aparatillos de telecomunicaciones de diferentes épocas, como el teléfono góndola, y una expo de montajes artísticos sobre tecnologías y biología en la que había cosas curiosas.


Y luego hasta la biblioteca nacional, pedazo de edificio, y pedazo de exposiciones para los que disfrutamos e los libros, una sobre los códices de Da Vinci, que bonitos dibujos y cuantas ideas, pero sobretodo ver el tamaño del original. Y otra sobre Góngora, que aunque no sea muy gongoriano, ver textos de su puño y letra, así como e García Lorca Y luego ver la expo habitual, con sus libros incunables, y tal. Que gozada de libros, y que ganas de quedarse y poder disfrutar de los fondos de verdad, y perderse por ellos.


Y cerca la plaza d Colón y ese pedazo de banderón al viento. Cosas de la capital, llegamos por cierto a na hora en la que ya iban cerrando el paseo, que tocaba la manifestación e turno, en Madrid deben ser tan comunes como en París, sobretodo ahora.


Y tiras por una calle en busca de destinos más ociosos que cae la tarde y oca refrescarse, entras por una calle que te suena le nombre pero no recuerdas de que, de repente empiezas a sentir una perturbación en la fuerza, una mala leche y te encuentras de frene este pedazo de edificio, fuente de males, que miedo, intentas alejarte lo más rápido posible, exclamando tacos, con los que cuando pasas ves gente que te mira raro. Que mala cosa.


Otro nido de gente que solo se mueve por el procomún y tal, el Banco de España. Como molan estas cosas... (Y yo sin un cóctel..)


La puerta de Alcalá y la Cibeles, así de lejos y de noche, no vaya a ser que nos contagien según que cosas. Por cierto, en ningún momento me vino ninguna canción  la cabeza. Antes nos habíamos inoculado la dosis suficiente para evitarlo.


Y ya llegando a dormir, la estación de Atocha y el monumento del 11M, puf, pensar lo que pasó por allí cerca, que mal rollo. Pero el monumento no se yo, otras de esas polémicas de la caital que vemos de lejos en los telediarios.

Al día siguiente, pues más.

4 comentarios:

Bororo dijo...

Que grandisimo itinerario por la capital. Si seño.. los sitios favoritos, los bares de madrid con cervezas baratas...Perturbaciones en la fuerza y puerta de sol como epicentro...

Va a ser muy interesante ver el futuro de la capital...

Y los muesos, sí.. pintan muchos cuadros en todos los lados.

Lemming dijo...

De telediario

En el retiro hay el bosque de (no recuerdo el nombre exacto) tb recuerdo11M

Cubos de quintos a 4 euros (+ tapa)... Ay la latina

Anna dijo...

La primera parada era el museo Thyssen Bornemisza, que teníamos pendiente, y donde hay una exposición de Edward Hopper

Envidia de la mala....


Però bé, jo vaig tenir la sort de tenir una visita guiada privada a la Biblioteca Nacional (qui no es consola....)

Marta dijo...

El Thyssen pendent... i la bandera, no l'afluixaria vostè?? :p