Vineland de Thomas Pynchon. Tenía pendiente el leer algo de este autor, del que había oído tantas referencias y antes de empezar por uno de sus mega tochos pensé mejor empezar por una de sus novelas de tamaño menor...Así, escogiendo un libro por el número de las páginas...y bueno por las reseñas que había leído. Y bien, ciertamente el tipo escribe bien, muy satírico y lleno de ideas...El libro básicamente es una reflexión crítica sobre las consecuencias en los 80 de las revolución hippy de los sesenta, siguiendo la búsqueda de una hija de la madre que no ha conocido y que estuvo envuelta en estos movimientos colaborando con el FBI y alguno de los sujetos más reaccionarios que se puedan encontrar. Pero no es tan solo esto, sino que también aparecen historias de mega ninjas asesinas, y santuarios de monjas ninjas en california (Tarantino lo ha leído seguro)...Vamos un brebaje curioso, en el que no dejan de pasar cosas. Y sin embargo, he tardado en acabarlo bastante, por que el tío escribe de una forma extraña, tirando para atrás y para alante en la historia, metiendo nuevos temas, palabras, ideas o lo que le venga en gana, dejándote pensando pero de que me habla ahora, así que al final la cosa falla, y es el primer libro que al cabo del rato estás leyendo y la cabeza se te va, con un extraño efecto somnoliento, que sin ser aburrido el libro si que me duerme...Así que no se yo...
Tras la densidad de ese hombre pasamos a una cosa más ligerilla, A Short History of Tractors in Ukrainian de Marina Lewycka. Un best seller superventas, traducido a múltiples lenguas, ganador de un premio en Inglaterra a la mejor novela de ficción cómica, con múltiples críticas alabando su divertida prosa y sus cómicas ideas...Y la verdad, es que es la cosa más sosa que he leído en tiempo. Básicamente la historia trata de como dos hermanas de origen ucraniano, con problemas de relación entre ellas, reflejados en una disputa por una herencia, se enfrentan a la situación que crea su padre de 84 años al casarse con una Ucraniana de 36 años y con un hijo, deslumbrada por el sueño de la vida en occidente...El argumento se desarrolla de forma plana, el sarcasmo no aparece y la ironía no funciona. Vamos que una cosa sosa, sosa de verdad. O eso, o yo ya no pillo según que sentido del humor o no tengo el cuerpo para estas zarandajas...Por cierto si aún así lo buscan traducido, casi mejor opten por la traducción catalana, que la española, no sé yo, pero ya ha caído en esa extraña costumbre hispánica de cambiar el título y poner lo que les de la gana, se titula los amores de Nikolai...que ya les vale, por que digo yo que si el autor escoge un titulo por algo será, no?
Veremos si hay más suerte con las próximas lecturas.
6 comentarios:
Así, escogiendo un libro por el número de las páginas...
Dentro de nada ya te veo escogiéndolos por el color de la portada, para que haga conjunto con los que ya tienes... :pppp
Pues mira, esta critica me va a ser util y todo... porque el del tractor lo habia tenido en la mano varias veces, aunque siempre ha acabado descartado...
@cristina lopez
jajajaja! Tanto no, pero algun que otro autor y librito interesante si he descubierto simplemente por el hecho que la portada me ha cautivado la vista ;)
Nunca hay que despreciar la importancia de una portada...al menos que sea bonita...
Y no se fien de mis opiniones, que para gustos...
Sí, la cubierta es importante. Y el número de páginas. Y la encuadernación. Y el papel. Eso si hablamos del libro como valor estético, claro.
Como sabian los libros? :)
La veritat és que jo ara els llibres ja els començo a triar pel volum (per l’espai que ocupen….).
I la única vegada que vaig triar un llibre per la portada, em va sortir força bé… “El dia que cambié a mi padre por dos peces de colores”. Però és que el títol i la il•lustració de la portada eren irresistibles.... (Visca el criteri....)
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