24 febrero 2008

Uno más en el contador

Pues en esas estamos. Alé, otro más en el contador, van subiendo las cifras, va pasando el tiempo. Vamos pa' viejunos...

Que le vamos a hacer. Bueno, como poco celebrarlo de alguna manera, de forma que pensar en ello sea más leve. Así que organizamos un pequeño jolgorio, na’ una cenita y poco más, o bueno, un brunch (una cosa entre desayuno y comida dominguera...). Nada, algo discreto...

Pero las cosas son como son, tú haces planes, y luego que salga lo que salga. Y sale que vienen desde lejos a visitarte, porque el cumple es una buena excusa, o un buen motivo, o como sea, y se agradece la visita y la compañía y creo nadie había hecho tantos kilómetros para celebrar que me hago viejuno. Y sale que envías un mail y se alrededor de 20 personas para hacerte compañía, porque te haces viejo, y salen los colores en la cara, cuando se te ponen a cantarte el feliz cumpleaños, que uno es muy tímido (sí, sí, al menos para estas cosas...). Y sale que te sientes contento de estar rodeado de buena gente, y agasajado. Y estás a todas y a ninguna, en una nube. Y no sabes si estas contento de que Kosovo sea independiente o no, pero te es igual... Hay comida, hay bebida y hay risas... Y regalitos, y te das cuenta que la gente te conoce más de lo que piensas, y que te escucha cualquier cosa que digas, se la guarda y te la devuelven en forma de sorpresa.

Y luego van, y se juntan todos, y a semi traición te hacen un circulo, te vuelven a cantar, porque son las doce y es cuando toca (que para estás cosas por estas tierras hay reglas, y lo de antes no era una celebración, sino una antecelebración, si tienen un verbo para ello y todo, por cierto, lo he olvidado, que alguien me lo recuerde), te inundan de confeti, te hacen hacer un discursito, y trincarse entre todos una de proseco. Y a lues todos a bailar... Todos al Rosen (ya he hablado del Rosen? algún día, algún día...), gente incluso por primera vez (lo que se estaba perdiendo, eh...), y hasta las tantas...

Bueno, no íbamos a acabar así no, pal día siguiente, un brunch, a ver quién sobrevive a la fiesta y aguanta, y ale, unos 12 valientes se apuntan también a compartir el desayuno el día D, ahí estamos con cara de cansados, con una sensación de moverse todo a cámara lenta, sin capacidad de reacción, y con una sensación de felicidad...

Y si encima hasta el tiempo acompaña, y en febrero a 20 grados te puedes ir hasta el parque a tumbarte al sol, coño, la dicha es plena...

Vamos que no tener que pensar en que te haces viejo, con estas compañías, vale la pena, mucho. Y si faltaron algunos, sepan que una cervecilla habrá a su salud y en su compañía en algún momento.

Y no, no hay fotos. Que no subo fotos de gente, ni que quiera, que va en el momento más inoportuno se queda uno sin batería en la cámara, culpa de las enecientas fotos que hice por la mañana...

Pero eso ya para otro día, ahora lo dejamos, y vuelvo a eso de hacerme viejo, pero poco a poco...

(pero que cosa de post, ni fotos, ni enlaces, ni videos, ni un chascarillo, será la edad...)

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Te refieres quizá a 'vorfeiern'? :)

Muchas felicidades, aunque a destiempo, qué desastre...
Besines,
Lu

Marta dijo...

Por vez n+1, felicitats, jovenet! :p

Anónimo dijo...

Felicidades y que puedas celebrarlo muuuuchos más!

Cristina dijo...

Oooh, viejete..dentro de ná en vez de cervezas te regalarán antiarrugas :p ¡Felicidades :p!

Guille dijo...

Pero qué pena no haber estado, me alegro de haber contribuido un poco
"que te escucha cualquier cosa que digas, se la guarda y te la devuelven en forma de sorpresa" el último día y un poco in-extremis!
Un abrazo, y ya que hubo "vorfeiern", pues que haya "nachfeiern"!

Bororo dijo...

A lo dicho.. y a disfrutarlo...

Nuf said.