13 julio 2009

Despistando guiris

La reciente visita a Londres, donde mi papel era el de simple guiri de a pie me hizo pensar como las ciudades profesionales del turismo se enfrentan a estas hordas de forma que todo sea lo suficiente confuso. Sobretodo en cuanto a transporte se trata, que usar la red pública nunca sea trivial, ni se entiendan las tarifas locales. Al final eso no es la clave definitiva. La red de metro más o menos complicada de la city, el uso de la oyster card como forma económica. El truco esta en alterar los servicios a base de obras. Londres se esta liando con las próximas olimpiadas, así que día si día no, unas estaciones están cerradas, otras dejan de funcionar, si vas a volver al aeropuerto con el metro olvídate, y menos mal que te enteras por fijarte en algún cartelillo hecho a mano en la entrada de una estación, si no… Por suerte al final todo se soluciona, pero la tensión y el estress del lugar desconocido nadie te lo quita.

Pero es a la vuelta donde compruebas que en Londres son simplemente unos aficionaos en esto del despiste del guiri. Para profesionales en Barcelona. Sobretodo con la ayuda de Renfe. A la llegada, los simples mortales nos dirigimos al tren que nos debe acercar a la ciudad desde el aeropuerto, si llegas un poco tarde ya no sabes si tendrás suerte o no, si hay servicio, y si te tocará esperar mucho o poco. Y toda esta incertidumbre ya siendo local, pongase en la piel de un guiri recién llegado que no sabe ni donde va. Luego llegas, tu ya directamente usas tu T10, porque sabes que la tarifa esta integrada hasta el aeropuerto. Pero si no, vas a la máquina a sacar el billete, que entonces es unas cuatro veces más caro. Tu te acercas a la tabla de horarios y sabes donde vas, pim pam, vale parece que ahora si pasan por tu estación. Que la cosa no es trivial de saber. Primero eran trenes de la línea 2 de cercanías, no confundir con la de metro. Pero eso lo cambiaron, no se sabe por que narices de decisión, crearon una línea 10, para añadir confusión, que en vez de atravesar toda la ciudad y llegar a poblaciones del norte de Barcelona, se acabase en la estación de Francia, que es muy bonita, pero esta conectada de puta pena con el resto de la ciudad en cuanto a transporte. Así que esa información fue a parar a todas las guías de turismo internacionales.

Hecho ese cambio, vuelven a cambiar los trayectos, usando de excusa las obras del ave, que siempre valen para un roto y para un descosido. Así que vuelve a ser la línea que llega a Cerdanyola. Así que los guiris ni idea de donde van los trenes, pero los locales tampoco es que lo tengamos tan claro, depende de las obras del ave. Así que se sube la gente al tren, y los guiris ya preguntando para donde, se acercan a la gente con cara de pena, es tarde y quieren encontrar su hotel lo más sencillamente posible. Entonces los profesionales es cuando empiezan a actuar. A despistar al guiri.

El primero pregunta si este tren va a la estación de Francia, uno de los amables viajeros, sin malicia le dice que si, claro, es la ruta del aeropuerto. Pero error, esta cambiada, pero claro no vas a chafarle a él, que tan amablemente se ha acercado a ayudar de buena fe, así que el resto de profesionales del despiste miran, escuchan, pero no corrigen a un colega. No va a quedar mal un autóctono ante un guiri. Pero uno sonrien a otros, ja s’ho trobaram, y ya corregiremos sobre la marcha, que será más divertido. Para crear más confusión otro autoctono debe preguntar en voz alta si el tren va para Barcelona o para Sitges, cosa que no es factible, pero crea la duda, y algo queda. Hasta donde llega el tren es otra cuestión, lo mejor a esas horas de la noche es no poner un modelo moderno, de esos con pantalla de toda la ruta. Mejor solo poner un tren de los antiguos, con los letreros de leds rojos… Destino Gra. Centre, así en abreviado y en catalán. Fácil de descibrar. ‘Este llega a Sant Celoni?’ ‘Pues depende, está Sant Celoni antes o después de Granollers?’ ‘Ummm, después, creo’.’ Entonces no, siga hasta paseo de Gracia y allí te bajas y coges otro que llegue, si tienes suerte, sino al menos estas en el centro de Barcelona’…

Y empiezan a pasar las estaciones, los guiris intentan localizarse en los mapas de estaciones. Vuelven las dudas, este llega a Barcelona? La estación de Francia? SI, ´si, tranquila. Plaza Catalunya? Si claro, Paseo de Gracia? Sin duda. Aproveche las obras del ave y la noche, para que mirar por las ventanillas no sirva de nada. Y entones se llega a Sants, es hora de vaciar el tren de guiris, deprisa creando el máximo de confusión, que siempre es divertido. Eso sí, manteniendo siempre una actitud en la que los guiris piensen que amables son los Barceloneses, como se desviven por guiarnos. Los de plaza Catalunya, rápido, rápido, bajen en esta que es la suya, tienen que hacer trasbordo. Estación de Francia? Pues resulta que al final no, que este es otro, ale bajen aquí y busquen el andén que les lleve. Y si no entienden el castellano, (ya no digo nada del catalán), grítales un poco más, repite las palabras clave, o espera que otro de los despistadotes profesionales tome su papel de entendido y se invente el inglés necesario para hacerlos descender del tren. Y ya los tienes despistados, con sus maletas, en el laberinto que son los andenes de la estación de Sants. Para paseo de Gracia también aquí? No, no ustedes sigan, que es al siguiente. Y es que el despiste ha de ser aleatorio e indiscriminado, no hay que abusar…

Así que uno pensaba que lo de Londres era bastante caótico, pero llega aquí y solo viendo lo que es ir del aeropuerto a la ciudad queda claro, aquí si que somos unos profesionales. Categoría superior. La confusión del guiri es algo que llevamos años dominando.

4 comentarios:

Pepi Toria dijo...

Total, si lo primero que hacen cuando por fin llegan al hotel es jartarse a cervezas y pasarse quince días vomitando sobre nuestras lustrosas aceras... qué más da marearlos un poquito antes...

manu dijo...

¿Cómo se llamaba aquel impuesto que hablaron en su momento de poner a los guiris (y que se desestimó, como siempre)?

Oño, qué menos que paguen 1 euro/día por tener que soportar sus berridos, meadas, aplastamientos en el metro, etc.

Anna dijo...

La confusión del guiri es algo que llevamos años dominando.

Tenint en compte que als autòctons ens maregen igual amb obres i canvis, em fan una pena relativa.
Però és cert... Entendre els horaris de tren i les combinaciones requereix un master...

I l'Aerobus requereix demanar un crèdit per poder pagar el ticket...

Marta dijo...

Y para despistar más al pobre guiri, a todo eso hay que añadir que la info la pilla en algo que no es ni castellano ni inglés ni algo entremedias... lo milagroso es que lleguen al hotel entre tren/metro y junglas similares xDDD