29 marzo 2011

Lo peor de un mosquito

Ya falta poco para que haga buen tiempo de verdad, se vean flores en las macetas y muslámenes en las aceras, pero también se despiertan los insectos, sí es que alguna vez dejan de estar por ahí presentes dando por saco. En general, estos bichejos son asquerosos, odiables y tal. Luego como han acompañado tanto tiempo a la humanidad que cada cual tiene su idiosincrasia, no es lo mismo hablar de hormiguitas trabajadoras que hacen cosquillitas en la barriguita o de abejitas que fabrican rica miel, que el asco que dan cucarachas ya sean de Kafka o de Monteys. Aunque uno de los más odiados son los mosquitos, esos asquerosos chupasangres, propagadores de terribles enfermedades. Es llegar el calor, un poco de charco, y ya están rondando por ahí, dispuestos a tocar las narices. Pero si la picadura es terrible, a uno no le queda más que rascarse, poco remedio hay, muchas veces ni te das cuenta, hasta que es tarde.

Pero lo peor no son las picadas, que también, pero eso es solo físico. Lo peor de lo peor de los mosquitos es lo capaces de la tortura psicológica de la que son capaces. Tú estás tranquilamente durmiendo y de repente ese zumbido amenazador, y no lo ves, y suena en la oreja, y te despiertas de golpe, y sin todavía tener conciencia te lanzas un manotazo a tu propia jeta, que te deja aturdido, y sigue zumbando y no lo ves, y te levantas y enciendes la luz, y tomar por culo el dulce sueño, y lo buscas y sigues sin verlo, y vuelves a apagar la luz, pero ya no es lo mismo, y a la mínima vuelves a oír ese zumbido, y si tienes suerte lo localizas y lo pillas, lo aplastas y te das cuenta que ya es tarde cuando ves la cantidad de sangre que deja por ahí. Pero lo normal es no tener tanta suerte, pierdes la paciencia e intentas cerrar los ojos apretar los dientes y seguir durmiendo hasta el siguiente ataque. Pero si ya pierdes la paciencia del todo consideras el ataque químico, insecticida, que como estas medio atontado no caes en que te va a obligar a estar fuera de la cama un buen rato o el que mueres eres tú…

Les suena la escena verdad, pues todo esto porque me han entrado ganas de mostrarles lo que para mí es la mejor representación de este drama humano sin igual, la de Jan en Superlópez, La semana más larga. Una sencilla genialidad, que si no han leído ya no tienen perdón de los dioses.

Inicia el tebeo con lo que es el despertar usual del trabajador, pero claro si con el calor duermes con la ventana abierta se puede introducir el invasor, al principio pasa desapercibido.

Pero esa misma noche, ya cansado, te dispones a dormir, y ahí aparece el zumbido, y la lucha desigual.

Pero al final del primer combate hay un ganador claro, el campo de batalla está como esta, y no queda más que rendirse.

La siguiente batalla se pasa a hacer con armas de destrucción masiva. Y la conclusión es que acabas durmiendo en el pasillo...

Dicen que a veces la mejor defensa es al indiferencia, la resistencia pasiva, pero no acaba de funcionar tampoco.

Y al final amanece otro día en el que hay un claro ganador de la batalla.

Y si no descansas en casa, no queda otra que aprovechar esos momentos de relax que puedas robar en el lugar del trabajo.

Por que sabes que por la noche te espera otra vez la guerra.

Claro que si eso hace que los vecinos tampoco puedan dormir, al final también se mosquean, y entonces te muestran la solución con la que no habías ni pensado.

Y así puede uno volver a la tranquilidad, cenar y ducharse, y poder descansar de nuevo merecidamente.

Simplemente genial. Tan real, un gag que recorre toda la historieta y se combina con la falta de sueño causada por otros devenires de la historia que les dejo descubran o recuerden por si solos. Pero mira que hace años que he leído este tebeo y no encuentro en mi memoria una lucha mejor contra estos putos bichos.

4 comentarios:

Marta dijo...

Molt bo
Y si, ese zumbido que te despierta = una tortura

Bororo dijo...

Todo real, real.. menos el abuelete... el abuelete no solo intimida con el paraguas o la mala leche. Siempre hay algo más..

Por ejemplo la capacidad de matarla, cual samurai, con cualquier instrumento de un golpe certero... después de haberlo hecho durante 40 años en el campo entre un número mucho mayor de las mismas.

acolostico dijo...

@bororo

Tomélo como una metáfora de que vale más maña que fuerza. El poder de la experiencia y lo inútil de la violencia. Es un tebeo destinado a un público al que se destinan moralejas.

Anna dijo...

Llegit, llegit...Dels pocs que tinc en propietat a la biblioteca del Bages.Què es pot dir del Jan que no s'hagi dit fins ara. (un geni)

I el mosquits de ciutat són de pacotilla al costat de "los escuadrones de la muerte" dels arbres fruiters del camp... (per sort encara no m'he hagut de discutir mai amb la versió felina de l'espècie. I espero no fer-ho)
Ara...les cuques urbanites...De les cuques podria dir moltes coses, però no ho faré pq em repeteixo...

Aarrg!