05 julio 2011

Copenhague: Visit Carlsberg

La visita de la mañana del primer día estaba planeada para ir a visitar la antigua fábrica de Carlsberg. Carlsberg, y la familia fundadora, los Jacobsen fueron los industriales que dieron forma a lo que hoy es Copenhague, en muchos aspectos su influencia se nota por todas partes, de hecho la Sirenita es una escultura cedida a la ciudad por Carlsberg, y es normal que una zona de la ciudad bastante grande este relacionada con ellos. Y como dicen hacer la posiblemente mejor cerveza del mundo, había que comprobarlo in situ, así que para allí nos fuimos siguiendo su propia calle la Ny Carlsbergvej. Para llegar a la experiencia Visit Carlsberg que tienen montada.

De camino ya vimos pasar los famosos caballos de tiro que mantienen en los establos, y que tiran de los carros clásicos. No se si iban a algún sitio en particular o simplemente los sacan para mantenerlos en forma.
Y llegamos a la zona de Carlsberg, a la entrada de Ny Carlsberg. De hecho al principio solo había una fábrica, pero luego el hijo de JC Jacobsen, se puso farruco e hizo la suya propia justo en frente y la llamó Ny Carlsberg, nueva Carlsberg. Y esta era la entrada a su fabrica.

El hijo Jacobsen además era un fanático de la escultura, y eso se nota por toda la ciudad, y también en la entrada, donde hizo este portal famoso por los cuatro elefantes, símbolos de la marca, y que son cuatro por los cuatro hijos varón de Carl. Por cierto la marca de cerveza lleva el nombre del hijo, y de la colina donde se puso la fábrica.

Y por detrás se puede ver a la familia Jacobsen.

Y los otros dos elefantes del otro lado.

Toda la zona se nota que es de Carlsberg, con el log nuevo, unos edificios modernos de oficinas y laboratorios, las antiguas fabricas, aunque la producción desde mediados de los 2000 ya no se hace ahí, sino que en una fabrica a 200 km. Pero la central, y los laboratorios quedan todavía por aquí. Y el centro de visita, claro.

Y el símbolo que chocará a más de uno en los elefantes, y es que durante años el símbolo de la Ny Carlsberg fue la esvástica, mucho antes que los nazis se apropiarán de ella. Si va a ser que de originales nada, ni siquiera copiaron de Asía, estos fueron capaces de pillarse unas birras danesas y plagiar. Pero choca ver el símbolo por tantos lados. Obviamente en los años 30 dejaron de usar esta marca.

Ya en el museo después de comprar la entrada, que da derecho a dos cervecitas y después de charlar con la del mostrador, que si su exmarido tiene en una casa en Mallorca, que si su hijo le gusta mucho Barcelona...Entramos en el museo, tras la presentación, y la explicación de la esvástica, lo primero es ir a ver la colección de botellas de cerveza, tienen más de 20000 sin abrir, unas 16000 en exposición, lástima que están en unas vitrinas cerradas y no se puede pasear entre ellas, pero es espectacular ver tanta botella de tanto sitio, y tantas botellas históricas de la marca.

Ya en la expo donde explican la historia de la marca, se puede ir viendo la evolución, el número de botellas fabricadas, y ejemplos de cada época, como estas botellas de las dos Carlsberg, la vieja y la nueva, la vieja con su símbolo de estrella de doce puntas y la nueva con la esvástica, realmente curioso.

Otro diseño con la esvástica, el diseño es chulo, pero el símbolo lo enrarece del todo, es curioso esto de los símbolos y lo integrados que los tenemos, es verlo y darte cierto repelús. Bueno es no olvidarlo.

Luego ya cambiaron la marca, y se ve en publicidad de los 60.

Luego se pasa a las salas donde explican la fabricación, como se hacía antiguamente, con vídeos de los años 40 que son espectaculares, y lo comparan con el proceso actual, que no esta mal. Pero también es chulo pasar por salas como las antiguas malteadoras, donde dejaban germinar la cebada para prepararla. Había más salas, como la de los toneles, las máquinas a vapor de las cocedoras.

Y en los rincones vieja miscelanea de la fábrica.

Y también los aspectos técnicos. Carlsberg fueron de los primeros en industrializar el proceso y aplicar el método científico, crearon uno de los laboratorios de bioquímica más famosos, todavía en marcha, y fueron los primeros en aislar la levadura de las lagers, la Saccharomyces carlsbergensis, que como el propio nombre indica, algo tuvieron que ver con el lugar. Este es uno de los recipientes donde cultivaban las levaduras. Luego estuvieron relacionados con Pasteur. Al menos el mérito de poner la ciencia al servicio de la cerveza ya les da puntos.

Fuera, ya en los establos, también tienen antiguos vehículos de promoción y venta, como esta bicicleta con barril incorporado, ríete tu del bicing, una bici con barril es todo un sueño.

O otros vehículos antiguos pero bien conservados, utilizados auténticamente en su época. Un poco lo que hace Moritz con los coches antiguos por aquí.

Ya en la zona del bar, tienen una explicación de los aromas de la cerveza bien didáctica, con estas botellitas donde se pueden apreciar los aromas, y anotar tu puntuación por gustos, luego tienen una tabla con las cervezas y sus correspondientes aromas para que escojas a gusto.

En el bar también se encuentras las bellas fermentadoras de cobre, que todavía se usan, ya que en la fábrica, aunque no se hace Carlsberg todavía hacen cerveza, la Jacobsen, que vendría a ser una cerveza artesanal de poca producción que no exportan fuera del país, y que tiene muchas variantes. Pero claro tienen la tecnología de una multinacional, y los laboratorios al lado para hacer los experimentos que quieran, un lujo de brewery de todas todas.

Desde el bar se pueden ver las modernas maquinarias para embotellar, y demás procesos. Quién pudiese tener este montaje para hacer cerveza. Que envidia.

Y las cervezas a probar, las que entraban con la entrada son las clásicas y comunes de Carlsberg y Tuborg, la otra marca de Copenhague que desde los 70 son la misma marca. Unas pils que tiradas allí con todo el cuidado hay que decir que son de calidad y bien ricas, para mi que no se parecen a las que se encuentran en botella por estos lares.

Y este es el aspecto del bar con los tiradores, y ya puestos y como habíamos echado la mañana allí, nos quedamos a comer y a probar alguna de esas Jacobsen que tenían buena pinta, y no estaban nada mal.
Ya de retirada, se pueden ver detalles por las paredes de los edificios.

Y para acabar la entrada de la vieja Carlsberg, con el faro y la estrella de las doce puntas.

Lo tienen bien montado, y para ser una multinacional, el nivel local y trato lo tienen cuidado, como el marketing, delos que son maestros desde siempre. No esta mal la visita, y si eres un poco cervecero disfrutas como un niño.

5 comentarios:

Anna dijo...

Si ja ho dic jo: només la cervesa aconsegueix que es desplaci fora de l’àrea metropolitana.
Apa que no s’ho va passar bé amb la visita (es nota, es nota..)

Marta dijo...

Pendent, pendent (i, tal com ho explica, molt semblant a la guinness storehouse)

Bororo dijo...

Publireportaje. Lo tendrian que coger los de la carlsberg por aquí.. y ponerlo en su página web

peazo de resumen de visita.

Viva la ciencia, viva la cerveza, vivan las visitas.

Y los simbolos.. vivan los simbolos... a nostros nos costo un pelin pillarlo, pero ahi tenemso esos grandes carteles republicanos.

Pero nada como el disfrute de ver algo que te gusta... te pasa como a mi con los documentales etnográficos....como un niño...

el bandero dijo...

Debió usted disfrutar como un niño grande!!!

Pepi Toria dijo...

Ajá! por fin se desvela el verdadero motivo del viaje...
:P