Ferran Adrià i el Bulli

Ya hemos pasado por la exposición del Palau Robert dedicada a Ferran Adrià i el Bulli. Risc, llibertat i creativitat. Una expo que rinde homenaje al restaurante y al cocinero, que quieras que no ah revolucionado la cocina en el cambio de siglo. La expo está bien montada y tiene los detalles suficientes para hacerla más que entretenida, desde documentos del origen del Bulli como minigolf, menús de épocas lejanas, hasta el graduado escolar de Adrià, y luego todo el cambio de filosofía que revolucionó el concepto de alta cocina, y que todavía hoy es de lo mejor. La forma de pensar la cocina de Adrià y su equipo ha cambiado muchas cosas, y ha puesto el país en la vanguardia del tema. Y es que si hay algo importante en este lado del Mediterráneo es la cultura del comer, la cultura culinaria, que nunca se le ha hecho mucho caso ni considerado como en otros lares, pero desde luego a nivel de familia siempre ha sido básica. Con Ferran se ha perdido algo de la vergüenza y se exporta la cultura de la tapa, de inventar, crear e improvisar en la cocina. Mucho mérito, y mucho, mucho trabajo, que se ve en la expo. Y además si durante la visita te encuentras con él por casualidad, le saludas, y ves lo accesible que es con todo el mundo, pues coño, no te puede caer mal.