20 junio 2011

Sónar 2011

Otro año, otro verano que a sus puertas nos trae un Sónar, el 18º y si le sumo dos me llevo tres, saco el logaritmo, pues como solo se me han escapado cinco y al resto al menos un rato siempre he estado pues ahí lo tenemos... Muchas ediciones del Sónar ya en las espaldas, y la cosa como de costumbre, aunque con esa cosa de que el tiempo pasa, ahora menos informado de las tendencias, aunque algo pillamos, parece que se llevan los bajos, bueno como siempre... Eso y que se nota la crisis, o se sigue notando, la feria de profesionales pequeñita, apenas presencial. Y la expo cortita, eso sí con una buena selección de obras en el Other Mirrors. Y entre la crisis y que la escena electrónica vuelve a ser más o menos underground, las masas parece están a otras cosas, pues el festival a programar cosillas más desconocidas y menos cabezas de cártel conocidos. 18 años siendo los modelnos ya son años ya...

Este año como el pasado optamos por la opción Sábado, pero lo ampliamos y de noche también, y desde el 2006 no ibamos a la sesión discotequera de la noche. Pero empezamos bien pronto, al mediodía, justo de tomarnos unas claritas y un bocata para regular pH. Nos fuimos para dentro, vuelta de reconocimiento usual, pasamos por los últimos compases de Edredón, y nos vimos la expo de este año. Y luego pues al tema, uno detrás de otro.

En el Dome 00Genesis. que andaba danzando con sus beats y tal o commo ellos dicen 'ritmos abstractos, bajos vibrantes y acordes melódicos.' Vamos electrónica para ir empezando, y echarse un rato por el cesped de mentira marca Sónar.

En el mismo sitio Venice. DJ italiano, con un toque más house. No nos iba a dejar mucha huella...

Así que nos fuimos a ver a No Surrender. Tres raperos, melódicos, con fondos post-rock y funk, y mucho beat, no estaban mal. Aunque el momento nos estamos grabando todos con los iphones mientras cantamos un poco así.

Volvímos al Dome para la sesión de David Rodigan, para mi lo mejor de este Sónar, una sesión de bass culture, con dub clásico y lo último de los breakbeats o del dub que se cuece en Europa, pasando por temas graves de los 90 y sin olvidar a los clásicos como King Tubby o Desmond Dekker, y acabando con Bob Marley, justo la sesión ajustada al mood que llevaba, para bailar dub por la tarde del sábado, todo un selector. Genial sesión que se me hizo incluso corta, y además el tío disfrutando, 60 años y ahí transmitiendo y disfrutando de la música.

Como Rodigan nos pilló bien pillados, ya no nos dia para bajar al Hall, un problema siempre del Sónar, al Hall o bajas con media hora de antelación o no vas, y ahí a esperar... O no entras, y como no entramos pues fuimos a ver a Yelawolf. Otro de esos raperos americanos con tantos tatuajes como pasado turbio, su peculiaridad ell veloz spoke que tiene, ero vistos dos temas, lo dejamos.

Y volvimos al Dome a ver a los neozelandeses Electric Wire Hustle. Mucho más entretenidos, con un cantar así como soul y ritmos con la batería y bases programadas. No estaban mal, y traerlos de tan lejos tiene su cosa y de más lejos no se pueden traer, de momento.

Para descansar un rato, al Complex a escuchar a los locales Downliners Sekt, y sus beats abstractos para descansar un rato relajado.

De camino con tiempo al Hall nos paramos unos minutillos a escuchar los ritmos latinos que pinchaba El Timbe. Ahí mezclando cumbia y dubstep.

Pero poco rato y para abajo a esperar por la Apparat Band. Electrónica susurrada muy al gusto de indies, el toque pop del festival quizás. Para mi un poco fríos, no me acabaron de convencer.


Y algo cansados ya, nos quedamos en la sesión de DJ Sith & David M en el Village, bailoteo de UK funk, UK garage, dubstep, y más ritmos rompebajos.

La cuestión era esperar para que saliesen los últimos de la tarde, los suizos Filewile, divertido spacefunk, con toques de ritmos africanos y reggae. Llaman a un colega en Sudáfrica para que rapee por el móvil, le bajista con mallot ciclista ochentero. Que raros son los suizos, pero sonaban bien. Y hasta aquí el Sónar de día.

Pero este año regresabamos al Sónar de noche convencido por los fans del soul, bueno, por los fans de la mala vida. Llegamos y pudimos ver el inicio del espectáculo de Chris Cunningham. Pintaba bien, y dicen que fue violento y raro de narices, no lo vimos mucho, nos movía otro plato del menú.

El plato fuerte era Janelle Monáe, quizás no es electrónica, no del todo, pero es toda una avanzada, un espectáculo mayúsculo, como los grandes clásicos del soul, con gran orquesta, con coros, con bauilarines, con uniformes, guitarristas con corbata que siempre molan, y esa voz y esa actitud soul clásica pero correctamente puesta al día, muy recomendable, lo mejorcito de la noche, puro show bien cuidado. Genial.

Y para seguir el subidón Africa Hitech, del sello Warp, hay refundiendo todo lo que sean ritmos bajos y breakbeats de los noventa reactualizando el tema, empezaron un poco fríos, pero la cosa fue mejorando y al final nadie podía para ya dejar de brincar.

Pero claro, si luego salen los portugueses Buraka Som Sistema. Kudo electrónico potente, electrónica tribal, letras potentes, y mucho baile. Ese batería que sale con el pitillo en la boca, y ale a meter caña. Mola, y convencen al público lo que explica que repitan de nuevo este año.

Un mínimo de parada técnica, ya empieza a ser tarde, pero fuimos a ver los Magnetic Man. Dicen que puede ser el primer proyecto comercial del dubstep, el disco es algo flojillo, comercial sí. En directo más cañeros, pero esa manía del toaster para que no se duerma la gente, no se no se.

Y después ya a lo lejos sesión de techno de DJ Surgeon. Y ya no había mucha gente, y empezaba el espectáculo de los zombies.

Pero toda la gente estaba escuchando a Paul Kalkbrenner. Así que lo vimos un ratito, pero poco, porque allí no cabía un huevo y hacía demasiado calor. Y ya empezaba a clarear, un poco de sesión de L-Vis 1990 b2b Bok Bok entre los autos de choque y los despistes. Y decidimos la retirada bajo el amanecer condal, nublado para no ver la estampa bonita.

Y de camino a los ferrocatas, un ataque zombie por sorpresa, rubia y tejana que necesitaba de guía para llegar a casa, como ET, suerte tuvo de encontrar gente civilizada, pero que triste el desfase sin control, no es la música es la fiesta, diría que es la gran lástima del Sónar, al menos de noche. Me sigo quedando con el Sónar de día.

5 comentarios:

Lemming dijo...

Downliners Sekt ideal para relajarse.. zoooOOOommmm

Marta dijo...

Dissabte i música? Tres txecs a qui ningú feia cas inentant amenitzar el festival de cervesa txeca a Alexanderplatx... I'm different :)

Anna dijo...

Des que va tenir la seva pròpia “Guerra de los mundos” , aquest blog ha perdut la poca credibilitat que tenia...

(I la Monáe és un must)

Bororo dijo...

Pipa por la noche.. me lo pase pipa por la noche.. y sin droja en el colacao

Anónimo dijo...

(...) bueno, por los fans de la mala vida.

You speak to me? (Ahora que ya dominas el inglés texano abrazafarolero... ;-) )

Ay, el despiste, que por lo menos acabó bien...