En cualquier lugar

Cuando vas de turista vas a ver cosas, los edificios, la gente, las comidas, y claro, inevitablemente, a ellos, esos hidrantes que siempre pasan tan desapercibidos...

Y es que a veces son tan disimulados que se conforman con un simple recuerdo y una tapa en el suelo, como en Basel (hay que mirar a los pies).

Otras no puede uno dejar de verlas, esas bocas de incendio, tan bien puestas, tan enchufadas, destacando más que los edificios de diseño más elaborado, con manguera y todo...

Otras veces están ahí, a la vuelta de la esquina, pero si no te avisan con una plaquita, ni las verías, como en Zürich.

Otras son inevitables de apreciar, por su constitución rechoncha, como los de Colmar.

Y es que cuando uno empieza a percatarse de ellos es inevitable no dejar de verlos...

Y entonces empiezas a verlos a pares, como estos que localizó Marta en Basel después de mi visita, tres meses pasando por allí...pero si no se destapan los sentidos...

Y entonces ya es verlos sin más, como esta otra bonita muestra de Basel, con un aspecto robótico fantástico, de factura suiza...

Han hecho ustedes los deberes en sus viajes? Se han percatado de ellos sacándolos del anonimato? Cuantos han visto, cuantos recuerdan?

(hay alguién ahí afuera?...)