Otro
año de acaba y otro año que hemos leído unos cuantos tebeos de
todos los colores, tamaños y formas. Este año algunos menos que el
pasado, a penas hemos superado los 180 tebeos leídos, desde fanzines
grapados hasta gordos integrales, novelas gráficas, mangas... Y aún
siguen sin creerme que yo leerlos lo que sea, pero ya luego escribir
sobre ello... Este año también visitamos por primera vez el
festival de Angoulême, y parece ya que fuese hace siglos, y
cambiaron el sistema de premios del salón de Cómic de Barcelona,
haciendo un preselección de diez candidatos por categoría, parecido
a las preselecciones del festival francés. Pues este año voy a
intentar hacer parecido, y voy a seleccionar 10 tebeos de aquí, de
autores españoles, y 10 de autores de fuera, del resto de Europa.
Pero como se hace difícil la selección voy a dejar el manga japonés
y a producción americana a parte para su propia selección de obras,
y de cada uno de ellos haremos listas de justo la mitad, 5 obras. Así
que preparados para un post de esos largos, pero que si quieren
abreviar, se quedan con las negritas. Por cierto, no busquen ninguna
lógica en el orden de las listas, ni de preferencia, ni alfabético,
ni por orden de lectura o de salida, la lista ha sido tal como caen.
Empezaremos
por diez autores de aquí de los que hemos leído algún nuevo tebeo
este año:
1.
Marcos Prior. El año de los 4 emperadores. Pequeño formato para
uno de los grandes tebeos del año, usando los mecanismos de difusión
de la ideología actual, Marcos Prior sigue con su crítica al
liberalismo y las causas de la crisis que nos devora.
2.
Álvaro Ortiz. Cenizas. Uno de mis favoritos del año del que ya he
hablado por aquí, esperado por seguir las peripecias del autor en su
blog y twitter, este road-comic donde el tema es la amistad
reencontrada, y hay muchas cervezas, no me ha defraudado para nada.
3.
David Sánchez. No cambies Nunca. El año pasado fue autor revelación
del salón, este año presentaba nueva obra, con su estilo claro, y
sus temas extraños, científicos coreanos, mal rollito y esa
sensación que hay que volver al principio al acabarlo. Lo mismo que
pasa con La muerte en los ojos, segundo tebeo sorpresa de David este
año, esta vez una historia corta de 24 paginas para la colección
Jaimito de Caramba.
4.
David Rubin. El Héroe 2. El año pasado ya destacamos la primera
parte y esperábamos la segunda, que es reciente, reciente. Y
simplemente espectacular el trabajo de Rubín, un homenaje a los
tebeos de siempre, con acción contundente, un dibujo y una narrativa
que tiran de espaldas, una revisitación al mito clásico de
Heracles, con más de una lectura. Canela fina.
5.
Juan Berrio. Miércoles. Ganador del premio Fnac/Sins Entido de este
año, y como fan de los tebeos de Berrio, no podía faltar esta
maravilla de planificación de vidas urbanas comunes lleno de
optimismo, buen rollo y simpatía.
6.
Jacobo Fernández Serrano. Breve Encuentro. Un acercamiento a la vida
de Lois Pereiro. Es un ejemplo del poder de los tebeos, al menos para
mi. No tengo ni idea de la literatura galega, no me gusta la poesía,
y sin embargo leyendo este tebeo sobre la vida del poeta galego Lois
Pereiro disfrute como un enano, aprendí cosas, y me acerque a temas
que a priori no me llamaban. Recomendado.
7.
Miquelanxo Prado. Ardalén. Un nuevo trabajo de Prado siempre es una
buena noticia, pero es que además si es como este, un historia sobre
las memorias, sobre memorias perdidas y encontradas, con un trasfondo
de fantasía, y con un retrato de la realidad de aquí, imposible no
destacarlo y disfrutarlo.
8.
Max. Vapor. Desde las aventuras de Bardín no teníamos nuevo trabajo
de Max, y este año al fin tenemos esta historia de un asceta en el
desierto, y las distracciones que tiene que afrontar, humor y
reflexión sobre el mundo en que vivimos, muchas influencias, e igual
de genial el blog que el autor ha escrito sobre el proceso de
creación de Vapor.
9.
Alexis Nolla. Escondite/La isla del diablo. Un tebeo de grapa, con
portadas reversibles e historias cortas de un joven autor que pone
frescor e ingenio en sus historietas. Habrá que seguir atento sus
trabajos.
10.
Puño. Alfabeto. Un pequeño libro ilustrado, un cuento para adultos,
donde se juega con el alfabeto en un escenario fijo con muchos
acontecimientos que cuentan una, o varias historias, una genialidad y
una delicia.
Y
como la última es un poco trampa, se puede discutir si es tebeo o
ilustración, podía haber ido en su lugar el regreso de Luis Durán
con Una colmena en construcción, O alguno de los tebeos que ha
sacado Miguel B. Nuñez, como el King Egg o Los Caballos. O el regreso
a los tebeos de grapa y 24 páginas de la colección Jaimito de
¡Caramba!, con trabajos de Albert Monteys, Carlos Vermut o Nestór
F. que también público con Molg H. Moowiloo Woomiloo, en la
reciente Entrecomics Comics, donde también ha parecido la primera
novela gráfica de Pablo Ríos, Azul y Pálido. O pillar los tebeos
de los siempre imprescindibles Manel Fontdevila, y sus recopilatorios
de los chistes de público. O Jan y su Superlópez que nunca falla,
bien firmadito este año, o la recuperación de Don Talarico. No es
que se pueda vivir del cómic patrio, pero desde luego estos últimos
años a nivel creativo está viviendo tiempos más que interesantes.
Y muchas más que me dejo en la yema de los dedos.
Vamos
con la más dificil, que del resto de occidente vienen muchas cosas
interesantes. Empezamos con la selección europea
1.
Emile Bravo. Jules. El integral en dos tomos que ha publicado Ponent
Món es uno de los indispensables y más que recomendables tebeos del
año, para todos los públicos, con todo lo clásico de la escuela
franco belga, pero con personajes actuales, con jovenes reales, con
un humor inteligente, tocando temas científicos e históricos, pero
sin ser directamente didáctico, con fantasia. Este tebeo lo tiene
todo, hasta risas aseguradas. Un sí o sí.
2.
Nicolas Mahler. La teoría del arte versus la señora Goldruber. Al
fin ha llegado Mahler en castellano, y que divertida es su historia
de conflictos con el arte y los tebeos. Muy fan de Mahler desde que
lo descubrí en Alemania sin prácticamente entenderlo. De hecho este
año también me hecho con las ediciones en inglés de Lone Racer y
Angelman, otras dos genialidades.
3.
Tom Gauld. Goliath. Otro descubrimiento de este año, el inglés Tom
Gauld, muy finos sus chistes para The Guardian y otros que se pueden
seguir por internet, y esta es su primera novela gráfica, y la
historia de David y Goliath desde el punto de vista del gigante es
toda una delicia.
4.
Luke Pearson. Hilda and the Midnight Giant. Había visto cosas de
Pearson por internet y tenía ganas de probarlo, y en Angoulême
aprovechamos su presencia, y vimos lo joven que es y lo talentoso. Y
nos llevamos este álbum de Hilda firmado, todo una delicia llena de
imaginación y sensibilidad en un comic para niños de todas las
edades que se dice. Luego nos hicimos con Hildafolk, una historia
previa de Hilda, y aún tuvimos suerte de que al final de año ha
salido otro álbum tan divertido como el anterior Hilda and the Bird
Parade. No se a que esperan a traducirlo y publicarlo por aquí,
siendo además editado por la tan de moda Nobrow. En Angoulême
también nos trajimos su Everything We Miss, más adulta y también
recomendable. Puro talento.
5.
Étienne Davodeau. Los Ignorantes. Creo que debo tener todo lo
publicado en castellano de este autor, siempre comprometido y que
teje buenas historias, en este caso un tebeo sobre las ganas de
aprender, de descubrir siempre cosas nuevas, centrado en este caso en
el mundo del vino y de los tebeos, un intercambio del propio autor
con un amigo, el le enseñaría lo que sabe de vinos y él le
introduciría en el mundo de los tebeos. Fantástica obra documental.
6.
Robin. El hijo de Rembrandt. Una de esas joyitas que pasan casi
desapercibidas, un dibujo que parece fácil y rápido pero que es más
elaborado de lo que parece, para contar la vida del hijo del famoso
pintor flamenco, una delicia de ambientación con tan pocos
elementos, una historia interesante y entretenida, y envidia de ese
dominio de la pluma.
7.
Uli Olesterle. Hector Umbra. Otro de esos tebeos que no tienen mucha
publicidad, pero que son más que entretenidos, un tebeo negro, con
sectas, contactos de ultratumba, personajes con carisma, y aventuras
en Munich. Muy divertido tebeo de género negro por este autor
afincado en Munich, ciudad que queda bien reflejada en el tebeo, y es
que la ambientación siempre ayuda.
8.
Marc Antonie Mathieu. 3 segundos. En Angoulême destaca este tebeo en
algunos puestos y cuando lo ojeamos ya no pudimos dejarlo y nos lo
trajimos directamente en la edición francesa, no era probelma ya que
es prácticamente mudo. Pero es una genialidad formal de tres narices
y media, contar una historia negra desde el punto de vista de un
fotón reflejándose en las distintas superficies, todo a base de
reflejos, en 3 segundos, cuantas cosas pasan y pueden girar.
Impresionante.
9.
Olivier Schrauwen. El hombre que se dejó crecer la barba. Los
experimentos de narrativa con el lenguaje del cómic, inspirado en
elementos gráficos de cualquier época de este belga son simplemente
apabuyantes, es una cosa de abrir la boca, en este caso con temas
coloniales, psicológicos. No busquen mucho argumento clásico, esto
va más allá. Publicado delicadamente por Fulgencio Pimentel.
10.
Bendik Kaltenborn. Ojala que te vaya bonito. Otro tebeo de los de
mirar y releer, de nuevo publica Fulgencio Pimentel, a este noruego
que con sus extrañas historietas, su estilo ha llamado la atención
de muchos. Muy curioso, de esos que evolucionan el lenguaje del
medio.
Y
estos 10 seleccionados sin tener en cuenta los imprescindibles de
siempre, de los que cada año salen algún que otro tebeo que son
verdaderas joyas, el Athos en América de Jason, Lewis Trondheim con
su Omni-Visibilis, Bludzee y Ralph Azham, Blain y el segundo número
de Quai D'Orsay, El cazador cazado de Moebius, Los mejores enemigos
de David B., El viaje entre gitanos de Guibert, El siglo de las luces
de Joann Sfar, autores que ya sabes que lo que hagan va a caer, que se
han ganado la confianza a base de calidad.
Con
la selección americana hay menos problema, prácticamente he
abandonado el mainstream superheróico, y fuera de ellos parece que
no llegue tanta cosa, pero seguimos con algunos indispensables.
1.
Chris Ware. Building Stories. Esto es simplemente palabras mayores,
un objeto a tener, sigue siendo tan preciso e innovador en el
lenguaje del comic, con una caja llena de formatos, como declaración
de intenciones, y con una puesta en escena y una sutileza que le
hacen merecedor de aparecer también en las listas de mejores novelas
americanas, sin tan siquiera serlo. Obra maestra.
2.
Charles Burns. The Hive. El segundo volumen de esta trílogía del
anti Tintín, con sus giros, personajes extraños y su mundo onírico
hipnotizante y su dibujo claro. Esperamos al final para contarles
como se unen todos los cabos.
3.
Jim Woodring. Frank Filigranas del clima. El segundo tomo
recopilatorio de la surrealista obra de Woodring, tebeos sin
palabras, con mucha fantasía para adultos, sin contemplaciones. Puro
arte.
4.
Johny Ryan. Pudridero. Tiran a lo peor de lo peor en un planeta
prisión, y solo hay escatología, hostias, y todo lo peor de la
galaxia liado a tortas sin contemplaciones. Es como el tebeo que
todos habriamos dibujados de niño, solo que Ryan lo hace con toda la
mala leche de un adulto.
5.
Joe Sacco. Reportajes. Si hay nuevo tebeo de Joe Sacco, este seguro
que cae en la lista, como este recopilatorio de reportajes cortos,
como de costumbre tocando conflictos desde un punto de vista
diferente al de las teles y diarios.
Y
esto es quedarnos con cinco, también podrían estar Ed Piskor con
Wizzywig, la historia de uno de las hackers pioneros. O Sergio
Aragonés con el recopilatorio de sus chistes de Mad. O algo de los
hermanos Hernandez, siempre en las listas, este año Jaime con El
retorno de las Ti-Girls. Y America también es el sur y Dora del
argentino Ignacio Minaverry, narra la historia de una joven caza
nazis más que recomendable. Y aunque no sigo con los supers, si que
hay una serie que voy leyendo y es Hawkeye, los guiones de Matt
Fraction son entretenidos, contando cosas en cada tebeo, pero es que
el trabajo de dibujo y diseño narrativo del español David Aja es una
cosa brutal.
Del
manga japonés seguimos descubriendo genialidades y sorpresas, y poco
a poco van llegando obras clásicas, que por serlo es lógico que
acaben en listas de lo mejor.
1.
Taiyou Matsumoto y Issei Eifuku.Takemitsu Zamurái. Pensábamos lo
peor y que ibamos a poder ver el final de esta saga, pero por suerte
no ha sido así y hemos podido completar esta curiosa historia de
samurais, y disfrutar del impresionante dibujo de Matsumoto. Se que
será difícil, pero queremos más Matsumoto traducido.
2.
Shintaro Kago. Reproducción por mitosis. Ha llegado Kago a España,
con dos tomos de momento, y este primero es una cosa simplemente
bestial, en todos los aspectos, hay que tener bastante estomago para
leer según que historias, pero si eso no te miedo, vas a encontrar
un tipo que le da vueltas y experimenta con el medio y la narración
como nadie, viñetas en tres dimensiones, que pasa fuera de las
viñetas, geniales los experimentos de Kago.
3.
Shigeru Mizuki. Autobiografia, los primeros tomos de la vida de esta
leyenda del manga, dibujadas por él mismo, un señor que durante la
segunda guerra mundial perdió un brazo, aprendió a dibujar con el
otro y se convirtió en una leyenda del manga. Dibujo precioso,
simpático, y visión de la vida japonesa.
4.
Shotaro Ishinomori. Hokusai, la vida de este famoso dibujante
japonés, de los primeros que tuvieron éxito en Europa por sus
ukiyo-e contada de forma excelente por otro de las leyendas de Japón,
Ishinomori, el rey del manga, este tipo tiene miles de páginas
dibujadas, y por fin llega algo de su obra a España.
5.
Tsugumi Oba y Takeshi Obata. Bakuman, sigue la serie sobre dibujantes
de manga, y sigue estando entre lo más recomendado, esa forma de
construir un shonen canónico, con sus combates, retos, superaciones
y tal, pero centrado en el mundo de la creación del manga comercial,
como una visión desde dentro que da para más de una lectura, es
simplemente para sacarse el sombrero, y mantiene el interés.
Pero
a estos cinco se le pueden añadir otros indispensables, de esos que
caen fijo si o si, como cualquier obra de Naoki Urasawa, en la
actualidad su misterioso Billy Bat (donde nos llevas esta vez sr.
Urasawa), el clásico Cinturó Negre (Yawara!) y el fantástico
Master Keaton. También hemos tenido la suerte de disfrutar de un
nuevo tomo de Yotsuba de Kiyohiko Azuma. O un tomazo de las Historias
Cortas de Satoshi Kon. Y más historias de samurais del maestro
Hiroshi Hirata, entre otro mucho manga.
Y
para acabar este listado resumen de tebeos leídos, voy a mencionar
10 webcomics que si no siguen ya y no conocen deberían hacerlo de
inmediato. Les pongo los enlaces, y ustedes mismos se hacen una
opinión, que será mejor que cualquier cosa que yo les pueda contar.
Y esto solo son la punta
del iceberg, hay mucho, mucho tebeo en la red que vale la pena
seguir, y leer.
Y con esto y un bizcocho,
y muchas cosas leídas, aquí quizás solo un 15%, asi que mucho se
queda en el tintero, el resumen de lo pasado. Veremos que viene el
año que viene, que seguro a nivel nacional todavía deberían salir
unos cuantos tebeos ricos ricos de leer.