Porque las condiciones eran tales, que la gente tenía que empujar al autobús si quería que este fuera algún lado. Que nevadita estaba toda la ciudad.
Y una de las calles del centro, nevado, todo nevado, los coches patinando, un ambiente que da para pasear poco, pero si para tirarse unas bolas de nieve.
Finalmente nos acercamos hasta Travemünde, una pequeño pueblo costero, de donde salen cantidad de líneas a los puertos escandinavos. Una ciudad que en verano debe estar llena de turistas, peor que diferente pensar en una playa, toda cubierta de nieve, y con el agua helada, prácticamente de forma literal. Pero como en nada además se hace de noche, poco más se podía hacer en la excursión, aunque ya hemos visto un poco el mar del norte.
5 comentarios:
Definitivamente hay cosas del invierno centroeuropeo que no se hechan de menos.... brrrrrrrrr!
Vaya tela con la figurita del ayuntamiento. Que liberales estos alemanes.
De souvenir, com a mínim ha portat una calipandria, no?
Però quin fred... Però si ja en fa aquí! Pq anar a buscar-ne més?
Vaig a posar-me un altre jersei..... brrrr...
y que calentito se esta en la calle.. por dios...
Pero e bonito.. frio pero bonito.
Demasiada nieve para mi gusto. Me temo que soy demasiado mediterráneo.
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