Primera noticias de la nube, el jueves por la noche, anda la leche, pero la nube estaba en el norte. El viernes ya cerraron hasta Frankfurt. El sur seguía siendo posible, y como las compañías hasta el último momento evitaban decir nada, hasta el último momento aguantando. El viernes por la noche ya estaba más claro, el puto Eyjafjallajökull daba por culo más al sur. El sábado aún me fui de excursión, mi aeropuerto estaba al sur, y poco se podía hacer de momento. A mediodía se confirma el cierre, y la incertidumbre aumenta al 100%. Y si hay algo que no me gusta nada es la incertidumbre, para nada me gusta ser el hombre de los dados.
Es el momento de organizar la alternativa. El día anterior ya había chequeado las diferentes posibilidades, nada de buses, nada de aviones, la única alternativa factible era el tren. Y el sábado nos acercamos al centro de viajes de la Deustche Bahn en Freiburg, quiero llegar a Barcelona, a Barcelona? los aviones, no? Sí. A mirar las posibilidades en el ordenador, obviamente ya sabía que toda posibilidad directa o medio rápida era imposible, primero por que no existen, y las pocas que hay, ya debían estar más que saturadas. Así que la búsqueda pasaba por hacerlo con trenes regionales. Y así nos montamos un billete de combinaciones hasta al menos Avignon, después pues a improvisar, pero al menos ya estaríamos más al sur.
Y allí estaba yo sentado en la estación de Freiburg, con un billete con más de cinco combinaciones atravesando Europa. Y el tren que esperaba para volver a Karlsruhe ya llevaba 20 minutos de retasp, como empezaba la cosa, y vaya con la incertidumbre. Por cierto, si las cenizas no eran suficiente, en Francia había huelga de trenes, para facilitar las cosas.
Así que con esas el domingo nos levantamos a las 4 de la mañana y nos pusimos en modo viaje, un estado mental y corporal extraño, en el que el objetivo último es conseguir el máximo de kilómetros en el menor tiempo posible, minimizar comidas, minimizar todo, solo avanzar. Salimos del hotel de Ettlingen y cogemos el tranvía de las 5 de la mañana dirección Karlsruhe, a la estación para poder coger el primer tren, hasta Basel, un tren regional con camas, con poca gente, no eran horas, y allí dormitamos mientras nos dejaban, en ese estado especial de caer en el sueño ligero que cualquier anuncio de estación o parada vuelve a activar la mente, y si no, la policía de la frontera que Suiza, que como no tienen otra cosa que hacer, pues ale a revisar todas las maletas...
En Basel un regional hasta Biel/Bienne, que la verdad no tengo ni idea de donde esta ni como es, pero al sur, siempre al sur, atravesando Suiza para ponernos en Francia en las líneas ferreas que llegan a la península. Que manda narices como esta montada la red ferroviaria, que todo el tráfico pase por París o Zurich manda huevos. En el regional muchos suizos de excursión, y se empieza a notar el cambio de idioma, de alemán a francés.
En Biel otro tren regional, este hasta Geneve, Ginebra, En este tren ya había más extranjeros, dirección Francia, más gente buscando la salida del continente, y más españoles, iba aumentando su presencia, ibamos en la buena dirección. Aunque eso significaba masificación y seguro embudo más adelante.
Y no tardó en llegar la primera variación del programa, como no al llegar a Francia, ese país de las huelgas, era difícl atravesar Europa, y encima ponen Francia en medio. Huelga de trenes, mi regional anulado, el que me llegaba hasta Lyon, así que el enlace con Avignon perdido. Pero ningún problema, las huelgas tienen sus cosas, y por suerte quedaba un TGV para todos, así que ale todos para dentro, billete o no, y eso en parte fue una suerte, primero por que pillé asiento, no tuve que ir de pie, segundo por que aunque pasaba por Lyon, yo no me iba a bajar hasta llegar al final del trayecto del tgv, Montpellier, más al sur de mi plan, mucho mejor, luego ya volveríamos a improvisar, total en Avignon estaba en las mismas.
Así que atravesamos el sur de Francia en el TGV, repletito, haciendo paradas que no sabían ni los del tren iban a hacer, y totalmente lleno, y así llegamos a Montpellier a eso de las 15.30 pasadas, hasta el momento todo lo que había comido desde que me levanté habían sido tre Doo Waps, minusculos bollitos, pero en modo viaje nadie necesita nada más que kilometros.
En Montpellier parecía que se había llegado al cuello del embudo, había solo un tren hasta Perpi0gnan a las 18.44, lleno, sin billetes y con más de una hora de retraso. La única opción era colarse en el y llegar a Perpignan a eso de las 20.30, pero más a la frontera imposible, ya que solo había buses y en esos era imposible colocarse. La opción parecía que pasaba por buscar hotel y esperar al día siguiente. Mientras daba un paseo para estirar las piernas y pensar en el siguiente paso llegué a la oficina de turismo. Todavía abierta, mejor para preguntar, autobuses a Perpignan, nada, bueno pues a ver hoteles de la ciudad y tal. Con la información nos volvíamos a la estación para intentar comprar los billetes para el día siguiente, si no no tenía sentido la cosa.
En la estación en la cola, me encuentro a un tío y me dice tu eres español, sí, te interesa ir en coche, ummm, claro como no. Dos colegas que venían de una feria en Polonia buscaban gente para compartir coche de alquiler hasta Gerona, estuve en el momento justo en el sitio justo. Me apunto a lo del coche, y también un americano que venía desde Bruselas, París, y intentaba llegar a Madrid para volver a los USA después de fracasar al intentar llegar a Londres. Cuatro para un coche alquilado, era un precio asequible, mejor que pagar hotel y tren, y llegábamos el mismo día. Además bajándolo hasta Barcelona salía más barato. Así que el mismo día seguimos viaje hacía el sur, hacía casita. Suerte encontrar coche todavía libre en las casas de alquiler, ya que todo el mundo buscaba las mismas cosas. Y alé tranquilamente primero hasta el aeropuerto de Girona, donde uno tenía el coche aparcado y al otro le venía a buscar, y de allí conduciendo hasta Barcelona, con el americano, un broker de alto nivel charlando. Y el tío tela, tenía que ir a Londres, nada, iba en tren desde París a Barcelona, huelga, así que con el billete pagado en coche a Barna. Y allí tenía billete de avión para Madrid, pero cerraron el Prat, así que también tenía para el AVE, con posible huelga... Huyendo de Europa...
Y con esto conseguí llegar en el mismo día que tenía previsto el regreso, eso sí de un viaje de 2 horas de vuelo, pasamos a un periplo de unas 18 horas y media. Pero aún con suerte a dormir a casa.
Pero puto volcán. Vaya lío pardo, y no solo a mi. Que historias las tienen miles de gente. Ahora vaya tela hacer huelga en esa situación. Y vaya tela las redes ferroviarias europeas, a ver si esto sirve para que se den cuenta y se ponen a pensar las cosas, por que tanta red centralizada en países no tienen ningún sentido en un Europa transnacional.
Pero aún así nos lo hemos montado. Algo más caro, pero llegar a casa no tiene precio.
8 comentarios:
Ha batut el rècord. El post amb més tacos de la seva historia.
Déu n’hi do.... I les vagues a França, un clàssic. Jo n’he enganxat més d’una (i miri que tampoc hi passo tan en tren...)
Genial.. post genial....
Lectura genial... es como una novela...
muy bueno. Enganchado me he quedado...
Genial, Raúl! Emocionante y con final feliz!
Me alegro de que tras las 18 h y media aún no saliera del todo mal...
Yo y mi easyjet de pasado mañana para ir a ver a mis papis creo que no lo vamos a tener tan bien...
Ni el regreso de Ulises a Ítaca fue tan traumático... bueno, bien está lo que bien acaba!
Welcome back! Quina odisea, marededéusenyor...
(Y lo de las huelgas de los trenes franceses y españoles con el caos... pa tirarlos dentro del volcán directamente...)
Miremos lado positivo.. y la pedazo de historia que te queda para contar !!.. una aventura asi no tiene precio
Vaya pedazo de viaje!!! Disfrutando del ferrocarril aleman, siuzo y francés, con servicios únicos como un TGV haciendo paradas de regional.
Eso sí es recorrerse media Europa en tren. Ni el interrail, oiga :D
Publicar un comentario