Girona & Birra

El sábado fuimos de excursión a Girona, una ciudad por la que siempre vale la pena pasear, y la que teníamos algunas cosas pendientes.

Un centro bonito que todavía no esta saturado de franquicias y turistas como el de Barcelona, y se pueden ver escenas que a veces uno piensa ya solo quedan en el recuerdo.

Las escaleras de la catedral, la plaza bien abajo, 90 escalones.

Y arriba de todo la catedral de Girona.

El monasterio de Sant Pere de Galligants. Soreprende que el centro este descentrado, y que tengan esos parques para pasear, Girona no es una gran metrópolis, por suerte.

Una ventanita tan gótica como catalana.

Y las calles estrechas y inclinadas del Call.

Y como no las vistas de las casas en el río Onyar. La girona clásica.

Y una de las cosas pendientes era la visita al Museu del Cinema, un buen museo sobre los orígenes de la técnica, más centrado en el protocine, con la cámara oscura, las linternas mágicas y otros aparatos antes de las cámaras digitales. Y todo con ejemplos visibles de las técnicas muy didáctico y muy interesante. Muy chulo. Y al final la inevitable exposición más mitómana, que siempre esta asociada e esto del cine.

Pero la excusa para subir hasta Girona, era el Birra & BRassa, el primer festival de la cerveza artesana de Girona, en un parque de Santa Eugènia, algunas de las micros de la zona pusieron sus stands y pudímos probar algunas cervezas curiosas tranquilamente, con música en vivo, todo muy relajado, perfecto para después del paseo.

Lástima que luego nos tocó volver en el tren del infierno, impresionante, un tren a las 20.30h, que ya era el penúltimo para poder regresar a Barna, un regional, que se para en los pueblecitos de enmedio, lleno de adolescentes de extraradio, gritando, fumando, y no solo tábaco, Que penica más grande, que triste panorama.