Después de ver contra el progreso aprovechamos el estreno en el Grec de otra de las obras de Esteve Soler de la misma trilogía, así que fuimos en plan clan para la sala Beckett a ver que nos ofrecían esta vez con Contra la democràcia. De nuevo mantiene la estructura, son siete pequeñas piezas que tienen en común el tema de la democracia, o más bien el abuso que se hace de las clases poderosas y lo manipulados que estamos y como nos dejamos los de abajo. El autor es de nuestra generación, y eso se nota en las influencias, mucho humor negro y escenas violentas, que recordaban películas de los Cohen o de Tarantino, y mensajes que ya suenan a sabidos. Entre una cosa o otra en general la sensación fue que falto algo, que algo no acabo de funcionar, y al salir el sentimiento general se podría decir que no era de mucha satisfacción. En mi caso hay que decir que el teatro ya tiene un handicup conmigo, ya que no es un género que acabe de funcionar, cosa de los tiempos narrativos y la inmersión, pero parece que ni a los entendidos les acabo de llegar.
Más satisfacción creo nos dio el aperitivo italiano que nos ofrecimos antes de la función en el Pappa e Citti (Encarnació 38), con un Spritz rico rico y la tapa que lo acompañaba. O negronis también potentes.
3 comentarios:
Tot i que un parell de les històries em van agradar força més que la resta, la sensació final va ser de #fail per a mi
Sin duda.. y eso que ni lo prove...
teatro.. sensación generalizada.. el dire también piensa lo mismo.
La ensalada de mozarela del Pappa e Citti me pareció fantástica!!
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