Contagio

Acaso solo yo veo hidrantes allí donde vaya. Solo yo aprecio la belleza de tan sútiles artefactos... Oh, no, la fiebre se contagia, y una de las cazadoras avanzadas es Marta. Se nota que hizo turismo conmigo, una vez empiezas a verlos, ya no hay stop...

Y si ves uno que esta atrapado en Basel, fotico y para aquí...

Y sales del trabajo, ya no sabes ni como, pero mirás al suelo y ves uno encadenado saliendo a ras de suelo de una pared, también en Basel...

Pero no solo eso, si te vas de turismo un fin de semana, no pueden tampoco pasar desapercibidos...

Y si vas a Oporto, pues se ve que este que es el típico se ve por bastantes sitios...

Este modelo rojo me dice se ve menos. Pero con ese Sí en grande, irresistible...

El modelo anterior, pero sin la tapa.

Este es de Espinho, un pueblecito a media hora en tren de cercanías de Oporto.

Un tercer modelo de Oporto, en amarillo, cerca del Palacio de Cristal...

Y finalmente, uno en el aeropuerto...

Pero estos no son todos los que tengo de Oporto, otra cazadora, Ade, me envio hace unos días unos cuantos de esa ciudad portuguesa también. Los tenía guardados, esperando la oportunidad de mostrarlos. Pero aunque me pasó varios, solo me dio permiso para subir este, en los otros aparece ella, y le da vergüenza salir, pero pueden tratar de convencerla que me deje subir el resto ;-)

Ahí, rodeado de palomitas. No me digan que no tiene buena pinta Oporto para hacerle una visita. Habrá que ir algún día...

Y sigan cazando y enviando sus hidrantes. Ya ven la gente empieza, se lo pasa bien, propaga la palabra. Y una vez se empiezan a ver, ya no se pueden evitar...