Cuando llegas a una ciudad, y tratás de localizar los hidrantes, lo más fácil es que no los veas. No es una cuestión de buscarlos. Los que lo han hecho saben, que es una cuestión de que aparezcan ante ti, claro que solo si se esta atento y dispuesto a ello, aparecen. Pero no es immediato. Al principio cuesta, solo ves columnas secas en edificios...
Y otra columna seca, en otro edificio. Parece que Roma de iglesias sí, pero de hidrantes no prometía...
Pero luego una señal avisaba de su presencia, uno de suelo, no es muy espectacular, pero mejora la cosa, por la señal al menos...
Uno en una cajita de vidrio, que cuco.
Y otra columna seca, con su vidrio amarillo.
Y entonces aparece el primer ejemplar, rojo, alto, allí plantado. Y ya es un no parar.
Y luego los encuentras en cajitas, indicando a donde va la columna seca, en este caso, creo.
Y entonces empiezan a aparecer de todos los tipos, este cerca del Vaticano.
Otro rojito por el centro.
Otra caja, con el cártel, el icono no esta mal.
Otro atrapado en una pared.
Uno tapado en el borde del circo Massimo.
Y otro cerca del Foro Romano.
Y sues por una calle y lo ves, ahí en un parking.
Y casi hay que decir que lo ves antes que la iglesia que tiene al lado...
Y otro cerca de la zona de las catatumbas.
Y en la Piazza della Repubblica.
Cerca de la Piazza del Popolo.
Uno a las puertas del centro comercial en la Piazza Colonna, a la sombra de la columna trajana.
En el Gianicolo este al lado de un arco.
Y bajo las murallas del mismo parque.
O en el camino hacía el Orto Botanico.
Y más cajitas en las calles del Trastevere. Así que al final Roma si que era una ciudad de hidrantes, como no. Allí estaban. Solo hay que ir y estar dispuesto a verlos, y una vez se empieza, ya no hay stop...
1 comentario:
Si esto es peor que las pringles... cuando hacen "pop"... ya se sabe ;)
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