Este año no ha habido ni Primavera Sound ni Sónar, demasiados modernos, demasiado caros, demasiado grupo de los que ya no tengo ni idea y la pereza absoluta por descubrirlos, todo suma para no haber ido. Este año el que nos convenció para asistir fue el Cruïlla BCN, que por fechas este año sí era posible, y el cartel tenía lo suficiente para interesarnos. Un festival con un concepto totalmente diferente, más multicultural y abierto a diferentes géneros, que pinta muy bien, y que además no tiene la masificación de los otros, mal para los organizadores, pero mucho mejor para los que vamos, que no tenemos que estar agobiados, a parte de que el público es algo diferente, sin tanto moderno de bigotillo o tanto guiri, que los hay, pero con otro tipo de público menos movido por el hype, vamos que parece un festival más agradable. Eso sí hay cosas que no cambian, el precio desorbitado de la cerveza, los pesados de turno que solo van a los festivales como excusa para el colocón, vamos las costumbres no se sabe muy bien por que invebitables...
Empezamos la tarde con la actuación del argentino Gustavo Cordera, y su mezcla de cumbía, rock y más ritmos bailables, con el toque argentino, un poco a lo Fabulosos Cadillacs, entretenido para empezar la tarde, pero no mi estilo favorito.
Continuamos con los Tiki Phantoms, con sus ya clásicas máscaras, conga y colchoneta, los hemos visto ya unas cuantas veces y ya los tenemos más uqe conocidos, pero su rock surfero instrumental y su actitud en el escenario, y bajo él, nunca nos defraudan.
Plato fuerte del día, impresionante Iggy Pop and The Stooges, tocando clásicos del rock garagero y punkero de los 70, con una vitalidad que más de un sesentañero desearía, saltando al público todavía, con esos temazos rockeros, y esa actitud inconfundible, volver a verlo vale la pena, y descarga de energía aunque ya se les note los años a toda la banda.
La sorpresa para mi de la noche, no conocíamos a Nneka, una voz soul, r&b clásica, con carácter y actitud en el escenario, algo demasiado trascendente quizás en la puesta en escena, pero una voz impresionante, versátil, de esa música que nunca molesta escuchar, pero con los puntos de voz para hacerla destacar. Bien.
Los favoritos de la noche era volver a ver el punk gitano de acordeones y violines balcánicos, con guitarras españolas de los Gogol Bordello, volver a disfrutar canturreando sus temas y verlos saltar por el escenario siempre vale la pena, solo por ellos ya valía la pena pasarse el viernes por el Cruïlla. Aunque volví a echar en falta alguno de sus temas que más me gustan, y que parecen no forman parte del repertorio en directo junto otros ya más clásicos.
Y como parece ser la norma del Cruïlla, algo totalmente diferente a continuación, nos pasamos a ver a los Pepper Pots, grupo catalán de soul clásico y rock steady, con instrumentación y unas voces femeninas de una técnica esquisita, muy buenos, buen sonido, temas pop cortitos, enlazados sin solución de continuidad, muy bien, pero fríos, les falta la chispa para no ser tan orquesta de fiesta de pueblo y pasar de una técnica y letras milimétricas, al verdadero soul. Bien, pero algo les falta.
Así que nos fuimos a ver el final de la actuación de Amadou & Mariam, un duo ciego de Africa, con esos ritmos tan africanos, me los esperaba más cantaautor y no tan animados, si no nos habríamos acercado antes, música africana de sonoridad amable, bien para bailar y pasarlo bien, aunque los ritmos africanos tienen que entrarte para disfrutarlos.
Ya quedaba poco, y por curiosidad pasamos a ver el inicio rumbero de la Pegatina, que no están mal, fiesta absoluta sobre el escenario, intentando implicar al público, que a esas horas ya estaba más que bailón, un rato entretenido, pero una sobredosis de rumba puede no ser recomendable para todos.
Pero no estuvimos mucho rato, porque tenía ganas de escuchar el nuevo proyecto de Parov Stelar, un austríaco que siempre ha estado con esto de la mezcla de la electrónica y el jazz que tanto me gusta. Con su banda lo que hace es mezclar electrónica más bailable, house, con el swing más clásico, una mezcla bailable totalmente, y aunque no es la primera vez que se hace, hay que reconocer que con voz, saxo y trompeta y resto de banda en directo pega de maravilla, y se lleno de gente bailando esos ritmos, muy bien para cerrar la noche, irse a dormir y prepararse para el segundo día, que según el cartel parecía incluso más prometedora.
4 comentarios:
Nneka muy buena.... Pero que fresco hacia
Divendres no va ser possible.
I això que m'hauria fet gràcia veure els Gogol Bordello...
Si que té bona pinta el festival aquest
Un festival chulo chulo...pero hay veces que patecen otras cosas. Por ejemplo, per peces... suena raro, pero es así :)
Pero tengo esta ncohe para ir escuchando musica.. Link guardado.
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