Hobbes y sus amigos

Bueno, pues ya pasó, ya somos más viejunos que ayer, pero menos que mañana. Y como debe ser lo hemos celebrado comiendo y bebiendo en buenas compañías. Que no hay nada mejor para estas cosas que las buenas compañías y acompañarlo como se hace en nuestra tribu.

Y luego vino la sorpresa, este pedazo de peluche replica exacta de Hobbes, un objeto que simplemente es impagable, de una precisión que ya quisieran muchos de los muñecos profesionales que llegan de china o otros lares, impresionante de verdad la habilidad para hacerlo a partir del reto planteado. De esas cosas manuales que no se pueden agradecer lo suficiente y que te dejan con la boca abierta. Ahora tengo un Hobbes único. Ya puedo practicar el Calvinball en condiciones.