A que hemos jugado este verano. Vamos con una rista de juegos para todas las edades.
- Walkie Talkie. El mini juego de los Llama Dice, corto y frenético para jugar con los peques en grupo. En multiidioma el caso se multiplica.
- Ten. Un push your luck con diseño minimalista que lo hace moderno, un toque de subasta y gestión de recursos que lo hacen bastante entretenido.
- Toma 6! Un clásico con una regla tan sencilla como ordenar números en filas y que con grupos un poco grandes da para muchas risas. Más si juegas con peques y sus tácticas de agentes del caos.
- No, gracias. Otro clásico de sencillez envidiable. A penas 30 cartas que vas escalando o pasando. La interacción tan sencilla lo hace muy divertido.
- Hidden Leaders. Diseño muy bonito para una gestión de cartas con un poco de roles ocultos, aunque la suerte con la mano es lo que más pesa. Entretenido.
- Orchard. Un solitario que es una maravilla, hay que superponer cartas y poner frutas. Producción además cuidada para que hasta el tacto de las cartas sea agradable para jugarlo.
- Saboteur. Otro clásico sencillo de generar caminos con cartas con mucho rol oculto. Perfecto para entretener a un grupo grande de peques. Ni muy peques o lo del rol oculto funciona de formas inesperadas.
- Fort. Un creador de mazos con interacción en el intercambio de cartas y un poco de asimetría que con la familia a funcionado a las mil maravillas. Y además tiene el diseño de Ferrin que nos tiene flipados desde Root.
- The Red Cathedral. Unas cuantas partidas a este juego ya un poco más suerte, gestión de recursos con ese círculo de dados y mayorías construyendo la catedral rusa. Juego muy equilibrado y con ganas de ver la expansión.
- Dungeon Bazar. La curiosidad del verano, un viejo diseño familiar de Luciani, Tascini y Cecchetto. Escuela italiana con subastas, carreras y asimetría. Entretenido pero algo enrevesado de reglas para lo que es el objetivo del juego.
- Carcassonne. Un clásico que nunca falla. La paz que transmite el ir construyendo ese paisaje de losetas mientras compites por ciudades y caminos.
- Red7. Siete números, siete colores y siete reglas que hacen un juego ingenioso en el que hay que ganar la mano o estás fuera. Quizás la partida entera se hace un poco larga.
- Village Green. Otto pequeño juego de cartas bonito en mesa, algo multisolitario pero con un puzzle de lo más entretenido. Bien.
- Misión Marte. A ver quién es más rápido a crear el patrón de figuras en las cartas según los dados. Diseño minimal y piques rápidos.
- Virus. Ideal como regalo souvenir para peques que se introducen en los juegos. En España ya está casi en todas las casas.
- Monza. Si hay que jugar con los muy peques esta carrera de dados de colores siempre me ha parecido uno de los más ingeniosos.
- Patchwork. Otro clásico a dos, patrones con poliminós y carrera por puntuar.
- Escoba. Nunca hay que abandonar a los tradicionales y la baraja española, que me sigue fascinando con su diseño tan funcional como moderno. Y su gran versatilidad para juegos.
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